La Guardia Civil de Burgos, en el marco de la Operación 'Can Bur', ha detenido a dos personas, cuya identidad responde a las iniciales F.Y.A. y L.B.A, de 37 y 35 años, respectivamente, tras descubrir que ocultaban en su frigorífico más de medio kilo de speed, según informan fuentes del Instituto Armado.
A los detenidos se les imputan delitos contra la salud pública por tráfico de drogas y otro de defraudación de fluido eléctrico, tras una operación en la que, adicionalmente, se ha desactivado un punto de venta y distribución de sustancias.
La investigación se remonta al pasado mes de noviembre y se centró en un municipio de La Ribera, cuando la Comandancia de Burgos obtenía información relevante, fruto de la colaboración ciudadana, que hacía sospechar de que en un domicilio se pudieran estar desarrollando prácticas relacionadas con el tráfico de drogas.
Las pesquisas se fijaron en una vivienda tipo unifamiliar que podría estar siendo utilizada por los moradores como punto de venta, 'guardería' o centro de ocultación y como laboratorio de sustancias estupefacientes.
Grandes medidas de seguridad
La misma estaba alejada del núcleo poblacional más cercano y presentaba notables medidas de seguridad, lo que dificultaba considerablemente las discretas vigilancias a las que fue sometida.
Una vez confirmada la presencia diaria de personas en la casa y tras haber obtenido durante la investigación indicios suficientes de que la vivienda podría ser utilizada como centro de almacenaje de sustancias estupefacientes, se llevó a cabo un registro bajo mandamiento judicial y fueron detenidos sus moradores, F.Y.A. y L.B.A., quienes han entrado en prisión.
La entrada se practicó con gran celeridad por temor a que los sospechosos pudieran deshacerse de la droga que allí guardaban, lo que permitió localizar oculta, conservándose en el frigorífico, la cantidad de 667 gramos de speed.
En el resto de las estancias se han aprehendido también 30 gramos de marihuana, 150 euros en billetes de diverso valor, una pistola simulada, varias armas blancas, un puño americano con sistema integrado de defensa eléctrica tipo táser, varias balanzas de precisión y precintos y bolsas para la confección de dosis.
Adicionalmente, y gracias a la colaboración de la empresa suministradora de electricidad, los técnicos han destapado una defraudación de fluido eléctrico, mediante un enganche clandestino, delito que igualmente se les ha imputado a los detenidos.
La investigación ha sido coordinada por la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Burgos, instruyendo diligencias que han sido entregadas en el Juzgado de Instrucción Nº 1 de Aranda de Duero.