La portada de mañana
Acceder
Lobato determinará si el correo de la pareja de Ayuso escala hasta la Moncloa
Un mes después en la 'zona cero' de la DANA: drama de puertas para dentro
Opinión - ¡Nos comerán! Por Esther Palomera

Santuarios y ganaderos quieren acoger a las reses de Navalpino que la Junta pretende sacrificar

El recurso presentado por Proanimal de Castilla-La Mancha contra la decisión del Gobierno castellano-manchego de decretar el sacrificio de varias vacas y terneros abandonados en Navalpino (Ciudad Real)  ha provocado una reacción en cadena. Este colectivo apuntaba que existían posibilidades alternativas a la propuesta de la Junta y posteriormente se han puesto en contacto con la asociación varios santuarios de animales, entre ellos, Gaia, en el municipio de Camprodon (Girona), y La Candela en el municipio de la Puebla del Río (Sevilla); así como dos ganaderos de la provincia de Ciudad Real que desean hacerse cargo de las reses.

Mientras, Proanimal ha puesto en conocimiento del Juzgado de Instrucción Nº 1 de Ciudad Real, del consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, y de la Dirección Provincial de Agricultura en Ciudad Real, estos hechos y la posibilidad de ofrecer a estos animales “una alternativa real a su sacrificio”.

Recuerdan que estas vacas y terneros de pocos meses de vida ya han sido víctimas de un maltrato animal, en el que estuvieron cerca de morir por desnutrición ante el abandono de su propietario, motivo por el que otras diez reses fallecieron. Consideran por tanto que no cabe que la Administración, tanto regional como de Justicia, “permanezca indiferente ante esta situación y mantenga el sacrificio de estos seres vivos y sanos”. Apuntan que además su destino, según el informe de la Junta, no es para la cadena alimenticia, sino que serían enviados al matadero para su incineración. 

Asimismo, explica esta asociación que en varios casos similares en otras regiones –como sucedió con 15 vacas de Boiro en Galicia y la vaca 'Carmen' en la Comunidad de Madrid- los animales se salvaron del sacrificio gracias a la predisposición de la administración judicial y regional, y se optó por sus traslados a los respectivos santuarios de animales.

Desde Proanimal han querido agradecer todos los apoyos recibidos y confían en que tanto el Gobierno castellano-manchego como el juzgado se hagan eco de las alternativas reales que existen contra el sacrificio de estos animales, “tomen conciencia del bienestar animal y se adopte una resolución ejemplar que eduque socialmente en la responsabilidad con los cuidados de los animales, y contra el abandono y la cosificación de estos seres vivos”.