Las cinco capitales de provincia de Castilla-La Mancha cuentan con una Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM), dependiente de la Policía Nacional. Se trata de unidades especializadas en la lucha contra la violencia de género cuyos agentes se encargan de la investigación de los casos de violencia de género y de la protección de las víctimas.
Con el objetivo de que esta protección se extienda a todos los municipios en 2007 el Ministerio del Interior crea el Sistema de Seguimiento Integral en los casos de Violencia de Género (Sistema VioGen), en cumplimiento de la Ley Orgánica 1/2004 “de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género”.
“Gracias al Sistema VioGen cualquier víctima con orden de protección, de cualquier punto de España, va a tener a un policía que pueda hacerle ese seguimiento ya que el sistema permite recopilar los datos de las víctimas y compartirlos con Guardia Civil o Policía”, explica en una entrevista con este medio Cristina R.P, jefa de UFAM Toledo y encargada en el área de investigación.
Nos vamos hasta la Unidad toledana para conocer de cerca a las personas que han decidido dedicar su profesión a hacer realidad un lema: ‘Hay salida a la violencia de género’.
“Lo que me interesa es que una víctima de violencia de género llegue a denunciar y sienta que la creen, que sienta el apoyo de la Policía, gente que no conoce de nada que se pone de su lado”. Este es el objetivo de Fernando H. G, responsable del área de Protección de UFAM Toledo.
Ambos agentes nos explican cómo el Sistema VioGen, más allá de recopilar los datos de las víctimas de violencia de género de todo el país, notifica a la policía de cualquier cambio en estos casos. “Cuando una víctima se traslada a otro sitio su expediente, con todas las gestiones y con toda la información que ha incluido el policía que le hacía seguimiento, llega al policía nuevo que vaya a hacerse cargo de la víctima”, concreta Cristina.
“Cuando hablo de policía es en genérico, Guardia Civil o Policía, que contactará con la víctima que tenga una orden de protección para darse a conocer y para que ella tenga a ese policía de referencia para cualquier cosa”, detalla una agente que lleva 24 años trabajando con casos de violencia de género.
De esta forma, el Sistema VioGen se convierte en un método de unión entre los diferentes Cuerpos de Seguridad del Estado. Por ello, son los municipios los encargados de solicitar adherirse a esta novedosa herramienta, con el objetivo de que su Policía Local o Guardia Civil reciba estas notificaciones. Solo así sabrán si una víctima de violencia machista se ha trasladado a vivir a su localidad.
Y es que, “la mujer puede poner la denuncia en una comisaría de Toledo pero trasladarse” a cualquier zona en la que no haya UFAM. En el caso de estar en VioGen, las plantillas de locales recibirían esa “alerta que les informará de que esa mujer va a vivir allí y de que tienen que hacerle el seguimiento” o protegerla.
Según datos de la Delegación de Gobierno en la región, sólo seis municipios de toda Castilla-La Mancha tienen operativo el Sistema VioGen. Se trata de Talavera de la Reina, Guadalajara, Puertollano, San Clemente, Tarancón y La Roda. Entre ellos solo una capital de provincia ya que Ciudad Real no renovó su adhesión, que caducó hace dos años, y otras como Toledo solo han anunciado su intención de adherirse, aunque no han comenzado ningún trámite.
Tal y como detallan desde Delegación, Alovera se unirá a estos seis municipios de manera inminente mientras que otros municipios han iniciado los trámites de adhesión con la firma del protocolo, aunque el Sistema todavía no se encuentra activo. Se trata de localidades como las toledanas Esquivias y Navalcán.
“Recibimos cada cierto tiempo cursos para estar al día en las novedades en relación a la violencia de género”
Según la jefa de UFAM Toledo, la empatía policial con las mujeres que sufren violencia de género “existe desde hace mucho tiempo” pero ha aumentado gracias al Sistema VioGen, a la modificación de la Ley y a “la formación que recibimos”.
Y es que, gracias a los cambios legislativos, no sólo los agentes de la UFAM son formados sobre igualdad y violencias machistas. “La formación que se da a Policía Nacional se da a Guardia Civil... Nosotros no entramos en cómo ellos distribuyen sus efectivos pero no es difícil imaginar que en una plantilla de un pueblo pequeño en mitad de no se donde, a lo mejor los efectivos no tienen esa formación”.
Con el objetivo de fortalecer y mejorar su especialización en género, los efectivos de la UFAM continúan su formación durante su carrera. “Se necesita ese reciclaje para estar en estos servicios donde recibimos cada cierto tiempo cursos para estar al día en todas las novedades que hay en relación a la violencia de género”.
Tal y como asegura Cristina, todos los agentes de la Policía Nacional reciben algún tipo de formación en materia de género ya que “ya que hoy en día el tema de violencia de género está en primer lugar”. Así, desde las plantillas del 091, hasta las patrullas de calle o las oficinas de denuncia están preparadas para atender a las víctimas. “No hacen investigación pero si las atienden en un primer momento”.
“También depende de la gravedad de la denuncia. La jefa ha venido muchas veces de noche por un caso de violencia de género y en Guardia Civil pasa lo mismo. Si hay una gravedad en la denuncia que se está interponiendo, llaman al agente más especializado”, específica Fernando.
“De lo que se trata es de informar, asesorar, tomar la denuncia y luego proteger”
Además de la información relativa a las víctimas, el Sistema VioGen también incluye todo lo relacionado con los agresores que, tal y como recuerda la jefa de UFAM Toledo, “no tienen ningún perfil… el perfil es cualquier hombre”.
Según el caso, el hombre es investigado o detenido y, una vez establecida una orden de protección, el equipo de Fernando se reúne con ellos. “Casi siempre dicen lo mismo, pero me interesa ver la forma en que me lo dicen”.
La evolución de la sociedad española está clarísima: hemos pasado de una sociedad machista, a una casi feminista
Según el agente, la mayoría repiten lo mismo: “Está loca, se lo está inventando, lo que pasa es que tiene celos”. Aunque también hay “otro tipo de hombres que te atienden bien y luego el que te dice directamente ‘yo a esta tía la mato’... Si te está diciendo a ti esto, hay que tener mucho cuidado en este caso y es un indicativo de la valoración del riesgo para que esa protección sea mayor”, añade.
¿En qué consisten las medidas de protección?
“No es un policía que va todo el rato detrás de la víctima”, aclara Cristina. “Si el riesgo es alto o extremo habrá un policía, aunque no pegado a ella, pero sí que trataremos que vaya a una casa de acogida o a casa de un familiar que él no conozca y contactaremos con ella para estar presentes cuando vaya a trabajar o cuando vaya a recoger del colegio a sus hijos”.
En esta protección “influye mucho que el agresor esté o no esté detenido porque si desde el principio está detenido esa protección no tiene sentido”, puntualiza Fernando. “Si no está detenido o se ha dado a la fuga y es un caso de riesgo extremo, la protección es policía las 24 horas y al teléfono para acompañarla, llevarla o traerla a cualquier sitio que tenga que ir”.
De esta forma, a pesar de las muchas dificultades que pueda suponer la separación del agresor, la víctima recibe toda la información y recursos necesarios para poder hacerlo, además de la protección de policías que velarán por su seguridad.
“Lo que pasa es que cuando te toca de cerca te vas a sentir perdida porque no sabes cómo va a ir, pero sí sabes qué puertas puedes tocar para que te orienten y te ayuden”, señala la agente quien asegura que una de esas puertas es la policía ya que, aunque no se ponga denuncia, se protegerá a la víctima desde el primer momento.
Tal y como explica Fernando, “desde que la víctima denuncia tiene protección, pero si no denuncia también si el riesgo que se determina en la valoración es alto, extremo, medio”. “Antes sin orden de protección judicial no se protegía. Se trata de un cambio de hace unos años”.
De esta forma, el agente anima a cualquier mujer que esté siendo víctima de violencia de género a acudir a la policía.
“Hemos tenido víctimas que son mujeres policías, abogadas, psicólogas… y todas, en ese momento están perdidas, imaginate cuando tienes delante a un ama de casa o una mujer extranjera”, explica. “Por eso ese primer contacto, que en general es con la Policía o la Guardia Civil, es tan importante: primero para que se desahoguen, cuenten lo que pasa y poder ayudarlas, pero sobre todo para informarles de cómo va todo esto”.
Y es que, según Fernando, “de lo que se trata es de informar, asesorar, tomar la denuncia y luego proteger”. “Queremos que la víctima sienta que las está atendiendo, que lo que está diciendo es importante, que se de cuenta de las patrañas que le venía diciendo su pareja cuando le decía que no le iba a hacer caso nadie, despreciándola y humillándola… queremos que cuando llegue a denunciar sienta que la creen”.
Fernando tiene claro que estos cambios en el trabajo policial reflejan toda una transformación social. “La evolución de la sociedad española está clarísima: hemos pasado de una sociedad claramente machista, a una sociedad casi feminista”.
Por mucho avance que haya hay pocos efectivos para la cantidad de víctimas
Agilizar trámites es una de las principales ventajas que destacan ambos agentes, quienes valoran positivamente que el Sistema VioGen recoja “todo lo que se hace con cada víctima” de tal manera que cualquier policía, en cualquier punto de España, puede conocer los detalles de los casos, tanto de las víctimas como de sus agresores.
Más allá de esta digitalización, “es fundamental el trabajo telefónico porque, por mucho avance que haya, hay poco efectivo para la cantidad de víctimas que tienen órdenes de protección”, explica Fernando quien añade que no puede haber un policía acompañando a cada víctima. “El propio Sistema cataloga el riesgo de las víctimas y es cuando están en riesgo no apreciado cuando el seguimiento es prácticamente telefónico”.
Aún así las medidas de protección son flexibles dependiendo del riesgo. “Si la víctima nos informa de que tiene que ir a algún sitio donde su agresor suele estar la acompañamos y si esto ocurre en una demarcación fuera de la nuestra contactamos con la Guardia Civil o la Policía de allí para que ellos hagan la protección”, detalla el agente quien asegura que esta comunicación entre Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se realiza actualmente aunque no se esté en el Sistema VioGen.
Por ello, más que mejorar la coordinación, Cristina destaca que el Sistema ha hecho de la recopilación de datos un “proceso automático”. “Que hayamos llegado al Sistema VioGen permite que de una manera casi automática se conozca que una víctima se ha mudado. El policía de allí recibe la alerta de que esta mujer se ha trasladado allí con todo su historial y luego puede llamarla para ampliar información o concretar algún dato, pero ese aviso lo recibe automáticamente”.
“En 2004 no había ni siquiera leyes sobre violencia de género”, recuerda Fernando quien pone así en valor los avances conseguidos hasta ahora. “Sin duda la situación de las víctimas ha mejorado completamente porque la ley la protege mucho más, abarca más situaciones que antes no se consideraban violencia de género y el hecho de ser víctima de violencia de género conlleva una serie de derechos que antes no tenían”, añade su jefa.
“Todo eso favorece la situación de la víctima, aunque evidentemente el sistema nunca va a ser infalible, siempre se puede mejorar y dar más pasos para que las mujeres estén más protegidas”, afirma la agente quien anima a los municipios a adherirse ya que de esta forma se repartirían la protección entre los agentes de los diferentes cuerpos. “Esperamos que sea una buena experiencia”, vaticina Fernando.