Los Mossos d'Esquadra vuelven a negar que durante el operativo policial del 14-N, al término de la manifestación posterior a la huelga general en Barcelona, dispararan una sola bala de goma en la zona donde Ester Quintana recibió un impacto en la cara que posteriormente haría que perdiese un ojo. En esta ocasión, han sido los dos agentes imputados por el caso Quintana los que han asegurado en sus respectivas declaraciones ante el juez que solo dispararon salvas en las inmediaciones del cruce entre Paseo de Gracia y Gran Vía.
El agente encargado de la escopeta de pelotas de goma -llamado agente escopetero- y el subinspector al mando de la furgoneta Dragó 40 de la Brigada Móvil de los Mossos d'Esquadra, ambos presentes en el lugar y a la hora de los hechos y por ello imputados por el juez que instruye el caso, Francisco González Maíllo, han reiterado la versión oficial de la consejería de Interior de la Generalitat. En concreto, han asegurado que únicamente se dispararon dos salvas, y han negado la posibilidad de que se disparara alguna bala de goma por algun error humano.
Sin embargo, la abogada de Ester Quintana, Laia Serra, ha expresado a la salida del juzgado que en su opinión existen contradicciones entre las distintas declaraciones de los agentes de la policía catalana, aunque no ha querido entrar en detalles. Solo ha precisado que estas supuestas contradicciones tendrían que ver con la cronologia y el contexto de los hechos.
La abogada también ha revelado que durante su declaración los dos agentes han negado que el departamento de Interior les preguntara alguna vez sobre lo sucedido aquella noche en el centro de Barcelona, algo que pondría en entredicho la investigación interna que el entonces conseller, Felip Puig, aseguró que se había iniciado sobre el caso.
La versión de los agentes choca con el informe pericial de los forenses, que en febrero ratificaron que las características de la herida sufrida por Quintana coincidían por completo con las que producen este tipo de proyectiles.