La igualdad de género, el feminismo y la lucha contra cualquier forma de violencia machista conforman algunos de nuestros principales focos informativos. Por ello en este espacio recopilamos las noticias y novedades en torno al Día Internacional de las Mujeres que se conmemora el próximo 8 de marzo.
El 'no' de las mujeres “no debe ser controvertido, debe ser respetado”
Ángela Álvarez habla del feminismo como si fuera un regalo. “Ha sido una experiencia vital que me ha permitido tener una visión amplia del mundo”, recalca. Es algo que la ha acompañado toda su vida, incluso cuando no sabía qué es lo que era el feminismo. “Sin la perspectiva feminista, la capacidad de observación queda mutilada. Ha sido algo extraordinario para mí, de las mejores cosas que me ha pasado en la vida”, nos explica la activista y política originaria de Zamora, pero afincada hace varios años en Madrid.
Su experiencia, recuerda, era la de una adolescente que vivía en una sociedad “muy encorsetada” en la que nunca logró encontrarse a gusto. “Me pasaban cosas a las que no sabía ponerle nombre. Fue el feminismo el que me enseñó a racionalizar una situación en la que yo me sentía incómoda, respecto a un modelo de vida que no me gustaba y a identificar los elementos que me respultaban opresivos. A entender por qué el sistema articula esos elementos opresivos hacia las mujeres”, explica Álvarez.
Y es que para ella, el feminismo funciona como un instrumento de observación, de aprendizaje, además de ser una herramienta política. Sirve, explica, para racionalizar “absolutamente cualquier situación” que ha vivido, estudiado o reflexionado. “Evidentemente, mis vivencias personales no son las mismas que las de las jóvenes de ahora, pero las cuestiones estructurales y de fondo siguen estando ahí, las discriminaciones siguen ahí pero con otras apariencias”, destaca.
“Hay una bolsa oculta de agresiones”
En relación a la violación en cita, Álvarez primero quiere hablar de los datos de agresiones a mujeres. “El Ministerio de Interior nos habla de 1.500 violciones al año en España, de media. Ese dato no refleja ni muchisimo menos la realidad. Si vamos a la macroencuesta, nos dice que tenemos cerca de un millón y medio de mujeres que manifiesta haber sufrido agresiones sexuales. Hay una bolsa oculta de agresiones muy importante”, segura la activista.
En ello recae la importancia de la campaña 'Sin un Sí es No' puesta en marcha por el Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha. En que pone nombre a situaciones que “son violencia, son agresiones sexuales y que las mujeres no habían sabido identificar”. Lo que ocurre, señala, es que en la violación en cita “siempre” se sienten culpables las víctimas, “se sienten responsables y lo sienten así porque la sociedad manda el mensaje de que es responsabilidad suya”, explica. El eslogan de 'Si un Sí es No' funciona como un recordatorio de que “el consentimiento de las mujeres tiene que tener valor político y reconocimiento por parte del otro”.
“Para mí, lo más importante es que pone en evidencia el hecho de que flirtear con alguien no te obliga a nadie. Eso lo tienen que entender las chicas, pero también fundamentalmente los chicos”, asegura la política.Para Ángeles, los chicos jóvenes tienen que entender que “no tienen derecho a imponer una relación aunque alguien haya flirteado contigo. Un flirteo es un juego que no compromete a nada”, concluye. Por eso, la campaña tiene mensajes “vitales” que servirán para cambiar la presión social que sufren las mujeres.
“Lo que sorprende a veces es que la manifestación de una voluntad sea controvertida. El 'no' de las mujeres no puede ser controvertido, debe ser siempre respetado”, sentencia Ángeles. Y relata que el principal problema recae en que no se ha hablado antes de la violación en cita, y, por el contrario, han imperado costumbres sociales como la de que “si flirteas, corres riesgos”. “Al final, lo que nos dicen es que si estás en el espacio público, entonces eres accesible. Pero la realida es que tenemos derecho a decir que no y esto es lo que tienen que entender los chicos”, resuelve.
Feminismo, agresiones sexuales y agenda pública
¿Cuándo entró el feminismo en la agenda pública? “Fue en los años 80', pero su desarrollo no ha implosionado hasta ahora, que ha sido en la calle y ha llegado a capas de la población que en mis años era difícil pensar”, relata Álvarez. Sin embargo, explica que todas las acciones de protesta están “muy vinculadas” a las acciones políticas que se iniciaron en los años 80', que fueron “muy amplias” y llegaron a la economía, el análisis de género y también contra la violencia y las políticas públicas.
En este sentido, también destaca el papel que comenzaron a tener instituciones como el Instituto de la Mujer o los Consejos de la Mujer a nivel municipal. “Gracias a ellas, se ha creado un caldo de cultivo que se ha visto en estas manifestaciones que se iniciaron con el Tren de la Libertad, la primera gran movilización a nivel global. Este movimiento encontró solidaridad a nivel mundial y creo que lo que ha pasado, por ejemplo, en Argentina está muy vinculado con él”, relata Ángeles.
Ahora, asegura, hay dos líneas de trabajo fundamentales: una, relacionada con la prevención, “fundamentalmente” para que ellos entiendan que el consentimiento debe ser explícito, y otra para mejorar la situación de la administración de Justicia. “En los casos de violación, desgraciadamente, a quien se pone en cuestión siempre es a la victima. Esto nos habla de que estamos conviviendo con un sistema patriarcal”, lamenta. Así, recuerda lo ocurrido en el caso de 'la manada': “los comentarios de la sentencia parecen más de un pornógrafo que de un juez. Han sido muy insultantes y han mandado un mensaje a todas las mujeres, que han reaccionado”.
“No estamos dispuestas a que los jueces sigan poniendo en cuestión nuestra palabra. ¿Qué tienen que hacernos para que nos crean? La respuesta es una: matarnos. En términos sociales es intolerable, porque si la mitad de la población no se siente protegida, alguien tendrá que sentarse a pensar que tenemos un problema”, reflexiona finalmente. Y en este sentido, defiende también que el Código Penal tiene resortes suficientes para proteger a las víctimas. “Por tanto, el problema no es eso, sino la interpretación de los jueces de qué es y no es violación”, concluye.
Ángela Álvarez habla del feminismo como si fuera un regalo. “Ha sido una experiencia vital que me ha permitido tener una visión amplia del mundo”, recalca. Es algo que la ha acompañado toda su vida, incluso cuando no sabía qué es lo que era el feminismo. “Sin la perspectiva feminista, la capacidad de observación queda mutilada. Ha sido algo extraordinario para mí, de las mejores cosas que me ha pasado en la vida”, nos explica la activista y política originaria de Zamora, pero afincada hace varios años en Madrid.
Su experiencia, recuerda, era la de una adolescente que vivía en una sociedad “muy encorsetada” en la que nunca logró encontrarse a gusto. “Me pasaban cosas a las que no sabía ponerle nombre. Fue el feminismo el que me enseñó a racionalizar una situación en la que yo me sentía incómoda, respecto a un modelo de vida que no me gustaba y a identificar los elementos que me respultaban opresivos. A entender por qué el sistema articula esos elementos opresivos hacia las mujeres”, explica Álvarez.