El joven vizcaíno de 25 años que falleció ahogado este martes en una zona de baño de Valdenoceda, en la Merindad de Valdivielso, en Burgos, “perdió pie en una zona que no era especialmente peligrosa, pero no sabía nadar y los nervios jugaron también su función”.
Así lo ha asegurado este miércoles el subdelegado del Gobierno en Burgos, Pedro de la Fuente, quien ha lamentado la muerte del joven y ha asegurado que ha sido de esos “accidentes fortuitos” que ocurren en verano en zonas de baño que no están vigiladas.
El subdelegado ha explicado que en este tipo de lugares solo cabe hablar de pedir “precaución” a los bañistas “porque no hay capacidad de reacción”, dada la gran cantidad de lugares de baño de la provincia.
En la misma comarca de Las Merindades, en Arija, ocurría otro ahogamiento el pasado 1 de agosto, cuando otro joven tutelado por un centro de la Diputación Foral de Vizcaya que desapareció en las aguas del embalse del Ebro cuando participaba en un campamento.
En el caso del joven de 25 años ahogado en Valdenoceda, se alertó al servicio 112 de Castilla y León sobre el incidente a las 14.00 de este martes, cuando las fuentes que informaron del suceso aseguraban que habían intentado acceder a él, pero tras un tiempo dejaron de verle y no le localizaban.
Al lugar se desplazaron los bomberos de Miranda de Ebro que acudieron con una barca, y a Emergencias Sanitarias de Sacyl, que envió un helicóptero medicalizado, y el equipo médico del Centro de Salud de Villarcayo.