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La Junta de Castilla y León no descarta pedir el estado de alarma si la situación en Valladolid y Salamanca no mejora, aunque “no en un corto plazo”

Los datos de positivos en COVID-19 en Valladolid y Salamanca no respaldan, hasta ahora, la efectividad de las restricciones impuestas hace una semana y que se van a prorrogar durante 7 días más. La Junta de Castilla y León estudiará transcurrido este plazo si opta por alargar semana a semana las medidas sin descartar la solicitud del estado de alarma, si bien esta última no parece que se vaya a tomar “en un corto plazo”.

“Todas las medidas están sobre la mesa”, ha reconocido el vicepresidente y portavoz, Francisco Igea en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno de este jueves. La consejera de Sanidad, Verónica Casado, ha insistido en que otra prórroga de 7 días “posiblemente funcione” pero que se evalúa la situación “semana a semana”. Ni Casado ni Igea han considerado necesario demandar a la Comunidad de Madrid medidas para frenar los contagios o para tener un sistema de rastreo eficiente dada la intensa movilidad que tiene con Castilla y León. “No somos quien para exigir nada a nadie, nosotros aplicamos lo que consideramos oportuno y por eso en las reuniones que mantenemos con Castilla-La Mancha y con Madrid acordamos un 'pool' de actuaciones”, ha dicho la consejera. Para Casado, las medidas no dependen de la Comunidad de Madrid porque lo que les preocupa es la movilidad y los aforos en trenes y en transporte público. “Es necesario que haya medidas homogéneas. Madrid hará las cosas que considere oportunas, pero lo que nos preocupa es vigilar la movilidad”. La consejera también ha señalado que la última actuación sería el estado de alarma porque en este momento la situación epidemiológica no la hace necesaria. “Vamos a ir tomando medidas proporcionadas, que a lo mejor se llega, puede que sea necesario el estado de alarma, pero no ahora mismo”, ha añadido.

El vicepresidente ha afirmado que la Junta no tiene “una varita mágica que pare la difusión si no es meter a toda la gente en casa” por eso ha insistido en la importancia de restringir el “contacto social”. “No quitamos en consumo en las barras de los bares para fastidiar. Nuestra herramienta es que la ciudadanía sea consciente de esa situación de transmisión, muy importante en Valladolid y Salamanca. No podemos descartar el confinamiento, evitar el contacto es la única arma”, ha declarado Igea, ha recordado que en esas dos capitales es necesario que se eviten contactos sociales no habituales.