El presidente en funciones del Poder Judicial, sobre una ley de amnistía: “Es muy difícil estar de acuerdo”

EFE

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El presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Vicente Guilarte, ha declinado este lunes profundizar sobre la posible elaboración y promulgación en España de una ley de amnistía, y se ha limitado a afirmar en declaraciones a los periodistas que “es muy difícil estar de acuerdo con ello”.

Ha sido en la Universidad de Valladolid (UVa), antes de pronunciar la lección magistral que ha dado la bienvenida a los alumnos en la Facultad de Derecho del curso 2023/2024, donde este año se jubila como catedrático de Derecho Civil después de 45 años e inició sus estudios en 1970.

Como presidente del CGPJ, desde el pasado julio, Guilarte ha considerado “prematuro” emitir una valoración sobre una posible ley de amnistía a los políticos condenados por el proceso independentista en Cataluña, entre ellos quienes con sus votos pueden resultar decisivos en la investidura presidencial de Pedro Sánchez (PSOE).

“Tiempo habrá de comentar esas cuestiones y de esperar a ver cómo se desarrolla para opinar. Es prematuro, no es el momento, ahora estamos en la Universidad”, ha explicado a los informadores antes de añadir: “Es muy difícil estar de acuerdo con ello”.

Lo más prudente es “cuestionar” la amnistía

Más explícito sobre el mismo asunto se ha mostrado Guilarte como catedrático de Derecho Civil, ya dentro de la lección magistral que ha dirigido a un alumnado al que ha prevenido contra los “ilusionistas del Derecho”, una expresión que ha extraído y citado del libro “Cien años de soledad”, de Gabriel García Márquez.

“El derecho, en manos de desaprensivos, es un instrumento peligroso. Los ilusionistas del Derecho han aparecido de nuevo para convencernos de la bondad de la amnistía, algo que lo más prudente es cuestionar”, ha reflexionado como docente universitario.

A los alumnos ha recordado que la ley “es un instrumento poderoso” y que “utilizado desviadamente” puede resultar “enormemente nocivo”, por lo que ha apelado a la historia del Derecho: “Lo importante es saber para qué sirven las instituciones jurídicas, entender su racionalidad” fruto de un proceso de sedimentación de muchos años.

Guilarte ha lanzado ambas advertencias después de reconocer que no le gusta mandar y de que él no es quien “para dar consejos que mejoren mi silencio”, pese a lo cual ha transmitido la sensación de que el ámbito del Derecho acusa en estos tiempos cierta ausencia deontológica y que se trata de un mundo “especialmente competitivo”.

“Mandar es un vicio que no tengo y a saber cómo saldré de esta nueva aventura”, ha aludido a su responsabilidad como presidente del CGPJ, asumida desde el pasado julio, y avisado de que “mientras pueda” no abandonará “ni mi Universidad ni esta ciudad”.

En el año de su jubilación académica, “posiblemente sean estas mis últimas palabras” como catedrático, al echar la vista atrás ha recordado sus inicios estudiantiles en 1970 con docentes de la talla de José Antonio Rubio Sacristán, Alfonso Guilarte y Pablo Pinedo, que ha evocado a través de anécdotas didácticas en apenas media hora.

“Mi misión es enseñar, no suspender. A los torpes ya les suspenderá la vida. Creo que he sido académicamente leal”, ha resumido antes de disculparse con el departamento de Derecho Civil, al que pertenece, por haber alterado de forma abrupta el plan de ordenación académica tras haber aceptado esta “imprevista huida por tareas que tengo que desempeñar en la Villa y Corte”.

Entre ellas figura la renovación de las vocalías, paralizada desde hace varios años y previsiblemente demorada hasta 2025: “habrá que buscar la fórmula sin pisar ningún callo a nadie”, ha declarado a los periodistas, como presidente del CGPJ, antes de pronunciar su lección académica como catedrático delante, entre otros, del rector de la UVa, Antonio Largo.