La Consejería de Sanidad de Castilla y León trata de frenar las críticas por el anuncio de la puesta en marcha de consultorios sin médicos en la comunidad, aunque mantendrá uno en pruebas en la comarca de Aliste (Zamora), según ha informado El Norte de Castilla este martes. En declaraciones a ese periódico, la consejera Verónica Casado ha asegurado que el plan se trata “de un ensayo de un nuevo modelo de organización asistencial rural que ni siquiera es seguro que se extienda a toda Castilla y León”.
Dicho plan, que ha generado un enorme rechazo entre pacientes, sindicatos y colectivos sanitarios de toda la Comunidad, consistía en que, en ciertas zonas de Castilla y León, sólo los enfermeros atenderían a los pacientes en primera instancia en los consultorios. Cuando fuera necesaria la intervención del médico, el paciente sería desplazado hasta un 'consultorio de concentración' en su cabecera de comarca.
La consejera de la Junta de Castilla y León, ha tratado de minimizar las críticas masivas a su plan de “Reestructuración de la Atención Primaria en el medio rural”, y ha asegurado que está “en mantillas”, aunque advierte de que “no se puede mantener la actual organización ni por los profesionales ni por los pacientes” en los pueblos.
Se mantiene el piloto en Zamora y la UPA protesta
Según ha confirmado Casado al diario de Vocento, en la comarca de Aliste se llevará a acabo antes del próximo verano, este plan piloto para 4.735 tarjetas sanitarias de 13 municipios y 62 localidades con un centro de salud y 54 consultorios. Sanidad estudiará junto a profesionales sanitarios y alcaldes, cuántos consultorios de referencia creará. Así, el Sacyl hará, de momento, tan solo un pilotaje en esta comarca zamorana, aunque Casado advierte de que la experiencia podría replicarse “solo se extenderá si la evaluación es positiva”.
La organización agraria UPA, que está integrada en la Plataforma provincial en Defensa de la Sanidad Pública, ha acusado a la Junta de utilizar a los ciudadanos de Aliste como “auténticos conejillos de indias” en políticas “que atentan contra los hombres y mujeres del medio rural”. UPA Zamora ha exigido la dimisión del vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, y de la consejera de Sanidad, Verónica Casado.
UPA-Zamora ha mostrado su “indignación” a través de un comunicado, se ha negado a permitir “comportamientos tan sectarios y antisociales como los denunciados” y ha lamentado que se “juegue de esta manera” con la población del medio rural.