“Catástrofe sin precedentes” en Letur: una persona fallecida por la riada y otras cinco siguen desaparecidas

Cerca de 200 personas trabajan desde este miércoles en el dispositivo que se ha puesto en marcha en Letur (Albacete) tras la riada sufrida en el municipio en el que una mujer “de avanzada edad” ha perdido la vida.

Su cuerpo se ha encontrado a algo más un kilómetro de la rambla por la que discurrió el agua, muy cerca de la depuradora del municipio. Su cadáver ya ha sido levantado y trasladado del lugar. Se trata de la segunda persona que ha fallecido en Castilla-La Mancha como consecuencia de las fuertes lluvias vividas en la región este martes, después de que se encontrara sin vida a una mujer de 88 años, en la localidad de Mira, en Cuenca, localidad también muy afectada por las inundaciones.

Durante todo el día se ha trabajado en labores de localización de otras cinco personas que siguen desaparecidas. Se ha realizado un “primer barrido” en la rambla por la que discurrió buena parte del agua. El delegado de la Junta de Castilla-La Mancha en Albacete, Pedro Antonio Ruiz Santos recordaba a última hora de la tarde del miércoles lo ingente de la labor. “Hasta el río Segura hay cinco kilómetros de rambla desde Letur”. 

Mañana a primera hora se incorporarán a las tareas dos perros del Servicio Cinologico de la Guardia Civil que se sumarán a los canes que han explorado la zona a lo largo del miércoles.

Se trabaja por sectores, tres en concreto. Ruiz Santos se ha mostrado confiado en que estas cinco personas puedan “aparecer con vida”. Ha reconocido que las labores de búsqueda y desescombro en un lugar completamente arrasado están siendo “muy complejas”, entre otras cosas por la abundancia de pozas.

Sobre el terreno trabajan cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y también miembros del ejército En concreto fueron 12 en un primer momento los que lo hicieron de forma voluntaria al encontrarse de maniobras en la zona. Se trata de militares del Mando de Operaciones Especiales (MOE) del Ejército español, más conocidos como los 'boinas verdes' que han rescatado este martes a una decena de personas. Además, hoy se han incorporado más efectivos desde Alicante y en total son ya 51. Junto a ellos están colaborando agentes medioambientales, bomberos de Hellín y Molinicos, personal de protección civil, de la empresa pública GEACAM y voluntarios.

La Guardia Civil de Albacete ha explicado que ya se han incorporado al dispositivo varios canes especialistas en la búsqueda de personas desaparecidas y cinco efectivos del Grupo de Especialistas en Actividades Subacuáticas (GEAS) con sede en la localidad madrileña de Valdemoro. 

En paralelo, personal de la Diputación de Albacete está construyendo una rampa de acceso a la ‘zona cero’ para que pueda entrar la maquinaria pesada. No lo hará, ha remarcado Ruiz Santos, hasta que no se haya localizado a los desaparecidos. 

Ha informado también de la presencia de vecinos en la que se ha llamado “zona segura” de la población porque no se vio afectada por la riada. Son 21 en total de los que 19 han sido desalojados ya que dos han querido permanecer en sus casas de manera voluntaria. El traslado obedece a reforzar todavía más su seguridad “por si cambian las circunstancias”.

A las ocho y media de la mañana habrá una nueva reunión en el Puesto de Mando Avanzado y está previsto que pueda facilitarse nueva información sobre los resultados de la búsqueda en torno a las 10 de la mañana de este jueves. 

“Catástrofe sin precedentes”

“Catástrofe sin precedentes” y “con mayúsculas”. Ha sido el balance del alcalde de la localidad, Sergio Marín, que ha comparecido por la mañana y que advertía de que “no se puede dar un número exacto” de personas desaparecidas. Además, Marín ha explicado que no se puede “cerrar la hipótesis” de que haya más gente que no esté localizada.

“Lo principal y lo que importa es que no haya daños personales, los materiales por supuesto se valorarán más adelante”, afirmaba Marín. El alcalde ha indicado que un arquitecto estaba valorando la posibilidad de “colapso” en algunas de las viviendas del pueblo, y ha agradecido también a todos los vecinos que se han “volcado” con el municipio. Finalmente, ha resaltado que se está intentando restablecer el suministro de agua potable “de la mejor manera posible”.

El Ayuntamiento de Letur ha pedido a la ciudadanía que no se desplace hasta la localidad, para evitar “aglomeraciones”, pero ha agradecido la “infinidad” de propuestas para colaborar en el dispositivo. “En el supuesto que el dispositivo de emergencia necesitará colaboración ciudadana se daría a conocer con antelación”, recalcan en una publicación en Facebook.

Carlos se salvó del torrente “por un milagro”

Vecinos de la localidad han relatado a Europa Press cómo vivieron los efectos devastadores de la riada. Es el caso de Carlos Martínez, que declara a la agencia que se salvó del torrente “por un milagro”, ya que acababa de cerrar su estanco situado en el centro del municipio. “Estaba saliendo del negocio y justo en ese momento veo un ciclón de agua marrón venir hacia abajo”.

El joven de 29 años no tuvo tiempo de avisar a nadie, y se puso a llorar y rezar “por los que estaban en las casas que se estaban yendo al garete, sintiendo rabia e impotencia”. De su tienda, emplazada en la zona turística que ha sido precisamente la más afectada, no ha quedado nada. “La DANA se lo ha llevado todo, ha sido una ruina. Pero es lo que menos importa. Yo al menos estoy bien. Lo importante es encontrar a los que han desaparecido”, ha afirmado el joven.

Un matrimonio israelí de 59 y 54 años, que estaba de senderismo en el pueblo en el momento de la riada, relata que llegaron al pueblo tras visitar Valencia. “Estábamos haciendo una ruta cuando empezó a llover mucho y a subir el nivel del agua del río. Nos asustamos y corrimos de vuelta a Letur”.

Fue entonces cuando vieron una cascada que salía desde el propio pueblo. La pareja ha pasado la noche en el centro de acogida habilitado en la escuela y ahora espera instrucciones de las autoridades: “Nuestro coche con todas nuestras pertenencias estaba en el casco antiguo. No hay ni rastro de él”.

Vecinos de la localidad han asegurado a Europa Press que la hora más crítica fue sobre las 13:45 horas del martes. Irene Ruiz, de 42 años, ha relatado que estaba comiendo en un día en el que “nadie sospechaba nada, simplemente parecía que estaba lloviendo bonico”. Fue entonces cuando la llamó una vecina advirtiéndole de la situación que estaba empezando en el centro del pueblo.

“Me avisó de que mi casa estaba desbordada y vine corriendo. Mi suegra y mi cuñado se quedaron atrapados en la casa de al lado durante horas hasta que por la tarde los pudieron sacar los equipos de rescate”. Todo el bajo de su casa ha quedado fuertemente afectado por el agua. “Esto es un barrizal, todas las puertas de mi casa están reventadas y hay fango por todos lados”.

Jesús Amores es propietario del restaurante El Castillo, y asume que su negocio ha quedado totalmente destruido. “No podemos ni acercarnos al centro de la ciudad, está todo destruido. El pueblo va a tardar años en recuperarse de esto, y no sólo por los daños materiales”, ha afirmado.

Daños “terribles”

Unos 40 vecinos pasaron la noche del martes en el colegio de la localidad que se convirtió en un albergue provisional durante la tarde de este martes, para poder acoger a quienes no pudiesen pernoctar en sus propias viviendas. El delegado de Gobierno de Castilla-La Mancha en la provincia, Pedro Antonio Ruiz, resaltaba en la noche del martes que parte de la localidad se encontraba sin suministro eléctrico y que la cobertura telefónica estaba también afectada por las intensas lluvias.

“Varias casas han sufrido daños terribles. Es un drama, pero mañana no va a llover y podremos volver a trabajar”, zanjaba. El colegio no abrirá para el alumnado y el equipo directivo se encuentra atendiendo a las familias que lo necesitan.