“Sois los mejores. Estoy muy orgulloso de todos vosotros. Hoy estáis aquí con lluvia, ante toda adversidad. No habéis caído en la trampa de los medios de comunicación lacayos, que nos caricaturizan, nos estigmatizan y nos ocultan”: con estas palabras Juan García-Gallardo Frings, cabeza de lista de Vox para las elecciones de Castilla y León, agradecía a sus votantes el histórico resultado de la formación ultraderechista, que pasa de un procurador en 2019 a 13 en 2022.
García-Gallardo, un abogado burgalés hasta ahora desconocido en la política, ha cosechado unos resultados que, negociaciones mediante, lo sitúan en coalición dentro del próximo Gobierno del PP de Alfonso Fernández Mañueco. De culminar esa coalición, sería el primer Ejecutivo regional con miembros de la ultraderecha.
En la celebración de los resultados, en un mitin en Valladolid, Abascal ha movido ficha primero en el tablero de la inminente negociación con el PP. Quizá para sorpresa del propio García-Gallardo –y adelantando mucho los acontecimientos– Abascal ya lo ha situado como vicepresidente.
Elegido a dedo por el líder del partido, un repaso a sus intervenciones previas en redes sociales arroja un perfil de García-Gallardo escorado hacia la radicalidad, con mensajes vejatorios hacia sus contrincantes políticos, hacia las mujeres, los homosexuales y los migrantes.
Aunque, como otros líderes de la derecha y la ultraderecha, se dice cercano al campo, a agricultores y ganaderos, lo cierto es que su todavía corta pero intensa carrera profesional más que en los sembrados lo sitúa en las moquetas de destacados despachos de abogados de Madrid.
Es graduado en Derecho con Diploma en International Legal Studies, por la Universidad Pontificia de Comillas, allí cursó, además, el Doble Máster de Acceso a la Abogacía y Derecho de Empresa (Icade-Deusto).
Es hijo del abogado del mismo nombre, uno de los penalistas más conocidos de Burgos, que ha defendido, entre otros, al ya fallecido exvicepresidente de la Junta de Castilla y León, Tomás Villanueva, cuando fue llamado a declarar en calidad de imputado en las causas ‘Perla Negra’ y ‘Trama Eólica’ y ha representado además a sus herederos.
Comienzan ahora unas negociaciones que, presumiblemente, Abascal pilotará desde Madrid y en las que lo que finalmente se decida será acatado por García-Gallardo, sin ninguna veleidad de convertirse en un barón regional de Vox (algo impensable en una formación fuertemente centralista y que no cree en el modelo autonómico).