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JxSí se garantiza el apoyo de la CUP para elegir president a Carles Puigdemont

Artur Mas no repetirá como presidente de la Generalitat de Catalunya. A pocas horas de dar por perdida la actual legislatura y convocar elecciones para el 6 de marzo, Junts pel Sí y la CUP han encontrado una salida de consenso, que pasa por investir como presidente a Carles Puigdemont. Puigdemont es alcalde de Girona desde 2011, militante de Convergència y presidente la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI). Entró de diputado en el Parlamento como número 3 de Juntos el Sí por Girona, y ha sido propuesto por el propio Artur Mas como cláusula del acuerdo de su renuncia.

Mas ha comparecido ante los medios de comunicación para anunciar que da “un paso al lado”. “Yo no quiero cargos”, ha expresado, para dejar claro que no ocupará ningún otro lugar en la Generalitat, sino que quedará como expresidente. “Desde mañana por la noche, si el Parlament elige un nuevo presidente, pasaré a ser expresidente”.

Mas se ha referido también a la estabilidad parlamentaria del futuro Gobierno presidido por Puigdemont, que según el pacto quedará garantizada por un “compromiso explícito” por escrito de la CUP. “La CUP se compromete a no votar en ningún caso en el mismo sentido que los grupos parlamentarios contrarios al proceso o al derecho a decidir”, ha detallado. Además, ha afirmado que dos diputados de la CUP se añadirán a la “dinámica parlamentaria” de Junts pel Sí para apuntalar la estabilidad del Govern.

El pacto garantiza que JxS contará siempre con 64 votos a favor y, como mucho, 63 en contra, correspondientes a la suma de Ciudadanos, PSC, Catalunya Sí que es Pot y PP. El Govern tendrá así mayoría durante toda la legislatura.

El documento firmado incluye también cláusulas por las que la CUP asume sus errores durante la negociación por su excesiva “beligerancia” que pagará con la dimisión de dos de sus diputados. Será la propia formación la que decida quién dimite ahora tras el pleno de investidura.

El pulso entre ambas formaciones por el 'sí' o 'no' a Mas, que ha condicionado las negociaciones desde el 27 de septiembre, ha concluido con la retirada del actual president en funciones. A la negativa inicial de la CUP, surgida de su proceso asambleario, se habían sumado los últimos días propuestas de los independientes de Junts pel Sí y las entidades soberanistas, que planteaban otros nombres de consenso para la presidencia. Al final, y pese a las resistencias de Convergència de renunciar a su líder, se ha optado por la investidura de Puigdemont.

Según los plazos fijados en el Estatut, este mismo sábado por la tarde la Mesa del Parlament de Catalunya debe convocar el pleno de la investidura, que se celebrará el domingo, puesto que el lunes ya está fuera de plazo.

“El proceso queda salvado”, ha sentenciado Mas. “Es una solución que tiene costes políticos y personales”, ha expresado, en referencia a su renuncia, “pero quedan superados de largo por los beneficios”. Ha añadido sin embargo que no se retira de la política, sino que consagrará sus esfuerzos a refundar el espacio político de Convergència. “Me pongo al frente de la puesta al día de lo que significa Convergència”, ha expresado.