“Falta de rigor” en los datos oficiales de los accidentes de caza que dejaron cuatro muertos en Castilla-La Mancha en 2024
Castilla-La Mancha registró cuatro accidentes mortales por actividades cinegéticas en 2024. El primero de ellos, el 27 de enero, cuando un hombre de 79 años murió tras recibir un disparo mientras cazaba. Ocurrió en la localidad de Los Navalucillos en Toledo. Otro cazador murió en el mes de septiembre, el día 30, tras precipitarse del árbol en el que estaba “al acecho” mientras cazaba en Añover de Tajo, también en Toledo.
El 8 de diciembre, un hombre falleció por el disparo de una escopeta, en Almadén, Ciudad Real, y otro el día 21 del mismo mes, también por un disparo, en San Lorenzo de Calatrava, en Ciudad Real. Son datos del Servicio de Emergencias del 112, a los que cabe añadir, otros tres incidentes de cazadores heridos en cacerías en varios puntos de la región.
Según Colectivos contra la Caza, Castilla-La Mancha es la comunidad con más personas fallecidas mientras cazaban. Pero esta agrupación de asociaciones y colectivos advierte también de la “falta de rigor” en los datos oficiales de los accidentes de caza, y se basa en un recuento propio de los siniestros ocurridos en cada comunidad autónoma. Según estos datos, efectivamente, Castilla-La Mancha es la región donde se han registrado más incidentes mortales, seguida por Andalucía, con tres personas muertas, y una en Asturias, Castilla y León, Extremadura y Madrid, respectivamente.
Desde la Junta de Comunidades castellanomanchega apuntan a que la Administración regional “no es la responsable” de este tipo de estadística, que sí se recopila a través del servicio del 112 dependiente de la Consejería de Hacienda, Administraciones Públicas y Transformación Digital. De esta manera, apuntan a que los que sí son responsables son los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.
Este medio ha consultado al Ministerio de Interior al respecto. El departamento del Gobierno de España explica que “no se contabiliza” esta tipología de accidentes, sino las “denuncias de posibles delitos”. Desde la Delegación del Gobierno en Castilla-La Mancha se han ofrecido los datos señalados con anterioridad.
Piden un estudio que permite disponer de estadística
El movimiento Colectivos contra la Caza critica la “falta de estudios y datos oficiales sobre los muertos, heridos y accidentes vinculados a la actividad cinegética y la carencia de rigor en los datos que difunde el Gobierno”. Asegura que el Ministerio de Interior “debería tomar medidas urgentes”, al considerarlo el “directo responsable” de la regulación de tenencia de armas en el país.
Por eso, pide también que se realice un estudio sobre los accidentes provocados por cazadores que permita disponer de estadística. Otra de sus reclamaciones pasa por que se considere a los accidentes de tráfico provocados por animales, durante y tras jornadas cinegéticas, como “accidentes provocados por los cazadores y gestores de cotos”.
Igualmente, exigen que haya controles de alcoholemia y estupefacientes “periódicos” en los cotos de caza, y exámenes psicotécnicos “más restrictivos y periódicos”.
Finalmente, insisten en limitar la edad de caza hasta los 70 años y restringir la presencia de menores.
La Federación de Caza habla de “imprudencia, ambición y fatalidad”
Entidades relacionadas con la actividad cinegética como la Federación de Caza de Castilla-La Mancha han realizado un llamamiento a la “prudencia y seguridad” en las acciones de caza, recordando que en el último mes de 2024 se sufrieron dos accidentes mortales y uno “muy grave” durante una montería.
“La imprudencia, la ambición y alguna vez la fatalidad, están detrás de la mayoría de estos hechos desgraciados, por ello instamos a todos los cazadores a que extremen las medidas de seguridad, cumplan la normativa y actúen con sentido común, para evitar cualquier situación de riesgo”, señalan a preguntas de elDiarioclm.es.
Desde la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha insisten en que su competencia se reduce a la regulación de la actividad cinegética, como por ejemplo la relacionada con los permisos para los puestos y cotos de caza, así como la definición de las especies y la temporada en la que se pueden cazar.
El Gobierno de Emiliano García-Page se limita a señalar que “recomienda” el cumplimiento de “todas las medidas de seguridad”, tal y como se establece en el Reglamento de Caza regional, y resalta que es un requisito conocer estas medidas para obtener la licencia de caza.
Hay que tomar los datos desde el punto de vista relativo. Lógicamente, el número de actividades cinegéticas en Castilla-La Mancha es mucho mayor que el que se puede producir en cualquier parte de la zona norte de España
“Es cierto que aunque solo fuera un accidente mortal, ya es una cifra grande”, reflexiona en conversación con elDiarioclm.es el director de la Fundación Artemisan, especializada en la defensa de las acciones cinegéticas, Luis Fernando Villanueva. Los cuatro accidentes de 2024 le parecen una “absoluta desgracia”, pero también matiza que esos datos deben contrastarse con las “miles de actividades” de caza que se producen al año en esta comunidad autónoma para sacar conclusiones. “Habría que hacer un estudio y compararlo con otro tipo de actividades de riesgo”, señala Villanueva.
“Pero lo que sí hay que hacer lógicamente es trabajar mucho en prevención, formar tanto a cazadores como organizadores”, señala. “Hay que tomar los datos desde el punto de vista relativo”, asevera. “Lógicamente, el número de actividades cinegéticas en Castilla-La Mancha es mucho mayor que el que se puede producir en cualquier parte de la zona norte de España”, añade, al respecto.
También rechaza que no exista un estudio de estadísticas al respecto, y apunta a las compañías de seguro especializadas en actividades cinegéticas como Mutuasport que “por supuesto que lo tienen”. Este medio se ha puesto en contacto con dicha compañía, sin recibir respuesta de momento.
También critica que este tipo de asociaciones “olviden” que se trata de una actividad “completamente necesaria” para la “socioeconomía de nuestros pueblos y también para nuestro medio ambiente”. “Nuestros espacios protegidos están gestionados por cazadores, es la gente que realmente gestiona el campo”, remata.
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