La fundación que organiza la fiesta de Castilla y León —que conmemora cada 23 de abril la batalla de los comuneros en Villalar contra los leales a Carlos V— se mantiene en vilo hasta que Vox formalice sus anunciados recortes. Todavía no se sabe qué pretende hacer su nuevo presidente Carlos Pollán —presidente de las Cortes de Castilla y León y del Patronato— con la fundación pública, cuyo presupuesto elabora el director de la Fundación, Juan Zapatero, y aprueba el Patronato.
Vox anunció recortes en la Fundación Castilla y León —“reducir y racionalizar”— apenas un día después de la sesión de investidura de Alfonso Fernández Mañueco como presidente autonómico. El presidente de las Cortes, Carlos Pollán, todavía no ha contactado con los miembros del Patronato —informan varias fuentes— para informarles de qué espera de la Fundación o a la Fiesta de Villalar del próximo año a pesar de que las Cortes se constituyeron el pasado 10 de marzo.
Sobre la posible reducción de presupuesto, Juan Zapatero ha rehusado pronunciarse. “Si acuerda una reducción presupuesto estará bien y trabajaremos con ello para hacerlo lo mejor posible”, aseguró la semana pasada en declaraciones a los medios en la presentación del programa de la fiesta de Villalar. Un programa que solo se ha conocido a través de los medios, porque no ha habido reunión alguna con el Patronato —un mes antes de la fiesta suele celebrarse una reunión protocolaria en la que se informa de la programación—. Ni el presidente en funciones—Luis Fuentes— ni el nuevo convocaron al patronato.
La Fundación Castilla y León es conocida porque organiza la fiesta de Villalar, pero en realidad no es el único proyecto. En el plan de actuaciones de 2020 —el documento más actualizado y que se ha hecho público— también figuran concursos y talleres en el ambiente educativo; la promoción del talento, creatividad, ciencia e investigación; la promoción de la conciencia solidaria y el reto demográfico, el día de Villalar y actos vinculados al quinto centenario.
El último presupuesto desglosado que figura en el portal de Transparencia corresponde a 2019: en esas cuentas figuran distintos proyectos, entre los que destacan –además de la fiesta de Villalar— las campañas de publicidad (139.434 euros); las becas de creación artística (106.260 euros); la liga de debate y el concurso de valores democráticos (27.000 euros); convenios con Ayuntamientos y entidades privadas (90.085 euros) o actividades para la promoción y difusión del patrimonio (60.262 euros).
El gasto destinado a la fiesta de Villalar en 2019 fue de 216.602 euros, y el de la celebración de actos vinculados a Villalar pero en otras provincias, de 34.237 euros. De momento, nada se sabe sobre de qué apartado quiere recortar Vox, o si será como el supuesto recorte —que fuentes parlamentarias aseguraron a algunos medios— de 10.000 euros de un vino español posterior a la toma de posesión del presidente de la Junta que lleva más de una década sin celebrarse.
Sí que parece que Vox no tiene especial interés en la celebración de la fiesta de la Comunidad en Valladolid. Salvo sorpresa, no irá ninguno de los miembros de Vox del gobierno a Villalar. Tras varios días preguntando sin obtener una respuesta clara por parte de Pollán, el pasado jueves el presidente del parlamento autonómico anunció que no iría a la campa de Villalar ni a la entrega floral. Pollán, leonés, defendió que había tomado la decisión “personal” de no ir al municipio vallisoletano y no considera “de vital importancia” su participación en los actos de la campa.
Quien sí irá a la fiesta será el presidente 'popular' Alfonso Fernández Mañueco, que justificó que la fiesta de Villalar no es un acto institucional, sino una fiesta que cada uno festeja en libertad. “No hay que generar una polémica de lo que no tiene sentido”, zanjó. En 2015, antes de tener representación en las Cortes de Castilla y León, Vox saltó a los medios de comunicación. En un comunicado, la formación política dijo que la fiesta de Villalar no era “de todos” y sostuvo que los líderes comuneros Bravo, Padilla y Maldonado pertenecerían a Vox porque “no querían autonomías”, sino “un único parlamento, limitar el papel del Estado y bajar impuestos”.
Una fundación en el punto de mira durante años
La antigua Fundación Villalar lleva varios años en el punto de mira de la Presidencia de las Cortes. El antecesor de Pollán, Luis Fuentes (Ciudadanos), intentó disolver esta entidad dependiente de las Cortes, pero al final ni la cerró ni redujo su presupuesto. De hecho, en 2022 se ha incrementado su partida anual a 1,1 millones de euros, que hasta el quinto centenario de la batalla rondaba los 900.000 euros.
Luis Fuentes tuvo que conformarse con cambiar el nombre de la fundación, que pasó de llamarse Fundación Villalar-Castilla y León a Fundación Castilla y León: se pretendía “englobar” el sentimiento de todos los ciudadanos de la Comunidad, algunos de los cuales “no se sentían partícipes ni representados”, en referencia a las críticas provenientes fundamentalmente desde León. Solo se opuso a esta decisión el alcalde de Villalar de los Comuneros, Luis Alonso Laguna.
Además, cambiaron dos artículos de los estatutos de la fundación, que dejó de tener como objetivo “acrecentar el sentimiento de pertenencia” de los castellanos y leoneses para centrarse más en la “consolidación y desarrollo de la convivencia democrática y progreso social”. También se modificaron las actividades de la fundación, aunque los propios estatutos desechaban la obligatoriedad hacerlas todas o limitarlas a las que figuraban. ¿En esencia? Ningún cambio práctico, porque las actividades de la fundación se podían englobar en cualquiera de los dos estatutos, informan fuentes del patronato.
Pocos cambios se han notado tras el paso de Luis Fuentes en la Fundación Castilla y León, que ha cambiado de página web pero sigue con un portal de Transparencia incompleto y desactualizado y una opacidad incluso dentro del patronato.