Una moción sin certezas en Castilla y León y al ritmo de las direcciones nacionales de los partidos

Laura Cornejo

10 de marzo de 2021 20:02 h

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Hay pocas certezas sobre la moción de censura del PSOE al Gobierno de Castilla y León, apenas dos: una es que se ha presentado y otra que va al ritmo de lo que marquen las direcciones nacionales de cada partido. El Ejecutivo actual (PP-Ciudadanos) se negoció en Madrid, en un toma y daca de ayuntamientos y diputaciones, de concejales y consejeros, de asesores y senadores...y su fin, si lo tiene, se pactará también en la capital de España.

El líder del PSOE en Castilla y León, Luis Tudanca, daba una rueda de prensa este miércoles, horas después de que su partido presentase una moción de censura contra todo pronóstico, al menos en ese día, cuando la propia secretaria de Organización, Ana Sánchez, seguía hablando de un trabajo discreto y “sin prisas”. Tras precipitarse los acontecimientos en la Comunidad de Madrid, donde la presidenta, Isabel Díaz Ayuso, anunciaba la convocatoria de elecciones anticipadas para evitar la moción, y en la Región de Murcia, Castilla y León no podía quedarse atrás. Llevaba dos semanas intensificando reuniones que habían arrancado mucho antes.

Pero la comparecencia de Tudanca ante la prensa no ha despejado incógnitas. El líder socialista ha reconocido que no ha hablado con todos los grupos parlamentarios, pero tampoco ha revelado con quién sí ha tenido conversaciones. “Discreción” fue una de las palabras que más repitió. A pesar de la tranquilidad que le caracteriza, Tudanca, algo apresurado por explicar por qué ahora y no antes, no fue todo lo claro que demandaba la prensa. La moción se presentó este miércoles, dijo, por la “gran irresponsabilidad del PP”, no sólo de Madrid sino también del de Castilla y León, que apostaba por un adelanto electoral. “Manejábamos otros tiempos”, reconoció.

Respecto a que se siguiese el esquema del pacto, armado por las direcciones nacionales de los partidos PP y Ciudadanos en 2019, y este pudiese romperse también con negociaciones entre los responsables de los partidos, Tudanca respondió pidiendo a Ciudadanos responsabilidad para afrontar el cambio. Recordó que acudieron a las elecciones prometiendo acabar con el Gobierno del PP, no para gobernar con él. Instó a recuperar la paz social, el diálogo y los consensos, además de reforzar la sanidad y hacer frente a reto demográfico.

“Pido a Ciudadanos que escuchen. Que escuchen a la gente de esta tierra, lo que piden, lo que necesitan y lo que merecen, que cumplan con el mandato de cambio, tienen una nueva oportunidad”, señaló. Además, ha reconocido, a pesar de que desde Ciudadanos se ha negado, haber tenido contactos con el partido, y en concreto, con personas del Grupo Parlamentario.

En las últimas horas, dijo, ha recibido una “avalancha” de mensajes y llamadas de apoyo, “más que después de ganar las elecciones”. Ninguna de esas llamadas ha sido de Igea o de Mañueco. “Tienen poco que decir desde que decidieron que pactaba Madrid. Aquí la lealtad de quebró el día en el que el presidente nos engañó a todos, alcaldes, presidentes de diputaciones, hosteleros, con un adelanto del toque de queda que no nos comunicó y sobre el que el Supremo ya se ha pronunciado, y con la llamada del vicepresidente a la sublevación cívica”, ha recordado.

Los próximos pasos de Fernández Mañueco, ha dicho serán “llamar a Madrid para pedir un rescate, ofrecer lo que sea a quien sea, porque su palabra no tiene valor”. Mientras, Tudanca se ha negado a explicar qué ofrecerá él a quienes le apoyen y con quienes estaría dispuesto a gobernar si consigue hacer caer al Gobierno de Castilla y León. Los números si salen, son fáciles. Con 35 escaños necesita el apoyo de seis procuradores más. Dos seguros son los de Podemos, falta por saber si habrá cuatro rebeldes en Ciudadanos.