El Ayuntamiento de Valladolid, según ha informado a través de un comunicado, prevé que el 7 de agosto puedan empezar los trabajos de apeo —estabilización— del edificio siniestrado en el número 32 de la calle Goya, que el martes sufrió una explosión que se saldó con una persona fallecida y dos heridos graves. El concejal de Urbanismo y Vivienda, José Ignacio Zarandona, ha explicado que el lunes se preparará el material para que, en el plazo más breve posible (como muy tarde el miércoles), los técnicos hayan asegurado la estabilidad del edificio para poder estudiar los procesos de rehabilitación de la vivienda o lo que fuera necesario.
El equipo técnico de la Concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento de Valladolid y los arquitectos designados por la propiedad y por el administrador de fincas realizarán una nueva inspección de daños este viernes por la mañana para ultimar el proyecto de apeo estructural que garantice la estabilidad del inmueble.
Este viernes se pretende complementar el informe preliminar de incidencias estructurales realizado hace dos días, cuando la policía científica, bomberos, los técnicos y el concejal responsable del Área inspeccionaron el edificio y elaboraron un informe preliminar para los propietarios. En el análisis se detallan los puntos críticos en los que es necesario actuar para asegurar la estabilidad de la construcción.
Tras el siniestro, los servicios municipales han realizado diversas actuaciones, entre las que destacan los vuelos con drones efectuados por la Policía Municipal, que han permitido obtener imágenes de la estructura interior del edificio, así como detectar materiales dispersos en las cubiertas de edificios colindantes, que serán retirados por el Cuerpo de Bomberos. Zarandona ha asegurado que los drones también han permitido observar el enlace entre los pilares y las vigas en las zonas de menor accesibilidad.
Además, el personal del Servicio de Mantenimiento municipal está colaborando con los inspectores de la suministradora de gas para garantizar la seguridad de la red. También se han retirado ya los vehículos que ocupaban el garaje, “que usaban como garaje comunitario aunque estaba a nombre de uno”. Ahí había diez vehículos y el espacio ha sido vaciado, con el objetivo de cerrar el garaje y colocar la puerta para evitar el acceso a las viviendas a través del garaje.
Este jueves por la tarde algunos de los residentes en el edificio pudieron recuperar algunas de sus pertenencias gracias a los bomberos que accedieron a sus viviendas. Efectivos de la Policía Municipal, Policía Nacional y el retén de bomberos seguirán presentes en el lugar del suceso durante las 24 horas del día hasta que se asegure el cerramiento completo y seguro del edificio afectado.