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WWF recuerda a Félix Rodríguez de la Fuente cuarenta años después de su fallecimiento

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ADENA, la sección española WWF, fue fundada entre otros por Félix Rodríguez de la Fuente, el naturalista que murió hace 40 años, en un accidente de avioneta en Alaska.

Generaciones de españoles recuerdan a Félix Rodríguez de la Fuente, conocido como el amigo de los animales y cuyo legado animó a numerosos jóvenes de los años 70 y 80 del siglo pasado a comprometerse con la naturaleza y la defensa del planeta.

WWF España recuerda a su fundador por enseñar a amar y respetar la Tierra “como se ama y respeta a la propia madre” y destaca que su contribución a la conservación de la naturaleza española es “incalculable y trasciende a su conocida faceta como divulgador y comunicador de masas”, porque Felix Rodriguez de la Fuente fue además un ecologista pionero a nivel internacional, con una visión global, integradora y avanzada a su tiempo.

Así, rememora como Félix logró en 1968, en la última etapa de la dictadura, que por primera vez en España se permitiera la creación de una asociación como ADENA, la rama española de una organización internacional como WWF, la primera íntegramente dedicada a la defensa de la naturaleza de una forma activista.

La ONG considera que su “ejemplo” obligó al Gobierno de entonces, de Francisco Franco, a permitir que otras muchas organizaciones de defensa de la naturaleza y de los animales surgieran y fueran legalizadas en toda España.

Por ello, valora que Félix Rodríguez de la Fuente contribuyó “de forma decisiva al nacimiento del movimiento ecologista al que se debe la salvación de gran parte de los espacios y especies salvajes” que en la actualidad se conservan.

De hecho, WWF defiende que 'Félix' trabajó “sin descanso” para formar a una nueva generación de jóvenes, cuyas conciencias agitó y les inculcó el “amor y respeto por la naturaleza y el deber cívico de defenderla”.

Con el liderazgo de Félix, ADENA-WWF llegó a tener decenas de miles de socios, en su mayoría niños y niñas, algo insólito en aquella década dentro y fuera de España. Muchos de ellos se organizaron en el Club de Los Linces, cantera de jóvenes activistas; cuyos miembros se convirtieron en auténticos guardianes de la naturaleza española repartidos por toda España.

Precisamente, una de sus grandes herramientas para sensibilizar a la sociedad española de entonces que no tenía mucha conciencia ecológica fue la educación.

También recuerda que su “enorme carisma y dotes para la comunicación” le permitieron llegar al corazón de toda una generación con programas de televisión 'Fauna', 'Planeta azul' y 'El hombre y la Tierra', que siguen siendo de los más vistos de la historia de la televisión en España. En su época, Rodríguez de la Fuente fue uno de los personajes más conocidos, influyentes y queridos de España.

Otro de los aspectos clave que favoreció fue el conocimiento de la naturaleza ibérica y logró frenar la extinción del lobo ibérico, que era entonces la especie más odiada y perseguida en la España rural.

Félix desmitificó y cambió la visión que la sociedad tenía del lobo ibérico del que dijo: “El lobo cruel es un protector incondicional de los débiles; el lobo traicionero es capaz de morir por fidelidad; el lobo asesino es un cazador que mata para comer pero detesta la violencia”.

También desde ADENA logró que la Ley de Caza de 1970 introdujera el concepto de 'especie protegida' y declaró una guerra sin cuartel al uso oficial y masivo de venenos como la estricnina y logró terminar con las Juntas de Extinción de Alimañas y Protección de la Caza, que terminaron por orden del Gobierno con miles de águilas, buitres, nutrias, linces y lobos.

Durante su etapa como vicepresidente de ADENA-WWF se enfrentó a las políticas del ICONA (Instituto para la Conservación de la Naturaleza) y el IRYDA (Instituto Nacional de Reforma y Desarrollo Agrario) que estaban desecando las principales zonas húmedas del país para dedicarlas a la agricultura y sustituyendo enormes extensiones de bosques autóctonos por pinos y eucaliptus.

Precisamente, con su trabajo evitó la destrucción de espacios naturales tan icónicos y ricos como Las Tablas de Daimiel, Doñana, Monfragüe o el archipiélago de Cabrera.

Asimismo, con décadas de antelación alertó de la deshumanización de las ciudades, la contaminación atmosférica, el impacto de los plásticos en la naturaleza, la destrucción de los ecosistemas, la sobreexplotación de los recursos naturales, la extinción de los grandes vertebrados o la pérdida masiva de biodiversidad que hoy estamos sufriendo.

Por ello, WWF España defiende que el mensaje de Félix Rodríguez de la Fuente es “más actual, vivo y necesario que nunca” en este contexto de emergencia climática y acelerada degradación del planeta.