La consejera de Sanidad de Castilla y León, Verónica Casado, ha anunciado que el gobierno autonómico va a trasladar al Consejo Interterritorial del Sistema de Salud, la recuperación del toque de queda en todo el país para frenar los contagios, sobre todo entre los jóvenes de 15 a 29 años. En una rueda de prensa, Casado propuesta por Ciudadanos para el cargo en el Gobierno de coalición entre PP y Cs ha explicado que ya ha pedido a la ministra de Sanidad, Carolina Darias, la implantación de esta medida que decayó de manera general en toda España tras el final del estado de alarma: “No le vi la cara, pero imagino que tendría los ojos de sorpresa”, ha ironizado.
La comunidad autónoma se plantea, además, implementar otras medidas, como el cierre del ocio nocturno o fórmulas pactadas con los alcaldes y la Federación de Municipios que sirvan para evitar las celebraciones y eventos públicos que conlleven grandes aglomeraciones de personas. Sin embargo, y de momento, la Junta de Castilla y León no ha tomado ninguna decisión y ninguna medida nueva, ante la ausencia en el encuentro con el comité de expertos autonómico del presidente de la Junta, el 'popular', Alfonso Fernández Mañueco.
Según Casado, este comité se divide entre implementar medidas “quirúrgicas” como el cierre del ocio nocturno y otras fórmulas para controlar las aglomeraciones, fiestas patronales y botellones en la comunidad; o llevar a cabo una vuelta generalizada al nivel 2, lo que implicaría una reducción de aforos en todos los ámbitos, tanto en eventos sociales como en hostelería. La consejera no ha descartado que estas medidas puedan aprobarse a lo largo de este martes o este miércoles si Mañueco, el único con capacidad para hacerlo, decide convocar un Consejo de Gobierno extraordinario antes del jueves, cuando tendrá lugar el habitual: “Hoy no la hemos podido tomar la decisión”, ha subrayado Casado.
La consejera ha indicado que prefiere que se actúe de manera más quirúrgica sobre el ocio nocturno y las aglomeraciones en lugar de retroceder en el semáforo de niveles. Estas medidas concretas serían transitorias, y de funcionar, podrían implicar que la comunidad no tuviese que pasar a nivel dos. Sí ha indicado la consejera que las actuaciones para evitar los contagios, que ponen en riesgo la vida de mucha gente, “también los jóvenes, ya que, de cada mil contagios, dos van a fallecer”, deberían tomarse para toda la comunidad y no de forma provincializada, como sí se hizo en la anterior desescalada.