La división y la falta de entendimiento entre PP y Vox es patente cuando apenas han transcurrido cuatro meses y 11 días desde que firmaron su pacto de gobierno en Castilla y León. Ambos partidos se necesitan: el PP para conservar un poder con tres décadas de historia en la comunidad y que ha menguado desde 2019, cuando Alfonso Fernández Mañueco sustituyó a Juan Vicente Herrera y perdió las elecciones. El pacto con Ciudadanos le salvó la cara entonces, y en 2022 se convirtió en el primer dirigente autonómico del PP que gobierna junto a la extrema derecha. La cordialidad ha durado poco. Casi desde que se formó el gobierno, Vox rechaza someterse a la dirección de comunicación, con la que quiso quedarse cuando negociaba el pacto.
Al no conseguirla, ficharon a su propia directora de comunicación. Bajo el nombre de 'directora de Coordinación e Interacción Social', y con un cargo de libre designación por el que cobra más de 73.000 euros anuales, Montserrat Lluis controla con mano de hierro los servicios de prensa de las tres consejerías de Vox –Empleo, Agricultura y Cultura– con la orden de no facilitar más información a la prensa que la que ella estime oportuna. No se contestan preguntas.
“La única información válida es la que se cuelga en el portal de comunicación”
Desde la Junta de Castilla y León insisten en que la única información válida sobre el Gobierno es la que se cuelga en el portal de comunicación, pero Vox informa de manera independiente sobre sus consejerías y Lluis, que debería trabajar al servicio del Gobierno autonómico, se encarga no solo de controlar esa comunicación de las consejerías que han recaído en el partido de extrema derecha, sino también de encargar vídeos de los consejeros y sobre todo del vicepresidente, Juan García-Gallardo. Uno de los errores más memorables y que enfadó más al PP fue de usar el logo de la Junta de Castilla y León y el de Vox sobre un fondo verde para informar de unos nombramientos de cargos públicos del partido. También se recuerda y más en estos días, el reportaje gráfico que tuiteó García-Gallardo sobre un paseo por el monte quemado en la Sierra de la Culebra, un paraje que visitó en solitario 10 días después del terrible incendio que asoló cerca de 30.000 hectáreas. Días antes, Fernández Mañueco y su equipo habían salido de uno de los pueblos afectados por el incendio entre abucheos mientras algunos vecinos pateaban los coches oficiales. García-Gallardo quiso hacerse unas fotos vestido con americana y zapatos, comprometiéndose a “devolver la vida y la prosperidad” a ese “tesoro de la naturaleza”.
Un mes después, la provincia de Zamora ha vuelto a sufrir un incendio que podría ser el más importante de la historia y que se llevó por delante las vidas de un bombero forestal y de un pastor. García-Gallardo no ha visitado ni uno sólo de los 34 pueblos que fueron evacuados por el fuego pero sí ha tirado de redes sociales para hacer su propio anuncio. El pasado miércoles, pasadas las 23.30 horas informó en twitter de las medidas acordadas por “los consejeros de Vox”, no los de la Junta de Castilla y León, con acciones tan particulares como la de entregar maillots de ciclistas conocidos a los alcaldes de los pueblos quemados, organizar un concierto benéfico o contratar parados para limpiar los montes.
Desde el Gobierno autonómico aseguran que Vox comunicó previamente estas “medidas” la misma tarde del miércoles, pero el portavoz no fue claro respecto a si fueron consensuadas. Fuentes de la Junta revelaron a elDiario.es que Vox quería que se incluyesen en una nota de prensa del Consejo de Gobierno. Se negó esa posibilidad porque Junta va a poner en marcha un presupuesto de 65 millones de euros para recuperar la Sierra de la Culebra y la zona de Losacio y el resto de municipios afectados por el último incendio, además de otras iniciativas en las que se irá trabajando. Destinar 5 millones de euros para contratar “desempleados” y limpiar “los bosques”, como contaba García-Gallardo en twitter, ni siquiera le parece creíble al PP. Son muchas hectáreas y poco dinero el que han calculado “los consejeros de Vox”, señalan. Es esa denominación, y ese afán por hablar de acciones de partido y no del Gobierno, el motivo de que Vox obvie al dircom de la Junta, que ya les ha echado para atrás muchas notas de prensa por su corte partidista.
Pero Vox busca sus propios canales de comunicación y uno es una lista de distribución de whatsapp para periodistas en la que “Vicepresidencia” envía desde fotos a declaraciones o notas de prensa . “No es un canal oficial. Eso no tiene más valor que el de unas declaraciones o lo que García-Gallardo pueda escribir en twitter”, insisten desde la Junta. Las mismas fuentes aseguran que para el PP “es bueno” que Vox haga la guerra por su cuenta y les libere de anuncios polémicos. Sin embargo, esa bicefalia que existe de facto ya ha provocado tensiones. Hace unas semanas, el cese de un alto cargo nombrado por Vox tras conocerse que había impartido cursos de igualdad –tras una denuncia de un concejal del propio Vox en el Ayuntamiento de Valladolid– provocó dos comunicados distintos: uno de la propia Consejería y otro que se colgó en el portal de comunicación. El contenido de ambos era distinto y fuentes de la Junta llegaron a indicar a este diario que no sabían de dónde había salido el “supuesto pantallazo” del comunicado que elDiario.es tuvo que mostrar. Era un correo remitido por la Consejería y que no pasó por el filtro del director de Comunicación del Gobierno.
Pero Vox no sólo se vale de twitter y whatsapp, también 'contraprograma' al PP. Hace un mes, mientras se firmaba en el Ministerio de Industria, y con el presidente de la Junta como testigo, el acuerdo que salvó a la galletera palentina Siro, García-Gallardo y el consejero de Industria, Mariano Veganzones, comunicaban a la misma hora a la prensa que iban a quitar 20,3 millones de subvenciones directas del diálogo social a los sindicatos. Desde entonces, el PP intenta evadirse de ese problema y es poco claro respecto al anuncio de Vox contra sindicatos “ultrasubvencionados” mientras las organizaciones sindicales y la patronal le exigen claridad.
El pasado jueves, García-Gallardo amplió su agenda para citar a la prensa en un centro hospitalario de religiosas, a la misma hora en la que se celebraba la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno. El vicepresidente de la Junta comentó a los medios que el sistema de “prevención” de incendios no había sido muy útil. Poco después, su propia dircom hacía llegar esas declaraciones a los periodistas a través de whatsapp. Al parecer, las declaraciones de García-Gallardo no cumplían los estándares comunicativos de la Junta.