Raúl es informático del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM) con dos hijas en edad escolar y considera que lleva 11 años “en abuso” porque nunca ha podido optar a una oposición convocada en su categoría. Rosalía tiene 54 años, es técnica en Gestión Informática, tiene dos hijos y lleva 30 años trabajando en este Servicio. Afirma que tras contribuir sl avance de las nuevas tecnologías en la sanidad pública, nunca ha tenido opción a consolidar su puesto porque “nunca hemos tenido un proceso selectivo”. Sandra tiene 49 años, también es Técnico Superior de Informática y tiene dos hijos. Tras 13 años en el SESCAM, tampoco ha podido fijar su plaza y asegura estar en “fraude de ley”.
Estos son solo algunos de las decenas de testimonios que la Asociación de Profesionales de la Informática de Sanidad (APRISCAM) ha recopilado en la campaña “Cada día un abusado” para denunciar la situación del personal de este sector del SESCAM, que lleva 30 años -desde que se transfirieron las competencias sanitarias- esperando su reconocimiento y consolidación. La situación ha llevado a estos trabajadores y trabajadoras a iniciar una huelga indefinida bajo el lema #TecladosArriba. En su primera jornada, el seguimiento ha sido del 85%, según conteos internos del Comité de Huelga, y se han concentrado ante el Palacio de Fuensalida, sede del Gobierno regional.
Consideran estos trabajadores que su camino ha estado siempre “lleno de piedras” desde que la sanidad pública no estaba transferida a las Comunidades Autónomas, en el antiguo Instituto de la Salud (Insalud), al carecer de categorías profesionales. Entonces fueron contratados como administrativos pero ejerciendo labores técnicas de Informática, con titulaciones específicas en la mayoría de los casos. Con la derivación de las competencias a las autonomías y la creación del SESCAM, fueron excluidos de la Oferta Pública de Empleo (OPE) donde se consolidó a la plantilla sanitaria en un proceso a nivel nacional. “Se nos prometió que se haría lo mismo con nosotros, que se crearían unas categorías informáticas y se haría otra OPE extraordinaria. Pero no se hizo”, explican en APRISCAM.
Pasado el tiempo se crearon las categorías específicas en 2005 pero se permitían titulaciones que “nada tenían que ver con la Informática” y desde el Gobierno regional se les prometió que las plazas específicas se sacarían en una OPE. Por un defecto administrativo fueron anuladas judiciales en 2009 y el tema “quedó abandonado en un cajón al igual que la posibilidad de hacer oposiciones”.
Categorías sin contar los años de interinidad
Un nuevo intento llevo a la creación definitiva de las categorías de informática y al anuncio de oposiciones. Era un hecho histórico para estos profesionales que también llegó con incertidumbres y dudas porque no se incluyeron todas las plazas existentes y porque “pasaba por alto los años de interinidad que ya se habían acumulado”.
Fue en ese momento cuando se creó APRISCAM como colectivo, que trasladó al SESCAM las inquietudes de estos trabajadores e hizo propuestas avaladas jurídicamente, como un concurso de méritos extraordinario. “Pero las propuestas fueron ignoradas aludiendo a dudas legales. Incluso se deslegitimó en representar al colectivo”. La plataforma decidió impugnar la OPE de 2018 y la OPE de 2019.
“Paralelamente, el SESCAM fue tomando decisiones que también nos afectaban negativamente a nuestra situación laboral: la reclasificación a las nuevas categorías no reconocía servicios prestados y certificados; la imposición de una estructura organizativa virtual a dos niveles con repercusión en el trabajo local; la negativa a concedernos el teletrabajo a pesar de haber demostrado su eficacia durante el confinamiento nacional producido por el COVID; el aumento de la carga de trabajo sin el correspondiente aumento de personal; y otros muchos detalles. En muchos casos estas acciones han sido llevadas a los tribunales”, argumentan.
Actualmente, hay oposición convocada, pero después de tantas trabas, consideran que “el camino no va a cambiar la tradición de estar plagado de piedras, y no solo piedras sino baches y pozos sin fondo”. El prometido proceso de consolicación, explica este colectivo, no va a ser diferente al ordinario porque se limita el cómputo de la antigüedad a 13 años, algo “incomprensible” cuando la mayoría de la plantilla supera los 30 años de interinidad. A ello unen que la preparación del examen será “muy complicada” para muchos dadas las circunstancias personales y familiares. Finalmente el interino que no supere los procesos después de 4 años de “tortura” se quedará probablemente en la calle, sin indemnización y con una edad en torno a 50 años mas las cargas familiares que pueda tener.
¿Por donde pasan las soluciones? Apelan en primer lugar a la Directiva de Unión Europea sobre trabajo temporal y al hecho de que las OPE para cubrir plazas de interinidad no cumplen con ella, pues “no es una medida disuasoria y perjudica a los interinos al haber sido vulnerados sus derechos”. Y proponen convocar un proceso extraordinario de consolidación basado en el concurso, puesto que el Estatuto Marco lo permite.
De momento, la huelga ya ha comenzado con el “silencio absoluto” de la dirección del SESCAM tras la presentación del preaviso el pasado jueves 26 de agosto. “La falta de diálogo tras el preaviso ha encendido aún más al personal que se prevé acuda de manera masiva a la convocatoria”, subraya por su parte el sindicato Solidaridad Obrera. “A pesar de haberse solicitado una mediación en el propio texto de la convocatoria y de los intentos de diálogo de los últimos años al colectivo de informáticos e informáticas del SESCAM sólo les queda la huelga masiva e indefinida como medida de presión para que se atiendan sus reivindicaciones”.
La oferta de empleo público que el SESCAM mantiene sobre la mesa “no solo no cumple con la normativa y sentencias europeas sino que se encuentra con gran inseguridad jurídica por los procesos judiciales nacionales pendientes de resolución”. “Uno en materia de Fraude de Ley de los nombramientos y otro por la reclasificación del personal en las categorías además de las que vengan por impugnación del proceso”, concluyen.
Un último ejemplo es otro de los testimonios recogidos en la campaña “Cada día un abusado”: Alberto, con 50 años y Licenciado en Informática: “Aquí sigo 16 años después, con dos hijos en el instituto, sin haber tenido nunca la opción de consolidar la plaza ya que no hemos tenido categorías y nunca se han convocado oposiciones cuando era más joven”.