Castilla-La Mancha se escuda en la limitación de “cupos” de caza de la tórtola mientras la Fiscalía pide prohibirla

La Fiscalía Especial de Medio Ambiente que dirige Antonio Vercher ha pedido a varias comunidades autónomas, entre las que se encuentra Castilla-La Mancha, que “en el futuro” prohíban la caza de la tórtola europea ante la “situación preocupante” de la especie.

Se habla de “regresión en su conservación” que tiene efectos en todo el continente ya que España alberga más de la mitad de la población reproductora de toda la Unión Europea.

El Ejecutivo castellanomanchego reconoce que “a pesar de su relativa abundancia en las últimas décadas sus poblaciones se encuentran en declive”. Algo que atribuyen a las transformaciones que se operan en su hábitat, “especialmente relacionadas con la intensificación de la agricultura”, sin mencionar los efectos de la caza.

Hay que recordar que ya en 2016, el dictamen del Comité Científico de flora y fauna silvestres del actual Ministerio de Transición Ecológica propuso, tras analizar la información disponible sobre la situación y evolución reciente de la especie su inclusión en el Catálogo Español de Especies Amenazadas con la categoría de Vulnerable. Antes, en 2004, la especie había sido considerada como tal en el Libro Rojo de las Aves de España.

“A expensas de la inclusión como especie vulnerable, en el caso de que las comunidades autónomas consideren a esta especie como cinegética, resulta necesario justificar que la práctica de la caza respete los principios de una utilización razonable y de una regulación equilibrada desde el punto de vista ecológico de su población, a la vista del declive de la población de la tórtola en los últimos años”, ha considerado la Fiscalía de Medio Ambiente.

El fiscal, de hecho, recomienda incluso poner en marcha otras medidas añadidas para conservar la especie, “bien entendido que el actual sistema regulador no la garantiza”. El oficio de la Fiscalía llega después de que la Comisión Europea abriera un expediente sancionador a España en julio pasado por no proteger adecuadamente a la especie.

Se trata de evitar que el aprovechamiento cinegético de la tórtola acabe dificultando su conservación que la propia diligencia judicial califica de “precaria” basándose en las denuncias de varias organizaciones ecologistas como Seo/BirdLife que apuntan a una caída de la población de esta especie del 25 por ciento en las dos últimas décadas.

¿Qué ha hecho al respecto Castilla-La Mancha?

El declive ha sido constante según los datos de la Consejería de Desarrollo Sostenible de Castilla-La Mancha derivados de los programas de seguimiento de aves comunes en esta región. La evolución del indicador referido a las poblaciones de tórtola europea (Streptopelia turtur) en el periodo 1998-2018 refleja una caída con “una cierta tendencia a la recuperación desde el año 2013”.

La tórtola es un ave de mediano tamaño de la familia Columbidae que se asemeja a las palomas. Se trata de una especie migratoria, que cría en la Península Ibérica y en otras zonas europeas, e inverna en África. Su hábitat varía, ya que alternan zonas abiertas de pastizales y cultivos con zonas arboladas y es muy común que, en época de migración, especialmente en otoño, a la población local se unan ejemplares procedentes del centro de Europa, con destino a las zonas de invernada africanas.

“Tradicionalmente la especie es una de las habituales de los cazadores durante la media veda, mientras se produce su paso migratorio hacia África”, recuerda el Gobierno de Castilla-La Mancha. En 2006, las capturas de tórtola europea en la región superaron las 300.000. El descenso ha sido paulatino (casi todos los años) desde 2010 y el pasado 2018 el número de capturas no llegó a las 150.000, según Desarrollo Sostenible.

Este departamento del Gobierno regional no se ha pronunciado todavía sobre el requerimiento de la Fiscalía Especial de Medio Ambiente aunque, a preguntas de eldiarioclm.es, reconoce que el descenso de las poblaciones de este tipo de aves “ha originado una importante controversia entre los defensores de su caza y los defensores de establecer una moratoria de su caza, o incluso establecer un régimen de protección para la especie” pero sin tomar una decisión al respecto.

Castilla-La Mancha, como otras comunidades autónomas, y pese a la reprimenda de Bruselas que pedía una moratoria en la caza de la especie, optó por seguir autorizando su caza el pasado verano. La temporada cinegética permaneció abierta el 22 de agosto y el 22 de septiembre de 2019, siendo días hábiles los jueves, sábados y domingos y con un cupo máximo de cinco tórtolas por cazador y día.

Fuentes de la Consejería de Desarrollo Sostenible insisten en la actual limitación con “cupos de piezas a capturar por cazador y día y limitando el número de días de caza” -fruto de la sanción llegada desde Europa- con el objetivo de “compatibilizar la caza tradicional de la especie, mantener su clasificación como especie cinegética, con la conservación de las poblaciones existentes y revertir su declive”.

Mientras, la investigadora del Instituto de Investigación de Recursos Cinegéticos de Castilla-La Mancha, Lara Moreno-Zárate, sostiene que, a pesar de haberse reducido los cupos y acortado la temporada de la tórtola en España, “los niveles actuales de caza de la especie no son sostenibles” y así lo ha hecho constar la bióloga en el XXIV Congreso Español y VII Ibérico de Ornitología que acaba de celebrarse.