La Audiencia de Ávila ha acordado desestimar el recurso de apelación interpuesto por la Fiscalía contra la decisión del juez de Vigilancia Penitenciaria que otorgó permiso al marido de la infanta Cristina de Borbón, Iñaki Urdangarin, para realizar un voluntariado fuera de la prisión de Brieva (Ávila), en la que cumple condena por el caso Nóos.
En su auto, la Sección número 1 de la Audiencia de Ávila da por buena la decisión del juez de Vigilancia Penitenciaria y rechaza el recurso que fue presentado por la acusación pública, resolución contra la que no cabe interponer recurso alguno, según ha informado el Gabinete de Prensa del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.
El Ministerio Público argumentaba en su escrito que el permiso “no cumple los requisitos legales”, ya que, por un lado, “no tiene como contenido un programa específico de tratamiento”, y en segundo lugar, el exduque de Palma aún “no ha cumplido la cuarta parte de su condena”, que es de cinco años y diez meses de cárcel.
La Audiencia señala que Urdangarin tiene un “perfil de baja peligrosidad social” y no cree que haya riesgos de que quebrante la condena de 5 años y y 10 meses de prisión por malversación, prevaricación, fraude, dos delitos fiscales y tráfico de influencias.
También considera que no es obligatorio haber cumplido una cuarta parte de la condena para recibir beneficios penitenciarios.
Además, la Fiscalía señala que Urdangarin escogió el centro de Ávila, en el que solo hay internas, “con conciencia plena de las condiciones en las que se iba a desarrollar el cumplimiento de la condena”, que implica “una soledad que no tienen otros reclusos”. A pesar de esta situación de aislamiento, no se han percibido “perjuicios detectables en la persona o personalidad del penado”.
Ante estas apreciaciones, la Audiencia Provincial de Ávila cita un informe de la educadora social del Centro Penitenciario: “Si bien no se observan las carencias de la mayoría de la población penitenciaria, sí consideramos que la falta de actividades le está afectado negativamente”. También consideran que el régimen de aislamiento de Urdangarin no ha sido “libremente elegido por él”, sino que viene “indirectamente” impuesto por la Administración Penitenciaria.
La colaboración de Urdangarin con la ONG podría verse, según un informe técnico del que se hace eco la Audiencia, “como un paso previo a sus futuros permisos de salida” y a una clasificación de grado “más flexible y aperturista”, lo que favorecerá “la reintegración a la sociedad con normalidad” y terminará con el aislamiento que “impone” la prisión de Ávila.
El Juzgado de Vigilancia Penitenciaria 1 de Castilla y León estimó el recurso de Urdangarin y le permitió acudir dos días a la semana, durante ocho horas, al Hogar Don Orione, en Pozuelo (Madrid), una institución de la orden religiosa italiana de los orionistas. El centro está compuesto fundamentalmente por personas, mayores de edad, “con discapacidad intelectual, necesitadas de apoyos extensos y generalizados”, según consta en la página web del centro.
El director adjunto de la residencia, Francisco Sánchez, admitió entonces que la incorporación del preso había sido recibida con “preocupación y sorpresa”. Sánchez aseguró que si le han aceptado “es porque aquí no se le cierra la puerta a nadie”. “Tenemos la libertad de decir que no, pero San Luis Orione –el líder de la orden religiosa que dirige la residencia– tiene algunas máximas. Su frase, y por eso dijimos que sí, es que en las casas de los orionistas a nadie se le pregunta si es católico, romano o musulmán. Se le hace una sola pregunta: ¿qué necesitas?”, argumenta.