En Castilla y León, al igual que está ocurriendo en otras Comunidades, PP y Vox están derogando leyes y decretos de memoria democrática por otra cosa. En definitiva, vuelta a la tradición, el revisionismo, y la exaltación de valores antidemocráticos. Expuesto así parece que hay unos claros y únicos responsables de este sin sentido, de esta aberración, que se comete con nuestra historia reciente y con las víctimas de aquella sublevación militar de 1936.
Pertenezco a la generación de los nietos de las víctimas, y en el año 2002 junto a 40 personas más participé en la fundación de la ARMH de Valladolid.
Esta asociación de familiares de victimas en estos 22 años ha abierto cerca de 80 fosas, 40 con localización positiva de víctimas asesinadas, y se ha recuperado de esas fosas comunes a 700 personas. A la vez se emprendió una labor investigadora que ha permitido ya datar más de 11.000 personas represaliadas en Valladolid y su provincia, de las cuales cerca de 2.700 fueron personas asesinadas. Antes de nacer esta asociación y desde la muerte del dictador, a escondidas en la mayoría de los casos, algunas familias sacaron a los suyos de cunetas.
Sobre el alcance de la represión y conocimiento de los sucesos, desde antes de la muerte del dictador y después, apenas alguna publicación de miembros de la Universidad de Valladolid, estudios cortos y con muchas partes que obedecen más a mantener los mantras de la dictadura, que a arrojar luz investigadora con la fuerza de los documentos.
Desde el nacimiento de esta asociación, pasados más de 25 años de la muerte del dictador, y muchas más homónimas en el resto del Estado, otras organizaciones sociales de todo tipo podían haber participado en la búsqueda de desaparecidos, en la investigación, pero no, ejemplo paradigmático es Valladolid. Exclusivamente ha buscado y abierto fosas la ARMH de Valladolid. Exclusivamente ha realizado investigaciones de largo alcance sobre las victimas y otros aspectos importantes de la represión la ARMH de Valladolid. La pregunta es: ¿por qué? No es que no haya personas o entidades con capacidad, las hay, y con mucha más capacidad de medios y personal que esta organización de ARMH de Valladolid.
No es lógico, pero es entendible que los nuevos partidos políticos nacidos tras la muerte del dictador y con vínculos ideológicos y sociales con la dictadura no quisieran tocar estos temas. Es más, se cuidaron muy bien de que se aprobara aquella Ley de amnistía del 77, que beneficiaba a muchos, pero sobre todo a los responsables de 40 años de dictadura. Por cierto, aquella Ley de Amnistía nada hizo por los que eran considerados delincuentes por haber defendido la legalidad democrática.
Hace pocos días, un ministro de este gobierno declaraba que una de las renuncias de la izquierda para la buena marcha de la Transición fue olvidar a las victimas de la sublevación y la guerra. Curioso, y pongo solo algunos ejemplos, en esos primeros años 80, se hicieron monumentos para victimas del llamado “terror rojo”, aquí bien cerca en el Henar. O en la Catedral de Salamanca, o en la de Toledo. En Orense, en Córdoba, etc..
No. Partidos, sindicatos, universidades, etc. Decidieron echar tierra sobre tierra, abandonar a quienes sufrieron represión, decidieron no investigar, faltar a algo tan básico de derechos humanos como buscar y devolver a sus familiares a los miles de desaparecidos. Llamaron reparación o indemnización a lo que no era otra cosa que derechos obligados, como la viudedad a las mujeres con maridos asesinados. Los presos solo pudieron recibir algún tipo de indemnización los que pasaron por juicios sumarios, los que permanecieron meses o años en las cárceles sin ser juzgados fueron excluidos y ni siquiera contabilizados, y así mucho más.
Es mentira que aquello se hizo para favorecer la Transición, en todo caso se convirtieron en cómplices necesarios para el mantenimiento no solo de estructuras y poderes de la dictadura, sino también para mantener nombres de calles, símbolos y gestos no democráticos de todo tipo, y sirva como buen ejemplo el mantenimiento en el escudo de Valladolid de una distinción otorgada única y exclusivamente para rendir homenaje a los que rompieron el orden democrático y empuñaron armas asesinas en la ciudad de Valladolid.
Lo que está sucediendo en las comunidades que gobierna el PP con Vox es inadmisible en un país que está próximo a cumplir 50 años de la muerte del dictador. Pero también hay que poner sobre la mesa el dicho que dice, “de aquellos barros, estos lodos”. Es más, a fecha de hoy hay una cierta profusión de organizaciones vinculadas directa o indirectamente con partidos, sindicatos o universidades muy activas que quieren hacer parecer que tuvieron y tienen una gran sensibilidad, un gran trabajo reparador, y no, actos y actos, que duran un día o tres, y que ninguna huella o poso dejan para el conocimiento o la reparación. Actos que en muchos casos solo buscan réditos para ellos mismos.
Como conclusión, la derecha menos democrática de este país, ha tenido y tiene las ideas bien claras y actúa acorde a ello. La derecha democrática y la llamada izquierda tiene que reflexionar y posicionarse de forma clara y sin tapujos. Y aquí no se trata de buscar enfrentamientos, ni contraposiciones. Se trata de investigar, de defender los valores humanos y democráticos básicos de cualquier democracia, sin partidismos, sin miedos.