La pandemia de coronavirus ha dejado imágenes muy duras, sin embargo, esta crisis sanitaria ha sido el detonante de numerosas manifestaciones solidarias que se han podido ver durante esta semana en distintas partes de Castilla-La Mancha.
A título individual o colectivo, muchas personas han identificado necesidades sociales y les han dado respuesta. En Eldiario.es de Castilla-La Mancha hemos dado voz a estas iniciativas, tanto en reportajes como en nuestro ‘Minuto a minuto’, y hoy las recopilamos para dejar rastro del buen ejemplo de muchos de nuestros vecinos y vecinas.
El gesto de un barrendero de Guadalajara
“Soy el barrendero que trabaja la zona de Diputación y me ofrezco a recoger las bolsas de basura de personas mayores y con cierta dificultad para yo llevarlas hasta el contenedor y que ellos permanezcan el más tiempo posible dentro de sus domicilios”. Este era el mensaje con el que un barrendero de Guadalajara se ofrece a recoger personalmente la basura de las personas más vulnerables al virus o con problemas de salud que les dificulten esta tarea.
Se trata de un favor sencillo que no tiene precio y con un gran significado ante la actual crisis sanitaria. La ayuda del trabajador ya ha sido solicitada por personas como esta anciana de 93 años.
“Si alguien le interesa que me mande un Messenger y yo les digo a qué hora pasaré aproximadamente por su calle”. Haciendo click en este enlace se puede acceder a su perfil y enviar un mensaje.
El voluntariado de los más jóvenes en tiempos de cuarentena
El coronavirus ha despertado la solidaridad de los más jóvenes. “Cuando se decretó la cuarentena supe que yo quería ayudar”, afirma Carlos López quien, con tan solo 19 años, es uno de los participantes en la red de voluntariado joven creada en Tomelloso para hacer la compra de las personas mayores de la localidad.
La inquietud de Carlos fue la misma que sintió Ana Sesnero Marquina, estudiante del tercer año de Educación Social, quien formalizó la red bajo la iniciativa 'Guante con guante' donde ya participan unos 50 jóvenes que invierten su cuarentena en realizar los recados de la población más vulnerable. Los recados que van surgiendo se los reparten en función de su disponibilidad y de su cercanía con el beneficiario. De este modo evitar su propia exposición y reducen sus movimiento al máximo.
Cuando los restaurantes cierran, la solidaridad despierta
'Pausa Bar' y 'Gunkan' son dos establecimientos de Albacete que han decidido utilizar todo el excedente alimenticio que se quedó en sus cocinas, ante el cierre de todos los bares y restaurantes el pasado 14 de marzo, para elaborar menús solidarios.
Desde sus establecimientos hosteleros cocinan con destino a “aquellos cuya preocupación no es cómo van a afrontar los pagos, sino comer”, explicaba Juan Pedro Sarrión, responsable del ‘Pausa Bar’, en declaraciones a este medio.
Tanto Sarrión como Francisco León de ‘Gunkan’ sintieron “el deber de ayudar” cuando se decretó el estado de alarma. Para ello, cada día se ponen en contacto con la institución benéfica ‘El Cotolengo’ desde donde les dicen cuántas comidas les hacen falta para atender a las personas que allí residen durante la cuarentena. La semana pasada hicieron más de 300 comidas siguiendo los protocolos de seguridad sanitarios.
La solidaridad ‘maker’ para dotar de pantallas protectoras a sanitarios
Ante la escasez de equipos de protección individual, son muchas las personas y negocios que han empleado su tiempo y su profesionalidad en elaborar los materiales necesarios para que en esta lucha nuestro personal sanitario salga indemne.
Un ejemplo de ello son las pantallas protectoras, viseras reutilizables tras su desinfección, que se están fabricando con impresoras 3D en base a un diseño y material homologado para este uso. En Castilla-La Mancha, la comunidad ‘maker’ se ha organizado a través de un grupo de Telegram que cuenta ya con más de 550 usuarios.
Particulares en casa con sus propias impresoras 3D o laboratorios de fabricación digital están volcados desde hace varios días en el abastecimiento de estas viseras a los centros hospitalarios de la comunidad autónoma.
Hasta el momento, todo este trabajo se está llevando a cabo de manera altruista y gracias a las donaciones que están recibiendo de PVC (policloruro de vinilo, un material biodegradable con el que realizan la pantalla), del filamento que requiere la impresora para producirlas o de la goma que llevan para ajustarse a la cabeza.