- Precisa que el 80% del alumnado comparte fuera del ámbito escolar los contenidos de la asignatura por la igualdad que se realiza en 'pilotaje'
Tras casi dos meses desde su aprobación, la Ley por una Sociedad Libre de Violencia de Género de Castilla-La Mancha ha conseguido que la región lidere la lucha contra el machismo en España. Al menos así lo describe la directora del Instituto de la Mujer, Araceli Martínez, quien nos abre las puertas de su despacho y nos habla de los detalles una ley que que ya se ha convertido en “un elemento identitario para nuestra comunidad”.
Desde el inicio de esta legislatura, el Gobierno de Emiliano García-Page ha apostado por la erradicación de la violencia de género de forma transversal y con esta ley, según Martínez, se blindan unas medidas de las cuales un 95% ya se habían puesto en marcha. “Solo nos queda por desarrollar el decreto de los huérfanos por violencia de género; el decreto para regular las ayudas a las personas dependientes; y el órgano de vigilancia”, explica Martínez. “Hemos puesto en marcha medidas que por primera vez se adoptan en España como el reconocimiento de los menores como víctimas de violencia de género o el fortalecimiento de su atención psicológica tanto si son hijos de víctimas o propias víctimas.”
Respaldada por el Pacto de Estado contra la Violencia de Género y por el II Plan Estratégico regional para la Igualdad entre mujeres y hombres, la ley castellano-manchega, según asegura Martínez, cuenta con el presupuesto necesario para su permanencia. “Desde que hay un presidente feminista, como lo hay en el Gobierno de España, y como lo hay en Castilla-La Mancha, podemos disponer de un presupuesto, aunque ya estábamos ejecutando muchas de las medidas del pacto de manera pionera”, señala la directora del Instituto de la Mujer.
Según el Pacto de Estado, no es necesario que una víctima de violencia de género presente una denuncia para ser reconocida como tal. “Eso ya lo estábamos haciendo en Castilla-La Mancha”, puntualiza Martínez, quien recuerda que, desde hace dos años, algunos colegios de la región aplican el piloto de la asignatura de Educación en Igualdad que también aparece en el Pacto de Estado. “Nuestra ley establece la obligatoriedad de esta asignatura y el Gobierno regional cuenta con dos años para su total aplicación”. “Solamente desde la prevención primaria, con actuaciones para evitar que la violencia de género se produzca, podremos lograr cortar la expansión del machismo”, añade.
El Instituto de la Mujer estima que el 90% del alumnado está satisfecho con la asignatura y que el 80% comparte sus contenidos fuera del ámbito escolar. De esta forma, “avanzamos de manera exponencial en favor de la igualdad, modificando un sistema de creencias, comportamientos, conductas y estructuras sociales que son las que sustentan el machismo”.
La ley castellano-manchega aporta sus propios fundamentos tal y como puede ser el objetivo de fomentar las “nuevas masculinidades” para que “los hombres también adquieran una posición crítica y transformadora de sí mismos con la que poder avanzar”.
Entre las novedades aplicadas por el Gobierno de García-Page, Araceli Martínez señala que todas ellas han mejorado la calidad de vida de las víctimas de manera verídica ya que se vienen aplicando durante toda la legislatura. “Se ha fortalecido la red de centros de la mujer y de centros de acogida con la creación de nuevas figuras profesionales y con la obligación de que al menos una tarde a la semana los centros estén abiertos. Además, se ha creado un centro de valoración integral y se ha aprobado la atención a largo plazo de las víctimas de agresiones sexuales”.
Todas las medidas “están garantizadas para el futuro”
“El Partido Popular ha tenido tres años para transmitirnos todo aquello en lo que considerara que la ley era mejorable y, sin embargo, no lo ha hecho” comenta Araceli Martínez respecto a las críticas de un PP que califica de “demagogia”. “Las medidas se están desarrollando, por lo tanto cuentan con presupuesto para ello, están garantizadas para el futuro”.
“Castilla-La Mancha se había caracterizado históricamente por abanderar la lucha contra la violencia de género con medidas novedosas. Sin embargo, este espacio se perdió de una manera dramática durante el Gobierno de Cospedal”, explica Martínez.
La transversalidad y las medidas aprobadas por Ley por una Sociedad Libre de Violencia de Género podrían conseguir acabar con este tipo de violencia, ya sea en su forma física, psicológica o sexual, entre otras. “No solo estamos previniendo la violencia de género, sino que implícitamente estamos evidenciando el machismo de nuestra sociedad y que es necesario erradicarlo para eliminar la violencia de género y promover una sociedad más igualitaria”, añade la directora.
Bajo este objetivo se diseñará el “órgano de vigilancia”, una nueva figura pública que se encargará de detectar “todas esas conductas sexistas de la publicidad, los medios de comunicación o las redes sociales, donde sabemos que el machismo y la violencia de género se expanden de una manera muy preocupante.”
La prevención, sensibilización y concienciación expuestas en la normativa están especialmente diseñadas bajo “criterios de discriminación positiva hacia el medio rural” ya que, según Martínez, “las mujeres del medio rural no necesitan medidas especiales para ellas, sino que les resulten accesibles”.