Carmen Bachiller

17 de noviembre de 2020 06:00 h

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Nos vamos de ruta por tres de las provincias castellanomanchegas para conocer las propuestas de tres municipios de Guadalajara, Toledo y Albacete que acaban de ser premiadas por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Se trata de los Premios Regionales de Turismo en su edición de 2019, entregados en 2020 y convocados por la Consejería de Economía, Empresas y Empleo de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. 

¿Qué ofrecen al visitante? ¿Por qué se han distinguido en su oferta de ocio? Vamos a conocer sus mayores atractivos.

En este año 2020, el Premio al Mejor Destino Turístico de Castilla-La Mancha ha recaído en el Ayuntamiento de Sigüenza (Guadalajara). Es una ciudad medieval de la que hay que conocer no solo su casco urbano sino un espectacular entorno natural salpicado por 28 núcleos de población dependientes de la villa seguntina que no hay que dejar de visitar.

Pero vayamos por partes. El reciente premio llega en el mejor de los momentos para la que muchos conocen como la ‘Ciudad del Doncel’. La razón de este apelativo permite conocer buena parte de su historia y puedes hacerlo haciendo click en este enlace.

Según el concejal de Turismo, José Antonio Arranz, el galardón “ha generado grandes expectativas” porque “supone un balón de oxígeno para Sigüenza, uno de los mayores destinos turísticos de Castilla-La Mancha”. Sepamos por qué.

Sigüenza celebra su noveno centenario en 2024 y aspira a convertirse en Patrimonio de la Humanidad

En 2024 se cumplirá el IX Centenario de la Reconquista de la ciudad que va a solicitar al Gobierno de España la declaración de 'Acontecimiento de Excepcional Interés Público' para este evento. La historia ha dejado muchas y diferentes huellas que Sigüenza quiere ahora dar a conocer aprovechando la cuenta atrás del acontecimiento y convertirse así uno de los referente del turismo cultural y de naturaleza de España.

Su castillo-fortaleza, hoy reconvertido en Parador de Turismo y su catedral almenada impresionan al viajero nada más llegar al corazón de su centro histórico. “Es una ciudad que enamora a primera vista”, presume el concejal.

Sigüenza mirará hacia el 22 de enero del año 1124 pero, aclara Arranz, “no vamos a esperar a ese día para que el viajero encuentre referencias” a través de conciertos, exposiciones, actividades de las asociaciones y colectivos locales, citas gastronómicas…

“Queremos que la gente sepa que aquí va a pasar algo importante”, pero mientras llega el año 2024, la ciudad aspira a convertirse en Patrimonio de la Humanidad. “Es un largo camino en el que debemos poner todo nuestro esfuerzo. Ilusión no nos falta”, explica el concejal, que pone la vista en una mayor internacionalización de los visitantes -actualmente las visitas extranjeras rondan el 10%- que la ciudad espera conseguir a corto plazo.  

La ciudad salada y dulce

Sigüenza puede presumir de su posición geográfica estratégica y de una red de comunicaciones que la hace accesible a cualquier visitante con todas las posibilidades que ofrece un territorio de 400 kilómetros cuadrados. Es uno de los aspectos por los que ha sido premiada.

Más allá de su riqueza cultural por la que muchos de sus inmuebles (tanto en la ciudad como en sus pedanías) están protegidos debido a su notable interés, hay que saber que es una ciudad construida sobre sal.

Hace 200 millones de años el territorio sobre el que se asienta estaba sumergido bajo el mar. Por eso, en sus alrededores podemos visitar el Valle del río Salado y salinas como las de Imón o La Olmeda.

Lo paradójico es que también en su entorno se encuentra el Parque Natural del Barranco del Río Dulce, uno de los mayores valores naturales de la provincia de Guadalajara.

“No podemos olvidarnos de la riqueza paisajística que conforman nuestras 28 pedanías. Es parte de nuestro patrimonio”. De hecho, el gran pinar que envuelve la ciudad es uno de sus múltiples atractivos que ‘esconde’ castillos, iglesias románicas y hasta un castro celtibérico.

Sigüenza quiere apostar también por el turismo activo de interior con rutas, actividades de escalada, piragüismo en el embalse de El Atance… Y después de la actividad lo mejor, nos dicen, es “disfrutar de una gastronomía hecha al calor del fogón que ha aportado calidad al turismo. Es un complemento fundamental. Somos un lugar de Primera División, donde se combina la tradición y la vanguardia: nuestros asados, las tapas, la gastronomía del Parador y no olvidemos que tenemos dos estrellas Michelin y varios reconocimientos de la guía Repsol”.

Por cierto, no olviden pedir un 'Fino Seguntino' un cocktail local que no, no tiene nada que ver con Andalucía.

En Sigüenza invitan también a los castellanomanchegos a viajar hasta esta parte de la provincia de Guadalajara. “A veces no conocemos nuestra región o quizá no lo valoramos y es mejor que lo que hay a cientos de kilómetros. Hay que hacer patria para que el turismo en nuestra propia comunidad sea conocido y reconocido”.

Qué hacer Sigüenza y sus 28 pedanías

www.visitasiguenza.es

San Bartolomé de las Abiertas, un municipio que es “la pera”

Apenas a hora y media de Madrid y al lado de Talavera de la Reina el viajero se encuentra con un pequeño pueblo que resulta ser ‘la pera’. Lo decimos de forma literal porque en San Bartolomé de las Abiertas es tradicional en el mes de agosto el ‘Baile de la Pera’, una especie de jota que se baila por parejas y con una pera en la mano. 

Este municipio de la comarca de La Jara acaba de recibir el Premio a la Mejor Iniciativa Turística de una entidad local. Su alcalde, Esteban Blázquez, confiesa mostrarse gratamente “sorprendido” por el galardón que se concede a “un pueblo pequeño y para nosotros es muy importante”.

El alcalde presume, sobre todo, “de la oferta cultural y gastronómica” de la localidad. Tradicionalmente ha sido un lugar de paso hacia poblaciones más grandes, pero en sus calles y edificios -algunos con protección patrimonial- San Bartolomé de las Abiertas muestra cierta monumentalidad que llama la atención de cualquier viajero.

Hasta el hoy Ayuntamiento era antaño un pequeño palacete. La Casa Curato tiene más de cien años, casi los mismos que la casa de Getsemaní, donde se combinan los elementos clásicos del arte toledano con el estilo neomudéjar. Tampoco hay que olvidar visitar su iglesia.

Pernoctar en San Bartolomé en alojamientos rurales o en autocaravana

Pernoctar en este pequeño pueblo toledano no es ningún problema. Una de las razones del premio es su oferta de alojamientos con un total de tres casas rurales, una de ellas de propiedad municipal.

Y es que el Ayuntamiento decidió rehabilitar la antigua ‘Casa de los Maestros’ para convertirla en un apartamento rural.

Desde nuestro alojamiento podemos hacer una incursión en el pueblo y callejear entre las diversas referencias a Don Quijote de la Mancha y al famoso episodio con los molinos de viento, los gigantes que el Ingenioso Caballero creía divisar ante sí. 

Pero además este municipio de tradición agraria también rinde homenaje a los oficios desaparecidos en sus plazas y calles con varias esculturas que también recuerdan la importancia del papel de la mujer rural. 

Con un espectacular entorno natural poblado de olivos y de campos de cereal, en San Bartolomé de las Abiertas se pueden hacer rutas ecuestres o practicar senderismo por el valle del río Sangrera y reponer fuerzas después en un merendero que el Ayuntamiento pone a disposición de las visitas. Disponen también de un aparcamiento para los amantes de las caravanas el lugar perfecto desde el que adentrarse a descubrir la comarca de La Jara.

Y si se prefiere conocer los atractivos culturales de la localidad, una de las novedades es bajar a la Galería Polvorín, con cita previa en el propio ayuntamiento. Son galerías subterráneas que datan de la guerra civil.

“Sabíamos, por los más mayores, que estaba ahí. Durante una época de lluvias se hundió parte del terreno, quedó al descubierto y nos pusimos manos a la obra para recuperarlo”. Ahora es un atractivo más en el municipio. 

Comer bien tampoco es un problema en esta localidad que cuenta con varios restaurantes y hasta con una fábrica de embutidos. “Nuestra morcilla siempre ha sido famosa en la comarca”, explica el alcalde.

A eso se suman referentes cercanos a la población en la elaboración del vino (Bodegas Osborne y Casa del Fraile) además del aceite de oliva.

Entre los próximos proyectos está el de crear un Punto de Información Turística comarcal que “está bastante avanzado”, en colaboración con la Diputación Provincial y ya han lanzado un vídeo promocional del municipio con el que esperan atraer a muchas más visitas.

Qué hacer en San Bartolomé de las Abiertas y su entorno

Lugares de interés

Apartamento rural 'Las Escuelas'

Comarca de La Jara

Carcelén, la 'carrera' de todo un pueblo por convertirse en referente turístico regional

En uno de los extremos de Castilla-La Mancha se levanta un pequeño y coqueto pueblo que linda con la provincia de Valencia y que es, quizás, uno de los más desconocidos de la provincia de Albacete.

Eso es algo que su alcaldesa, Dolores Gómez se ha propuesto cambiar. El esfuerzo le ha valido el Premio a la Mejor Campaña de Promoción de una entidad local que otorga la Junta de Castilla-La Mancha.

La alcaldesa Dolores Gómez se muestra “satisfecha y agradecida” y cree que “es un reconocimiento al trabajo de muchos años porque hacemos promoción de todo lo que uno pueda imaginar. El pueblo entero se ha volcado en la tarea”.

Un trabajo que ha tenido sus frutos tras la puesta en marcha de dos talleres de empleo auspiciados por la Junta de Castilla-La Mancha y vinculados al desarrollo turístico.

Por un lado, el municipio albaceteño ha aprovechado la oportunidad para formar a tres guías de turismo locales y se ha creado la Asociación de Turismo local. De la experiencia ha surgido la iniciativa ‘Somos Carcelén’, una invitación anual a personas o empresas que lleven el nombre del pueblo a encontrarse y celebrar sus raíces que ha logrado concentrar a un importante número de personas. “Muchas de ellas ya vienen a pasar vacaciones al pueblo e incluso piensan en comprarse una casa”.

Por otro, la restauración de las fuentes del pueblo ha servido para “ limpiarlas, ponerlas bonicas y crear una ruta saludable que conecta varias de ellas. El premio reconoce esa labor tanto turística como de recuperación de nuestro entorno”.

De este pueblo, enclavado en la ladera del monte Peña Negra, destaca el restaurado castillo del conde de Casal que data del siglo XIV. Fue residencial y no defensivo, se encuentra en el centro del pueblo y es visitable. Se abre al viajero incluso con visitas teatralizadas. “Nos gusta cuidar a las personas mayores que nos visitan y está dotado de ascensor”, explica la edil, quien también apunta que suelen recibir muchos grupos de colegios.

Una rica gastronomía que incluye el azafrán, la almendra, la trufa o el aceite de oliva

La alcaldesa se muestra orgullosa de que la labor de promoción ha permitido recibir “varios miles de visitantes” en los últimos años y, añade, “las personas que nos visitan se van encantadas”. No solo por sus encantos patrimoniales o naturales sino también por los gastronómicos. “Cuando vienen dejan pelao el horno de la panadería artesana”, bromea.

Mollejas, moje, cabrito, licores, los ‘suspiros’ que se elaboran a base de otra de sus estrellas gastronómicas, la almendra, aunque ya se ha introducido también la avellana y el pistacho o la elaboración de aceite de oliva virgen. Son solo algunos de sus productos gastronómicos. “En breve esperamos promocionar también productos lácteos”, anuncia, no sin recordar la producción del azafrán también permite realizar visitas a los bellos campos de la flor morada.

“Tenemos también una trufa de altísima calidad porque unos visionarios la cultivaron hace unos años. Hoy están recogiendo un producto que se cotiza altísimo. Todo suma”.

La noche de ‘Los Montones’

Cada 23 de agosto a las once de la noche en Carcelén se encienden tres hogueras (los montones) y los vecinos del pueblo ‘compiten’ en una frenética carrera portando antorchas. Desde 2018 es una Fiesta de Interés Turístico Regional. 

“Los carceleneros estamos muy orgullosos. Simboliza lo que somos como pueblo. Lanzarse en noche cerrada montaña a bajo, antorcha en mano significa coraje, fuerza y que, aunque hemos perdido una parte importante de población, estamos convencidos de que con el apoyo institucional y el trabajo de mucha gente en los pueblos vamos a conseguir parar la despoblación”.

Por cierto, en Carcelén también invitan a hacer la ruta del arte urbano, a practicar senderismo en los alrededores (hace tiempo que decidieron sumarse a la Red de Ciudades Saludables de España) y, desde luego, a alojarse en alguna de sus seis casas rurales.

Enlaces de interés

Web de Turismo de Carcelén

(*) CONTENIDO PATROCINADO POR LA JUNTA DE COMUNIDADES DE CASTILLA-LA MANCHA Y FEDER