Esta mañana se ha presentado la manifestación que dentro de menos de 24 horas recorrerá las calles de Toledo y que pretende derogar la privatización del proyecto del actual nuevo hospital, cuyo esqueleto sigue en pie en el polígono de Santa María de Benquerencia con las obras paradas desde hace más de 3 años por Cospedal cuando llegó al poder.
Tras Cuenca, que salió a la calle el pasado martes para el mismo motivo, la Asamblea por la Sanidad Pública toledana espera que la ciudadanía salga a la calle y respalde la sanidad en una ciudad que, más que cualquiera en Castilla-La Mancha, está viendo cómo el que iba a ser su nuevo centro de referencia está, en primer lugar, parado por decisión de la Junta gobernada por el PP cuando debería estar funcionando desde hace año y medio, y en segundo lugar cómo la gestión del centro está procediendose a ser vendida a una empresa privada (la única que se ha presentado al concurso) así como la gestión de todos los centros del área integrada de Toledo y sus hospitales hasta el año 2046.
Los convocantes de la misma comentaban que esperan una gran participación y piden a los manifestantes que hagan ruido, que lleven tambores, cacerolas e instrumentos con los que poder hacer ruido “para demostrar que no nos van a callar, que la gente de Toledo quiere un hospital público y para todos, y no el negocio de unos cuantos”.
También han denunciado la persecución a la que están siendo sometidos por parte de altos cargos del centro: los carteles colocados llamando a la manifestación están siendo arrancados por orden de la gerente del centro, Cristina Granados. Toda acotación a la manifestación también está siendo eliminada de cualquier parte, menciones de los médicos y demás, recordándoles de hecho la “ley mordaza” que existe para el funcionariado público por la que les prohíben pegar carteles o usar sus batas para manifestarse bajo pena de sanción económica muy grave.
“No vamos a dejar que la sanidad sea un negocio de las grandes empresas y que el PP venda lo que es de todos a sus amigos. La gente tiene que defender lo que es suyo porque se lo están robando poco a poco los que deberían protegerlas y legislar por su bien”, señalaban los organizadores.
Habitaciones del hospital de Toledo de reciente construcción y definidas como “chapuzas” por parte de los propios médicos, servicios inexistentes o de difícil acceso para los pacientes, hospitalizaciones directamente en los pasillos del hospital o muertes en los propios pasillo (la última ocurrida el pasado miércoles) son motivos más que suficientes según los convocantes para que la gente salga a la calle a decir “basta ya” a las privatizaciones además casi de por vida de los centros.
“Vamos a demostrar que la gente está cansada de ellos, que no aguantamos más. Luego dirán que no hay reclamaciones sobre el centro, lógico: como que han eliminado las hojas de reclamaciones del centro y en algunos casos para reclamar algo hay que ir al Ayuntamiento de donde sea el paciente”. Otra de las medidas que achacan a la 'mordaza' que la gerencia está poniendo para acallar las voces de quienes les critican pero que no podrán hacer callar el sábado 18 a las 12:00.