María Jesús Pascual es teniente coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil en la provincia de Cuenca. Este jueves ha cambiado el puesto de mando por la tribuna de las Cortes de Castilla-La Mancha. Ha participado junto a otras cuatro mujeres de distintos ámbitos de la sociedad castellanomanchega en el Pleno institucional con motivo del 8 de marzo.
“Es un honor representar a las mujeres conquenses en este sencillo, pero emotivo acto para celebrar el día de las mujeres”, decía durante su participación en el acto en el que ha pedido “romper estereotipos que siguen vigentes en la sociedad, aunque en menor grado”.
Se ha referido a la mujer rural, mayoritaria en el territorio y que, aseguraba, juega un papel determinante contra la despoblación.
Lo contaba tras recordar que un 13 mayo de 1844 se fundó la Guardia Civil con cerca de 2.000 hombres y que no fue hasta 1948 cuando las primeras mujeres “sin divisas ni armamentos”, se incorporaron a la Benemérita. Explicaba cómo entonces, en plena dictadura franquista “surgió la necesidad de presencia de la mujer para registros corporales”, aunque entonces ni siquiera se llamaban guardias civiles. Respondían al nombre de ‘matronas’ y normalmente eran viudas y huérfanas de guardias civiles.
Tuvieron que pasar 144 años desde la fundación del Cuerpo, hasta que en 1988, la incorporación de la mujer a la Guardia Civil se hiciera realmente efectiva, con el ingreso 197 mujeres de la que fue la primera promoción de la escala básica de cabos y guardias. Tuvo que pasar todavía más tiempo para que la primera mujer ingresase en la Academia General Militar de Zaragoza, donde se forman los futuros oficiales.
Ocurrió en 1998 y aquella mujer era Cristina Moreno, hoy teniente coronel de la Comandancia de Guadalajara. “Yo seguí sus pasos”, ha recordado hoy en las Cortes de Castilla-La Mancha ante diputados y diputadas y la consejera de Igualdad, Sara Simón, entre otras personas invitadas. Fue la mujer número 11 en lograr ser teniente de la Guardia Civil, con destino en Aracena (Huelva) y con especialidad en seguridad ciudadana.
“Me he convertido en la primera mujer en mandar en una Unidad Orgánica de Policía Judicial, en ser la primera mujer jefa de Operaciones y de una Comandancia. Ahora ostento el puesto en Cuenca. Es un gran privilegio, una responsabilidad y un gran reto profesional”, decía con orgullo.
Dice que se toma “con naturalidad” el hecho de dirigir a una mayoría de hombres porque “¿qué diferencia habría si fueran mujeres? ¿Acaso no desarrollan su trabajo de la misma forma?”, se preguntaba. Al terminar ha hecho público su “reconocimiento para los hombres de mi vida: mi padre mi marido y mi hijo por ser defensores del verdadero papel que debe jugar la mujer en la sociedad. También agradezco a las mujeres que me han apoyado, especialmente a mi madre”.