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La catedral de Valladolid y la iglesia de San Miguel alojarán las tallas de Gregorio Fernández que hay en la Vera Cruz

Se desploma en Valladolid sin heridos ni daño artístico la cúpula del templo de Vera Cruz.

EFE/Europa Press

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La catedral y la iglesia de San Miguel y San Julián, ofrecidas por al arzobispado de Valladolid, se perfilan para alojar temporalmente el valioso legado patrimonial del templo de la Vera Cruz que este pasado martes, dos días después de su cierre tras ser detectadas varias grietas, sufrió el desplome de su cúpula.

A falta de la confirmación de los técnicos de Patrimonio, la cofradía de la Vera Cruz, la más antigua de Valladolid y referente de la Semana Santa, ha aceptado el ofrecimiento del arzobispado para recolocar sus pasos y tallas procesionales más emblemáticos, entre ellos los cincelados en el XVI por el imaginero Gregorio Fernández.

La secretaria de la hermandad penitencial, Beatriz Tovar, y el delegado diocesano de Patrimonio, Jesús García Gallo, han explicado a los periodistas el presumible destino de las tallas mientras esperan las obras de desescombro, limpieza y restauración de una iglesia emblemática en la historia, arte y tradiciones de la capital.

Al tratarse de una talla de culto, la Dolorosa de la Vera Cruz, titular de la iglesia a la que nombra y también de la cofradía, viajará con toda probabilidad a la iglesia de San Miguel y San Julián, de origen jesuita y amplia dimensión.

El PSOE solicita a Carnero “toda la documentación”

El Grupo Municipal Socialista ha solicitado al alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, “toda la documentación” de las obras que se están realizando en la iglesia de la Vera Cruz tras el derrumbe de la cúpula.

Para el portavoz de los socialistas, el colapso es “un auténtico desastre para la ciudad de Valladolid, por el valor patrimonial que tiene, incalculable, y porque es un icono de la ciudad, nada más y nada menos que el epicentro de la Semana Santa”, ha señalado.

Herrero coincide con la Asociación por el Patrimonio de Valladolid en que “ahora es necesario que los técnicos hagan su trabajo y que se sepa exactamente qué es lo que ha pasado, porque la iglesia había sido cerrada 48 horas antes al público y había seis operarios en el momento del accidente”.

Distribución y ayudas

Por su monumental tamaño, el paso del Descendimiento (seis tallas más la cruz), encontraría acomodo en la catedral, donde también podrían ir otras dos tallas: el Ecce Homo/Cristo de la Caña (Gregorio Fernández) y la Oración del Huerto (Andrés Solanes), ya que ambas habían sido solicitadas para una exposición, a partir del próximo noviembre, prevista en el principal templo de la diócesis.

Queda por determinar el destino final de otras piezas emblemáticas como la reliquia del Lignum Crucis, el Atado a la Columna (Gregorio Fernández) y el paso de La Borriquilla (Francisco Giralte), ya que otras tallas e imágenes que también atesora la cofradía se encuentran en otras dependencias.

Para todo este procedimiento, tanto la cofradía como el arzobispado de Valladolid han solicitado a la Junta de Castilla y León el apoyo técnicos de profesionales cualificados para realizar los traslados en las debidas condiciones de seguridad, además de los pertinentes peritajes tanto previos como posteriores.

El día después

“No ha habido día después”, ha matizado a los informadores la secretaría de la cofradía, porque desde el desplome de la cúpula ocurrido sobre las 13.40 horas de este pasado martes no han “parado ni dormido”, pendiente también de la consecuencias que las tormentas y lluvias intermitentes anunciadas podían acarrear al templo.

Lejos de perjudicar, la tormenta de granizo caída esta madrugada en Valladolid ha beneficiado al humedecer el ambiente y los escombros depositados tras la caída, desde una veintena de metros, de la cúpula y la linterna (sólo queda el arranque del tambor), que ha dejado en el crucero un hueco con una luz aproximada de diez metros.

“La lluvia ha aventado el polvo y ya hemos podido ver los colores” de las tallas, que “nunca han corrido peligro”, ha precisado la portavoz de la hermandad, quien confía en que para la próxima Semana Santa (13 al 20 de abril de 2025), la situación haya podido ser reconducida para que la Vera Cruz vuelva a ser protagonista: “Confiamos mucho en el trabajo de todos”, ha apostillado.

Desescombro

Los trabajos de desescombro aún no han comenzado debido a la existencia aún de riesgos de desprendimientos desde el tambor (arranque de la cúpula), pendiente de apuntalar antes de iniciar la limpieza y la posterior itinerancia de las imágenes.

Por esta razón no han comparecido este miércoles, como estaba previsto, representantes de las consejerías de Medio Ambiente -responsable de la financiación de los 150.000 euros de las obras que se iban a ejecutar- y de Cultura -competente en la intervención sobre el patrimonio histórico y artístico-.

Este derrumbamiento ha obligado a modificar ahora las condiciones administrativas que el Ayuntamiento había aprobado para el inicio de las obras de restauración, ya que las actuaciones de urgencia para apuntalar, cubrir y reponer exigen una licencia de obra con un proyecto de rehabilitación.

El expediente previo fue registrado a través de una Declaración Responsable de Obra y Usos (DROU), una figura que permite “agilizar tiempos y facilitar a la empresa no tener que esperar al lento proceso de tramitación administrativa y revisión del mismo como sí tiene que tener los que necesiten licencia de obra”, ha explicado a los medios el concejal de Urbanismo, Ignacio Zarandona.

El edil ha defendido en todo momento a la empresa constructora: “Ha actuado como se debe”, en la que “no ha existido ningún tipo de negligencia” y que con su proceder “ha evitado daños personales y al patrimonio irreparables”.

El arquitecto responsable de las obras, Fernando de Bonrostro, ha explicado a EFE que pese al relieve histórico, patrimonial y cultural, la iglesia de la Vera Cruz no cuenta con la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC), una figura de protección de la que sí dispone el entorno urbano de la misma.

No obstante esta situación, el delegado diocesano de Patrimonio, Jesús García Gallo, ha matizado a EFE que no afectará al nivel de cobertura y asistencia institucional acorde exigida por la magnitud del suceso y la importancia del patrimonio. 

El arzobispo y la oposición

Desde Belgrado, donde asiste a una reunión de presidentes de conferencias episcopales europeas, el arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, ha transmitido a la cofradía y feligreses un mensaje de ánimo, solidaridad y apoyo “ante un acontecimiento doloroso” que mueve “al cuidado de unos y otros”.

Se ha referido también a las “bellísimas imágenes” que “nos llaman a la devoción de los templos donde nos apoyamos para seguir creciendo en nuestra vida cristiana”.

Además del concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Valladolid, Ignacio Zarandona, hasta la iglesia de la Vera Cruz se ha desplazado el líder la oposición municipal, Pedro Herrero (PSOE), quien a través de un registro sonoro difundido a los medios se ha hecho del “auténtico desastre” que ha supuesto este suceso para la ciudad.

La Vera Cruz, ha argumentado, “tiene un valor incalculable y es un icono porque es el epicentro de la Semana Santa”, por lo que ha anunciado que pedirá al alcalde de la capital “toda la documentación que haya en las dependencias municipales respecto a esta obra”.

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