Son los vehículos que mejor conocen el medio urbano y rural, los que tienen mayor movilidad por el territorio y los que mejor se distribuyen por toda la geografía. Los taxis son un servicio de transporte básico cuyo desplazamiento, en determinados casos, puede ser vital. Así ocurre por ejemplo con personas que están enfermas, pero también se han demostrado como esenciales para la asistencia a mujeres víctimas de violencia machista. Ya sea porque acaban de sufrir una agresión, por una amenaza o porque temen sufrirla, subirse a un taxi y alejarse del peligro puede suponer una “diferencia fundamental”.
Por este motivo, la Delegación del Gobierno en Castilla-La Mancha ha convertido a los taxis de la región, un territorio con mucha dispersión poblacional y zonas remotas, en 'Puntos Violeta' contra la violencia de género. Lleva trabajando meses con la Federación regional del Taxi de la comunidad autónoma para convertir estos vehículos en “centros móviles” de ayuda, información y acompañamiento para posibles víctimas. Y ya se ha hecho posible.
“Dará seguridad a la mujeres, información y acompañamiento en caso de que así lo requieran. Es una manera de involucrarnos de lleno. Hemos querido dar ese paso porque el taxi tiene esa capacidad. Llegamos a todas partes, tenemos una movilidad muy alta en todas las provincias y queremos ser un faro para las mujeres, para que puedan ver un taxi y acceder a él como recurso siempre que lo necesiten”, explica el presidente de la Federación del Taxi de Castilla-La Mancha, Manuel García Naharro.
En tan solo unos días, casi un millar de los vehículos federados incorporarán la pegatina que los identifica como 'Punto Violeta', estarán equipados con todo tipo folletos, información y recursos, y con la formación lista para que los taxistas sepan cómo actuar en caso de atender a una víctima.
Áreas amplias y situaciones complejas
“Queremos ser un refugio. El taxi lo toma habitualmente la ciudadanía y no es tan expuesto como ir a la Comisaría o a los Centros de la Mujer. La discreción es algo muy importante en el medio rural. El taxi es cercano y ahora también se ofrece como amparo”, añade este taxista de Ciudad Real. De hecho, insiste en que esta iniciativa no solo se centra en la identificación del taxi como tal para obtener información, sino que también “lo hacemos para servir en áreas muy amplias”. Recuerda que antes de este proyecto con la Delegación del Gobierno, ya se han dado casos en los que los taxistas tienen que hacer frente a situaciones muy complejas. Lo que ahora hacen es “abrirse” y que “las mujeres puedan recurrir a nosotros para pedir ayuda”. Para ello se han formado y preparado, para una función que reconoce puede ser “vital” en algunas ocasiones.
El proyecto se ido fraguando poco a poco. La Federación del Taxi ya había mantenido varias reuniones con las diputaciones provinciales y las subdelegaciones del Gobierno para abordar el traslado de las mujeres víctimas de violencias machistas. El objetivo era que tuvieran un protocolo único de actuación, una formación específica “para no meter la pata”. Y al final surgió esta idea, que según apunta Manuel García Naharro, se ha recibido con aceptación total en el sector. “Todo sea por erradicar esta maldita lacra”.
Además, identificados como 'Puntos Violeta', se convierten también en un escaparate en movimiento contra la violencia machista, ya que, al transitar por las ciudades, los ven continuamente muchos hombres y mujeres. “Con ello también podemos sensibilizar a la mayor gente posible y entre todos luchar contra ello. Tenemos una movilidad importante, nos ve todo el mundo y esas dos cosas, junto con algo de formación y ganas de ayudar, suponen un paso muy importante”.
Un sector “masculinizado”, no “machista”
Añade asimismo que aunque hablamos de un sector “masculinizado”, no es un colectivo machista. “Puede haber de todo, como en cualquier otro sector, pero nuestra sensibilización y nuestras ganas de aportar y de luchar contra la violencia están más que demostradas, porque es una lucha que lo merece”.
No es la primera vez que la Federación del Taxi de Castilla-La Mancha se embarca en erradicar la violencia machista. Mantiene continuas iniciativas propias y colaboraciones con diferentes administraciones. El propio Reglamento regional del Taxi aprobado en 2018 aprobó dos medidas pioneras a propuesta del propio sector: la prohibición de la publicidad sexista y machista en los vehículos y poder recoger a mujeres víctimas de violencia de género en localidades diferentes a donde están residenciadas las licencias, “para mantener la seguridad y la discreción tanto de las mujeres como de los taxistas”.
Por todo ello, este colectivo recibirá este 25 noviembre, Día Internacional para la Erradicación de la Violencia de Género, uno de los premios 'Menina' que otorga la Delegación del Gobierno en Castilla-La Mancha, debido a su “extraordinaria sensibilidad” y a sus acciones en apoyo a las víctimas, especialmente en el mundo rural.