Alfonso Fernández Mañueco ha mostrado hoy algunas dificultades para explicar ante los periodistas los puntos del acuerdo que ha suscrito con Vox para sacar adelante su investidura como presidente de Castilla y León y que supondrá que la formación de extrema derecha entre por primera vez en un Gobierno en España.
Mañueco ha concedido una rueda de prensa un día después de firmar un acuerdo con el que será el vicepresidente de la región, el candidato de Vox en las últimas elecciones en la región, Juan García-Gallardo, para detallar aspectos de ese texto, como la ley de violencia intrafamiliar, el concepto que la extrema derecha usa para invisibilizar la violencia machista; el veto parental en los colegios; o lo que han denominado en el texto como “inmigración ordenada”.
El presidente en funciones de la comunidad se ha visto en problemas, además, para defender este acuerdo en clave interna, después de que el presidente del Partido Popular Europeo, el polaco Donald Tusk, haya calificado el pacto con Vox de “claudicación” y haya esperado que se trate más bien de un “incidente” o un “accidente” y no tanto de una “tendencia”.
“Violencia intrafamiliar”
El punto 10 del acuerdo suscrito entre ambas formaciones para el primer gobierno autonómico con presencia de la extrema derecha desde la vuelta de la democracia dice lo siguiente: “Aprobaremos una ley de lucha contra la violencia intrafamiliar para promover medidas preventivas y dotar de una protección adecuada a sus víctimas. Actualizaremos la normativa vigente en materia de protección para mejorar la atención a las víctimas, especialmente cuando sean menores, mayores, mujeres, personas con discapacidad o personas vulnerables, y con especial énfasis en el medio rural, garantizando la igualdad”.
Esta mañana, la prensa le ha preguntado si el término “intrafamiliar”, que no estaba presente en la legislación anterior aprobada por la Junta, figura en el acuerdo “por una imposición de Vox”. “No”, ha contestado Mañueco, que se ha limitado a defender después que él prefiere no entrar en “cómo se llama la ley” sino “en qué va a consistir”. “No quiero entrar en cómo se llama, quiero entrar en qué va a consistir. No entro en cómo se llama, lo importante no son los nombres sino las políticas. Vamos a garantizar a las víctimas de violencia de género y a las que en el ámbito intrafamiliar sufran violencia”, ha justificado.
“Inmigración ordenada”
El pacto rubricado aborda un tema que desde ambas formaciones consideran importante para la región: la inmigración. Para ello, usan un término en el texto al que Mañueco ha restado importancia este viernes, “inmigración ordenada”. “Una inmigración ordenada que, desde la integración cultural, económica y social, y en contra de las mafias ilegales, contribuya al futuro de Castilla y León”, ahonda el escrito.
La prensa le ha preguntado sobre si cree que este punto contiene elementos “racistas o xenófobos”. “¿Ha encontrado algún elemento machista, racista o xenófobo en el texto?”, ha replicado el presidente de la Junta, para aclarar que la inmigración “ordenada” se refiere a “atender y recibir a las personas que permite la ley que puedan venir”. “En el último siglo y medio, hemos sido región de emigración. Somos tierra, por tanto, de acogida. Traslado la tranquilidad a todo el mundo de que somos una tierra de acogida y vamos a atender a los inmigrantes que vengan a esta tierra y respeten la ley”, ha insistido.
“¿Como antes, no?”, le ha preguntado una periodista. “Exactamente. Pues para que quede claro”, ha respondido.
“Adoctrinamiento ideológico”
“Respecto del adoctrinamiento ideológico se refiere a eso, a que no haya adoctrinamiento ideológico”. Así ha respondido Mañueco sobre esas palabras que aparecen en el acuerdo firmado con la extrema derecha, después de que los periodistas le preguntaran si esas palabras tienen que ver con el ámbito educativo.
Vox ha defendido recurrentemente un veto parental [pin parental] para que los padres puedan tomar decisiones sobre el currículo de sus hijos y evitar que los profesores impongan ese “adoctrinamiento ideológico”, como ellos lo llaman, en los alumnos. “Puedo decir que desde el ámbito de la educación, desde Castilla y Léon, tenemos una educación de excelencia, desde el respeto a la libertad de cátedra”, ha dicho Mañueco, que no ha concretado a qué ámbito se circunscribe entonces ese sintagma.
“Se refiere al pin parental?”, ha preguntado un periodista. “Significa que no haya adoctrinamiento ideológico”, ha seguido Mañueco. “¿Ahora hay adoctrinamiento?”, ha insistido el periodista. “No, por eso nos parecía importante hacer hincapié”, ha contestado.
Críticas de Tusk y Casado
Según han desvelado algunos dirigentes que acudieron este jueves a la reunión del Partido Popular Europeo (PPE), Pablo Casado defendió en privado que él nunca había pactado con la ultraderecha, en una crítica velada al movimiento de Mañueco, que se produce en plena transición del liderazgo nacional, con Alberto Núñez Feijóo como único candidato para las primarias a la Presidencia de abril. Preguntado hoy por las críticas del todavía presidente del partido, Mañueco ha mostrado su “sorpresa”. “Simplemente sorpresa. Sorpresa, exclamación”, ha repetido.
“Sorpresa, porque él [Casado] era el presidente del Comité Ejecutivo Nacional cuando se mandató al PP de Castilla y León [a negociar]. Les puedo leer literalmente: Alfonso, cuentas con todo el respaldo de este Comité Ejecutivo y en nombre del PP nacional para negociar la continuidad de este Gobierno de éxito”, ha relatado.
El dirigente autonómico tampoco ha entendido las críticas de Donald Tusk de ayer, y por eso, se ha puesto “a disposición del señor Tusk y de quien corresponda” para resolver “las dudas” sobre un acuerdo que, ha concluido, “parte de las diferencias que existen entre las formaciones” y en el que han sido capaces de encontrarse “en una postura común de equilibrio”.