El consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, ha asegurado este jueves que los 30 nuevos camiones autobomba para extinción de incendios “cumplen” con las normativas europea y nacional para dar el servicio de forma correcta.
Suárez-Quiñones responde así a CCOO, quienes la semana pasada criticaban la compra de estos vehículos por “la falta de operatividad que tienen y sus severas deficiencias”, ya que, como aseguraron, “no están pensados para un uso forestal”. La organización sindical señaló en que la Consejería conocía de estas deficiencias, “pero continúa optando por un criterio de número y no de calidad”.
Ante esto, el consejero ha indicado que “es buena noticia que el objeto de crítica sean aspectos técnicos, los cuales no existen”. “Los camiones son de tipo de chasis de cabina simple ligero y cumplen con las normativas. No entendemos muy bien la crítica porque no se basa en hechos ciertos. Está homologada para el uso que se está dando”, ha añadido.
En todo 2023 han ardido 2.693 hectáreas
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, el primero tras la vuelta de vacaciones, Suárez-Quiñones ha hecho balance de los incendios forestales en 2023. Desde el 1 de enero en Castilla y León se han quemado 2.693 hectáreas, un 83% menos de la media de los últimos 10 años, que fue de 15.482.
En cuanto a la afección a superficie arbolado, el fuego ha calcinado 450 hectáreas, 92% menos que la media de la última década, que alcanza las 5.679 hectáreas.
En total, los diferentes servicios de extinción que operan en Castilla y León han tenido que enfrentarse a 796 incendios forestales -un 25% menos que en los últimos 10 años-, a los que se suman otras 393 intervenciones en superficie agrícola y periurbana.
Suárez-Quiñones también ha desglosado el número de conatos, es decir, los incendios que no superan la hectárea de extensión. En este 2023, el 82% del total se ha quedado por debajo de esta cifra al ser extendidos.
Asimismo, el consejero ha hecho una llamada a la “prudencia”, “sin triunfalismo” ya que “todo puede cambiar en cualquier momento, y en Castilla y León lo sabemos bien”. Suárez-Quiñones, ha comparado la situación con el año pasado y ha asegurado que “no tiene nada que ver con la intensidad y los incendios del año pasado, con vientos de 70-80 kilómetros por hora y la sequedad de materia leñosa, mucho más rápida en su propagación”