Nueva propuesta de Vox para el calendario laboral de 2023 en Castilla y León: mantener como festivo el 2 de enero y hacer el 25 de julio festivo (“el Patrón de España, el Apóstol Santiago Matamoros”, que no era festivo en Castilla y León desde 2005) a costa de quitar el del Día de Castilla y León, que se celebra el 23 de abril pero pasa al lunes 24.
UGT Castilla y León ha informado de esta novedad tras la reunión celebrada este viernes “con carácter extraordinario”. El sindicato tilda de “kafkiana” esta situación. Además, denuncian que no se han aprobado las actas de las reuniones anteriores. “Esta falta de diálogo, esta imposición unilateral, responde únicamente a una cuestión ideológica que parte del socio de gobierno del PP”, ha señalado el secretario de Acción Sindical de UGT Castilla y León, Raúl Santa Eufemia.
UGT ha rechazado este cambio porque lo considera “la peor opción presentada hasta el momento. ”No ha habido ninguna propuesta previa para poder evaluarla y no ha habido unanimidad ni posibilidad de debate“, afea UGT a través de un comunicado.
“Esperaremos a que lo eleven al Consejo de Gobierno y que sea el gobierno de Castilla y León quien nos diga qué quieren hacer con el calendario laboral de 2023 y si van a basarse o no en cuestiones ideológicas que nada tienen que ver con los factores de racionalidad laboral que se han venido aplicando con anterioridad”, ha rechazado Raúl Santa Eufemia.
Dos semanas después del anterior cambio
Esta nueva propuesta sucede dos semanas después de que el Consejo Regional de Trabajo (dirigido por Vox) aprobara, con el apoyo de la patronal y la oposición de UGT y CCOO, modificar el calendario que ya había sido acordado una primera vez. Entonces, Vox planteaba cambiar el festivo del 2 de enero (el 1 de enero es domingo) por el 25 de julio.
Los sindicatos habían expresado su oposición a cambiar el 2 de enero por el 25 de julio, que supone cambiar un día festivo del lunes, 2 de enero, a un martes, el 25 de julio, lo que consideran que tiene más inconvenientes que ventajas, dado que en el primer caso habría puente y posibilidad de regreso de las celebraciones de Fin de Año y Año Nuevo y, en el segundo, quedaría en una semana en la que tendría que pararse la actividad en mitad de una semana y perjudicaría, por ejemplo, a trabajadores de vacaciones.
Con esta propuesta, Vox quiere acabar con el único festivo autonómico, el día de Villalar, marcando así sus políticas en contra de las autonomías.