Era una promesa electoral del actual alcalde de Valladolid: reducir la Zona de Bajas Emisiones a la mínima expresión. Cinco meses después de tomar posesión, el Ayuntamiento (PP y Vox) ha anunciado que se reducirá a un tercio sobre la ordenanza que iba a entrar en vigor el 1 de enero de 2024. Se retomará el primer planteamiento del anterior equipo de gobierno (PSOE-Toma La Palabra) que reflejó el Plan Integral de Movilidad (Pimussva) de 2021 y se quedará en 1,1 kilómetros cuadrados.
Así lo han anunciado en rueda de prensa los concejales de Tráfico, Alberto Gutiérrez Alberca (PP), y Comercio, Víctor Martín (Vox). De esta manera quieren dar cumplimiento a la Ley actual. “Valladolid tiene una calidad del aire excelente, cumple con los parámetros respecto a las directrices de la OMS. Valladolid cumple de sobra”, ha aseverado Gutiérrez Alberca.
El Informe de Calidad del Aire de 2022 establece que las emisiones de NO2 —gas producido sobre todo por el tráfico— se están “muy por debajo” del valor límite anual, que actualmente es de 40 µg/m3, se cumple en todas las estaciones y la más alta es la de Arco Ladrillo II, con un valor de 25 µg/m3. El objetivo que recomienda la OMS es de 10 µg/m3 para 2030, la Comisión Europea lo ha fijado en 20 µg/m3 y el Parlamento Europeo habla de 10 µg/m3 para 2035.
El concejal de Tráfico ha previsto que la ordenanza todavía tiene que pasar por todos los trámites y, una vez publicada, tiene seis meses hasta empezar con las primeras restricciones. “Por poner un horizonte [para restringir el acceso de vehículos sin pegatina], en 2026”, ha afirmado Gutiérrez Alberca, que ha calculado que las medidas más estrictas serán en el año 2030, aunque no descarta modificar el plazo en 2027. El año pasado, el 28% de los coches de Valladolid no tenía distintivo, el 35% tenía una B y el 28%, una C.
La zona estará limitada por las calles María de Molina, Doctrinos, Isabel La Católica, San Quirce, plaza San Pablo, calles Santa Teresa, Gondomar, Avenida Ramón y Cajal, calle Colón, Cardenal Mendoza, Pedro Barruecos, calle Alonso Pesquera, Labradores, Acibelas, calle Vega, Miguel Íscar y plaza Zorrilla.
El PSOE descarta judicializarlo
El portavoz del Grupo Socialista, Pedro Herrero, ha descartado acudir a los tribunales —Gutiérrez Alberca ha animado a los periodistas a hacer 'una porra' sobre un posible recurso judicial de la oposición— y ha diferenciado entre la crítica política y la judicialización de una medida como el 'alcalde B'. También ha criticado que Jesús Julio Carnero no haya participado en la rueda de prensa y sí haya estado Vox a pesar de que no cuenta con competencias en Movilidad.
Cuando el ahora exalcalde presentó la Zona de Bajas Emisiones de 3,4 km2, justificó este incremento de la zona porque la bajada prevista de contaminación no era “lo suficientemente significativa” y la OMS había endurecido sus límites y recomendaciones de aire limpio desde que empezó a trabajarse en el proyecto.
El exconcejal de Movilidad Luis Vélez (PSOE) ha considerado “un propósito” recuperar la zona de bajas emisiones del Pimussva. “Después se elaboraron más informes técnicos que justificaron la ampliación [a 3,1 kilómetros cuadrados]. En base a criterios técnicos que decían que con la pequeña se iban a generar más problemas de tráfico y congestión que si se ampliaba”, ha asegurado ante los medios Vélez, que ha denunciado “falta de transparencia” por parte del gobierno municipal.
“No sé a qué se han dedicado. Llevan cinco meses para hacer un corta pega, cambiar algunos párrafos y modificar el artículo 8”, ha afeado Luis Vélez, que cree que puede haber riesgo de perder subvenciones si no se cumplen los objetivos de emisiones previstos.