Igea dice que no le importa “nada en absoluto” lo que ocurra en Ciudadanos sino si son “capaces de servir a este país”
El vicepresidente de la Junta de Castilla y León y dirigente de Ciudadanos, Francisco Igea, ha evitado pedir la dimisión del líder de su partido, Albert Rivera, tras el desplome sufrido en las elecciones generales, aunque ha señalado que es el propio Rivera quien se tiene que preguntar si puede seguir al frente de la formación 'naranja'.
Preguntado en una entrevista en RNE, recogida por Europa Press, si Rivera debía marcharse tras perder 2,5 millones y 47 escaños, ha declarado que esa pregunta “se la debe hacer él”, en referencia al presidente de Cs.
Con todo, Igea ha insistido en que no irá la Ejecutiva del partido de este lunes “pidiendo una cabeza”, ya que la formación política “ya ha perdido muchas”. “Es verdad que todo está en cuestión, pero ahora importa cómo vamos a usar la fuerza que nos queda”, ha subrayado.
El dirigente autonómico también ha hecho declaraciones a su llegada a la reunión de la Ejecutiva del partido convocada por Rivera en la sede nacional. Al preguntarle si la portavoz en el Congreso, Inés Arrimadas, podría ser la próxima líder de la formación, ha respondido que es “evidente” que Arrimadas tiene “una capacidad de liderazgo muy grande”, pero ha añadido que eso no es lo que hay que decidir ahora.
“Lo que tenemos que saber no es quién dirige este partido, sino a dónde va”, ha afirmado, recalcando que lo que ocurra con Ciudadanos no le importa “nada en absoluto” y que lo que le importa es si son “capaces de servir a este país”, que se encuentra ahora en una situación “terrible”.
Contra las trincheras y los nacionalistas
En su opinión, España “no puede dividirse en trincheras y caer en manos de quienes quieren acabar con él”. “Eso es para lo que nacimos, y hoy es el día”, ha subrayado, advirtiendo de que Cs tiene que “estar a la altura” ante la “una amenaza y una crisis territorial muy grande”.
En este sentido, Igea ha señalado que es un día para “la tranquilidad y la responsabilidad” y que su pretensión es ser “leal” ha su partido pero, sobre todo, al país.
Respecto al ejercicio de autocrítica que debe hacer la formación naranja, ha dicho que “el error ha sido no ser útil a los ciudadanos”, teniendo en cuenta que Cs nació, a su juicio, para “ensanchar el centro” y para que la gobernabilidad de España “no dependiera de los nacionalistas, de quienes quieren acabar con el país”.
Tras admitir la necesidad de reconocer los “errores de estrategia y de comunicación” de Ciudadanos, incluidos los que ha cometido él mismo, ha afirmado que los españoles les han percibido “como parte de un bando”.