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“Ni explotación ni autoexplotación”: cinco claves de la Estrategia de Economía Social de Castilla-La Mancha

Varios años ha costado que la economía social se haga con un hueco de relevancia entre las prioridades en el Gobierno de Castilla-La Mancha. Pero ya es una realidad. Después de la elaboración de un Libro Blanco hace casi tres años, esta comunidad autónoma ya cuenta con su propia Estrategia de Economía Social, donde la formación reglada y el emprendimiento juegan un papel fundamental.

El presidente autonómico, Emiliano García-Page, y la consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco, lo presentaron a finales de año. Esta planificación está articulada mediante siete ejes, una veintena de objetivos y más de un centenar de medidas estratégicas, con un presupuesto de 12 millones de euros a ejecutar hasta el año 2026.

Con ello, el Gobierno castellanomanchego quiere impulsar un sector que vertebra social y económicamente a la región, que genera más de 20.000 empleos y del que dependen de manera directa 175.000 familias.

Diversidad, inclusión y una futura ley

La estrategia, a la que ha tenido acceso elDiarioclm.es, tiene entre sus objetivos más relevantes la incentivación a la constitución de empresas de economía social a través de líneas de ayuda, primando la diversidad y la inclusión. Quiere impulsar así un modelo de empresa “responsable y sostenible”, capaz de crear y mantener empleo “seguro y saludable” y que además sea clave en la transición verde y digital.

El Ejecutivo regional ya contempla una futura Ley de Economía Social, la consolidación del Consejo Regional de este sector y medidas para “transversalizar” el modelo en la Administración Pública en su relación con el tejido socioeconómico de la comunidad autónoma.

Compra responsable y sello distintivo

Entre las medidas más concretas, destaca el fomento de la compra responsable a través de la incorporación de cláusulas sociales a los procesos de los diferentes departamentos de la Administración Pública. Se refiere con ello a cláusulas sociales, impulso de la reserva de mercado para centros especiales de empleo y empresas de inserción y reconocimiento de sistemas de medición de valor social.

Asimismo, prevé la puesta en marcha de un sello o distintivo identificativo de “Empresa de Economía Social”, creando un órgano mixto público-privado que verifique el cumplimiento del reglamento técnico de concesión de ese sello.

Para ello, se incorpora también el diseño de código QR con el que se desplieguen “los valores y principios” que supone tal distintivo (podría ser un proyecto de ámbito estatal o, en cualquier caso, a nivel regional).

Formación reglada, incentivos y reconversiones

Incorporar a los planes de formación reglada contenidos específicos relacionados con la economía social, poniendo en valor especialmente sus “valores democráticos, inclusivos, igualitarios y sostenibles” es otra de las medidas incluidas en la estrategia y también una de las más valoradas en el sector.

Todo ello se complementa con la incentivación a la constitución de empresas del sector a través de líneas de ayuda, asesoramiento para planes de negocio, apoyo en el registro y gestión inicial o acompañamiento en la financiación.

Está directamente relacionado con la intención del Ejecutivo de fomentar la “reconversión” de otros modelos societarios que se encuentren en crisis o con falta de relevo generacional, a empresas de economía social, principalmente cooperativas de trabajo asociado.

Contra la despoblación

De igual forma, la Estrategia vislumbra la promoción de este modelo para evitar la despoblación en municipios en riesgo de despoblamiento, buscando el máximo aprovechamiento de las iniciativas reflejadas en la Ley de Medidas Económicas contra la Despoblación en Castilla-La Mancha:

De hecho, el Gobierno castellanomanchego, entre otras acciones concretas, quiere poner en marcha un proyecto piloto para la creación de cooperativas y empresas de inserción en zonas en riesgo de despoblamiento.

El sector valora que se pueda emprender “más allá de la empresa capitalista”

La Red de la Economía Alternativa y Solidaria (REAS) hace una valoración muy positiva de la estrategia después de que también saliera adelante hace meses el Consejo Regional de la Economía Social. Fuentes de este colectivo explica que esta planificación se ha llevado a cabo contando con las aportaciones de la Confederación Empresarial Española de la Economía Social, de las que han asumido prácticamente su totalidad.

Valoran así la importancia cuantitativa y cualitativa que el Ejecutivo autonómico da al sector, tanto en facturación como en creación de empleo, destacando el hecho de que “ya no solo se trata de las cooperativas agrarias sino de otros sectores como la inserción, el transporte o la educación”. 

Además de Dotar de recursos al modelo, con 12 millones de euros, desde la REAS también avalan las medidas más concretas. “Lo que más valora la gente de la economía social es la formación reglada y el apoyo al emprendimiento. Sobre todo, que la gente joven pueda conocer que existen otras formas de emprender que no son las clásicas startups o las fórmulas de empresa capitalista”.

 “Ni explotación, ni autoexplotación, sino autoorganización desde la cooperación y la equidad para emprender en sectores diversos con impacto social”, concluyen desde este colectivo.