“Se quiere intentar aprovechar esto como que ha llegado el demonio que está en contra de la ecología, de la sostenibilidad”. El concejal de Tráfico del Ayuntamiento de Valladolid, Alberto Gutiérrez Alberca, asegura que su estrategia actual —modificar y eliminar algunos carriles bici, establecer la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) mínima legal, ampliar un carril de coche en uno de los principales puentes de la ciudad— no es “contraria a la bicicleta”.
Lo ha dicho en varias ocasiones el alcalde 'popular', Jesús Julio Carnero, que gobierna con Vox en el consistorio. “La convivencia de los sistemas de movilidad tiene que ser una convivencia y no una preponderancia ni supremacía de unos sobre otros”, afirmaba Carnero en la Semana Europea de la Movilidad. De hecho, el consistorio ha firmado un acuerdo con un municipio del alfoz (Zaratán) para llevar allí el servicio de alquiler municipal de bicicletas.
“El Ayuntamiento va, o quiere ir en dirección contraria, pero sigue diciendo que en favor de los peatones y del ciclista también de alguna manera”, asegura el presidente de la Asamblea Ciclista, Roberto González, que invita al actual alcalde a dar con él una vuelta en bicicleta por la ciudad. El exalcalde socialista Óscar Puente considera que la estrategia municipal es “contradictoria”.
“Aunque no estábamos siempre de acuerdo, si el anterior equipo de gobierno se movía en bici, eso incita a que crees políticas de movilidad ciclista. Si el alcalde no vive en la ciudad, necesita venir en vehículo. Ha sido consejero, presidente de la Diputación y otra vez consejero, siempre con coche oficial, por eso desconoce totalmente las políticas de movilidad”, reflexiona González.
El 30% de los desplazamientos eran en coche en 2015
El Plan Integral de Movilidad Urbana Sostenible y Segura de la Ciudad de Valladolid (Pimussva), de 2015, calculaba que el 52,9% de los trayectos en la ciudad se realizaban a pie; el 30% en coche privado, el 13% en transporte público y el 4% en otro tipo de vehículo. Estas cifras probablemente no se ajusten a la realidad actual porque en los últimos años se ha incrementado el uso de los patinetes eléctricos y de las bicicletas.
Una de las principales críticas que hacía desde la oposición al gobierno de Óscar Puente era que sus políticas de movilidad provocaban atascos, especialmente en avenidas como la de Isabel La Católica. El Consistorio pretende desplazar el carril bici hacia la acera o la zona ajardinada, algo que se está estudiando todavía. “Hemos buscado la mejor solución en cada tramo de lo que hay que hacer. Entre el paseo de Isabel la Católica y el puente del Poniente irá por la zona alta y en la parte de puente del Poniente al Puente Mayor, por una zona intermedia, tampoco en la zona del río”, explica el concejal de Tráfico.
Conflicto por un carril bici que el Ayuntamiento quiere desplazar
El exconcejal de Movilidad, Luis Vélez (PSOE), considera que este cambio supondrá un coste “innecesario” que el consistorio ha cifrado en 1,5 millones de euros. “Europa no financia restar espacio al peatón, dar más espacio a los coches o perjudicar el uso de la bicicleta como en Isabel La Católica. Ese tipo de medidas afectarán a los niveles de contaminación y a ver qué pasa si no se cumplen los hitos que fija Europa”, explica a este diario el concejal, que ahora está en la oposición.
La Asamblea Ciclista propone una alternativa. No están del todo conformes con el actual carril bici (que va por el asfalto, al mismo nivel que los vehículos a motor), aunque tienen una alternativa si el Ayuntamiento insiste en cambiar el tráfico en esta arteria: desplazar la mediana y suprimir el carril bus, aunque tenga preferencia el transporte público. “Cualquier aglomeración puntual ocasiona un atasco en cualquier punto”, asegura Roberto González.
El Ayuntamiento no ve ningún problema en que las bicicletas circulen a la misma altura que los peatones, algo que desaconseja el Ministerio de Transportes, que aboga en su Guía de Recomendaciones que se reduzca el espacio de los coches y se estrechen los carriles. “Debe tenderse a eliminar las aceras bici progresivamente , transformando ese espacio en exclusivo para el peatón y trasladando la vía ciclista a la calzada en forma de carril-bici”, señala este manual, que sirve de referencia para las Administraciones Públicas.
Para el concejal de Tráfico, el exalcalde socialista tiene “un objetivo”: “hacer ver que somos contrarios a la bicicleta”. Gutiérrez Alberca se jacta de que en los últimos ocho años de PSOE-Valladolid Toma La Palabra (IU) se han ejecutado 69 kilómetros de carril bici (37 segregados y 32 ciclocarriles compartidos) mientras que el PP ejecutó 94 kilómetros entre 1995 y 2015.
Algunos de estos carriles están subidos a las aceras, algo que no modificó el anterior equipo de gobierno. “Cuando tú cuando eres peatón y vas hablando en un grupo de personas no te das cuenta de si estás pisando el carril bici... estás en la acera”, comenta Rodrigo Martín, portavoz de la Asamblea Ciclista. Esta asociación pone también en valor que los carriles bici que están en el asfalto pueden servir también a los vehículos de emergencia.
El Ayuntamiento de PP y Vox tiene previsto implantar una Zona de Bajas Emisiones más pequeña de lo que había comprometido el anterior equipo de gobierno porque la ciudad —según el concejal 'popular'— no está tan contaminada y se prevé un incremento en el número de vehículos híbridos o eléctricos. “Eso tiene que tener un efecto”, considera Gutiérrez Alberca, que cree que si el Ayuntamiento habla de “reducir la contaminación” es porque Valladolid es una ciudad “altamente contaminada” aunque “realmente no lo es”.
No se supera el valor límite legal, aunque sí el recomendado
El Informe de Calidad del Aire de 2022, que elabora el Ayuntamiento, establece que las emisiones de NO2 —gas producido sobre todo por el tráfico— se han encontrado “muy por debajo” del valor límite anual, que actualmente es de 40 µg/m3, se cumple en todas las estaciones y la más alta es la de Arco Ladrillo II, con un valor de 25 µg/m3.
El objetivo que recomienda la OMS es de 10 µg/m3 para 2030, mientras que los organismos europeos están todavía negociando el límite de estos gases. “La Comisión Europea lo ha fijado en 20 µg/m3, el Parlamento Europeo habla de 10 µg/m3 para 2035 y el 16 de octubre se reunirán los ministros europeos para llegar a algún acuerdo”, explica desde Ecologistas en Acción Carmen Duce.
El Ministerio de Transporte ha concedido con los fondos europeos Next Generation en los últimos años 22 millones de euros para la implantación de la Zona de Bajas Emisiones y la transformación digital y sostenible del transporte urbano. Vélez considera que no sería “lógico” que las subvenciones se destinaran a proyectos distintos de los que proyectó el anterior equipo de gobierno, que acudió en concurrencia competitiva a esta línea de subvenciones.
Al actual edil de Tráfico no le preocupa que se les pueda retirar fondos europeos porque no cree que se vayan a incumplir los indicadores que marque Bruselas. “Eso no me da ningún miedo. Sí que me da miedo cumplir con los plazos. El equipo de gobierno anterior incumplió los plazos y yo estoy urgiendo a los servicios técnicos para que todo se pueda licitar, adjudicar y justificar en los plazos”, remata Gutiérrez Alberca.