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Así es la 'Botica Rural' que llevará a jóvenes farmacéuticos a la España vaciada

En las zonas más despobladas la figura del farmacéutico o la farmacéutica es a veces el único referente sanitario de los pueblos. Hasta en los municipios más pequeños hay oficinas de farmacia donde la relación con el médico o médica de la localidad resulta esencial. Este es uno de los motivos que han llevado a la Facultad de Farmacia de Albacete, perteneciente a la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) a poner en marcha el proyecto ‘Botica Rural’ para llevar a jóvenes estudiantes de Farmacia a realizar prácticas y trabajar en zonas despobladas. Se enmarca dentro del programa ‘UCLM Rural’ conocido popularmente como Erasmus Rural, aunque su financiación es independiente.

El alumnado del Grado de Farmacia realiza en el último curso una asignatura de prácticas tuteladas: cuatro en oficina de farmacia y dos en servicio de farmacia hospitalaria. ‘Botica Rural’ se ha creado para la primera fase, consistente en diez ayudas para diez alumnos y alumnas que quieran realizar esas prácticas en pueblo pequeños.

Según explica la decana de la Facultad, Rocío Fernández, la mayoría del estudiantado siempre ha preferido quedarse en la ciudad de Albacete para realizar sus prácticas, pero con el aumento de matrículas ha llegado un punto en que no hay establecimientos suficientes en la ciudad, lo que ha provocado que el alumnado haya tenido que desplazarse a los pueblos con los gastos que esta situación conlleva.    

Después de un año de comprobar el funcionamiento “con éxito” del programa 'UCLM Rural', donde participaron dos alumnos en sus prácticas externas “con muy buena experiencia”, a la Facultad de Farmacia se le ocurrió que las ayudas económicas podían ser una solución para que su alumnado se acercara a pueblos más pequeños, bajo ese lema de “universitarios ante la despoblación”. “Queremos que hagan sus prácticas en el medio rural y con ello además fomentar el empleo”, subraya la decana.

“Una oportunidad de futuro”

Por ejemplo, antes de que se pusiera en marcha este programa, una alumna que era de Riópar llegó a un acuerdo con el farmacéutico de este pueblo para quedarse en su farmacia y hoy en día ya está contratada. “Es una oportunidad de futuro”.

La facultad ha encontrado financiación tanto en el Consejo de los Colegios Oficiales de Farmacéuticos de Castilla-La Mancha, como en la Federación de Empresarios Farmacéuticos (FEFCAM), además de las tres distribuidoras más importantes de la región: las cooperativas COFARES, HEFAME y BIDAFARMA. “Esto último resultaba fundamental porque estas distribuidoras llegan hasta el último rincón de la región”, algo esencial en una comunidad autónoma con tanta dispersión geográfica como CLM. Todos ellos “respondieron de maravilla, les encantó”.  

Será el próximo curso cuando se abra esta ‘Botica Rural’ con la concesión de estas diez ayudas a alumnos y alumnas por primera vez. Son 1.000 euros brutos cada una en concepto de desplazamiento y alojamiento y lo puede solicitar todo el alumnado que esté matriculado en prácticas tuteladas. Para los criterios de selección se va a tener en cuenta la nota de expediente pero sumarán un punto si piden las prácticas en municipios de menos de 10.000 habitantes y dos puntos si solicitan localidades de menos de 5.000 habitantes.

Se aplicará en farmacias que estén en toda Castilla-la Mancha. “Hay muchísimas y dependiendo de la provincia, hay más en pueblos más pequeños. Por eso este programa también sirve para que la gente de los pueblos vea que la gente joven se acerca. Los bueno de las farmacias es que están en casi todos los pueblos y a veces el farmacéutico se convierte en un referente”.

Destaca también Rocío Fernández que el servicio de oficina de farmacia está activo 24 horas, los 365 días del año, y en muchas ocasiones hace falta personal por lo que el programa ayuda a generar oportunidades de futuro para los jóvenes e incluso el relevo generacional para aquellos que, como en el caso de Riópar, quieran “apostar por su pueblo y quedarse en su pueblo”.

La Facultad de Farmacia ya se ha reunido con el alumnado para informarles del programa y lo volverán a hacer a principios de septiembre. “Son conscientes de la despoblación porque un porcentaje elevado son de origen castellanomanchego y proceden del entorno rural”. Esperan por tanto una respuesta positiva. “Al que realmente le guste la atención farmacéutica comprobará que es una gran oportunidad porque tendrá una relación muy directa con el paciente. En estos pueblos más pequeños deben también conocer muy bien toda la parte de gestión, porque se hace de todo, lo que generará mayor experiencia y capacidad”, concluye.