Reacciones políticas de todos los colores a cuenta del acuerdo, pendiente de validación europea, entre Gobierno y Generalitat de Catalunya para ampliar el aeropuerto de El Prat. El pacto ha ratificado la división a cuenta de la infraestructura en la coalición que comanda el Ayuntamiento de Barcelona: mientras los 'comuns' han rechazado la obra el PSC ha aplaudido el proyecto.
El impacto de la ampliación del aeropuerto sobre una zona protegida y el hecho de promover los vuelos más contaminantes mientras al mismo tiempo las administraciones dicen combatir el cambio climático ha centrado las críticas de los 'comuns' al acuerdo. La teniente de alcaldía de Urbanismo, Janet Sanz, ha afeado al Govern que firme “un cheque en blanco” a la ampliación propuesta por Aena sin tener en cuenta la lucha contra la crisis climática ni garantías de que los aviones traerán más “turismo 'low cost”.
En cambio el primer teniente de alcaldía de Barcelona, el socialista Jaume Collboni, ha considerado “una magnífica noticia” la ampliación del aeropuerto ya que, en su opinión, permitirá convertir a Barcelona en un “hub [nodo] intercontinental, atraer inversiones y generar miles de puestos de trabajo”.
Por su lado, la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, ha previsto que la ampliación del aeropuerto de Barcelona-El Prat esté lista a partir de 2030 y ha enfatizado que el proyecto tendrá la “mínima afectación posible” sobre el medio ambiente, sin mayores concreciones. Más allá ha ido el vicepresident de la Generalitat, Jordi Puigneró (Junts), que ha llegado a proclamar que con la obra El Prat será “el aeropuerto más verde de Europa”.
En una entrevista a RAC-1, después de que ayer el Gobierno y la Generalitat alcanzaran un acuerdo para ampliar el principal aeródromo de Catalunya, con una inversión de 1.700 millones de euros, Sánchez ha explicado que la previsión del Ejecutivo es que durante los primeros años se haga toda la planificación y los informes de impacto ambiental para que el aeropuerto “pueda ser una realidad a partir del año 2030”.
Sánchez, exalcaldesa de Gavà (Barcelona), uno de los municipios afectados por la ampliación de El Prat ha subrayado que el proyecto se llevará a cabo con el “respeto más absoluto al medio ambiente” y tratando de que la afectación sobre el ecosistema sea la “mínima posible”.
En cualquier caso será Bruselas quien autorice en última instancia la ampliación del aeropuerto al estar afectada La Ricarda, un espacio protegido por la red europea Natura 2000 y que solo puede alterarse por motivos relacionados con la salud humana o la seguridad pública, pero también debido a “razones imperiosas de interés público superior”, si así lo avala previamente la Comisión Europea.
El Ejecutivo comunitario tiene abierto a día de hoy un procedimiento de infracción abierto por el deterioro del delta del Llobregat a consecuencia de la anterior expansión del aeropuerto y el puerto de Barcelona. La Comisión Europea reclama medidas que protejan este ecosistema y ya ha advertido de que la ampliación del aeropuerto del Prat “no puede afectar significativamente” el espacio natural del Delta del Llobregat.
En este sentido, el vicepresident Puigneró se ha comprometido a reducir “al mínimo” la afectación de las actuaciones sobre el territorio y ha asegurado que el aeródromo será “el más verde de Europa” “La lucha contra el cambio climático es una lucha de todos, si no logramos los objetivos, será un fracaso”, ha subrayado Puigneró en una entrevista en Catalunya Ràdio.
Por Puigneró, la ampliación del Prat era “irrenunciable” y ha confía en que, gracias al acuerdo, Barcelona dejará de ser un aeropuerto 'low-cost' para ser un aeropuerto “de valor añadido”. “Uno de los grandes problemas de la economía catalana es que, para llegar al país, se tienen que hacer escalas; y cuando tienes que hacer escalas, pierdes competitividad”, ha aseverado.
En cambio la CUP, socio parlamentario del Govern, ya ha mostrado su oposición a la ampliación, que el diputado anticapitalista Carles Riera ha calificado de “pacto entre élites que fulmina la lucha contra el cambio climático”.
La patronal aplaude el proyecto; los ecologistas lo rechazan
Desde el mundo económico, la patronal de la gran empresa catalana, Foment del Treball, ha celebrado el “importante acuerdo” para ampliar El Prat. Tras meses de llamadas a concretar la infraestructura, la patronal ha celebrado que la obra “permitirá vertebrar el aeropuerto como nodo intercontinental”. Además de Foment, entidades como la Cámara de Comercio de Barcelona, Pimec, el grup IAG, Barcelona Tech City, Mobile World Capital, el Cercle d'Economia, el Círculo Ecuestre o el RACC habían reclamado el proyecto.
En cambio los colectivos ecologistas y en defensa del Delta del Llobregat han rechazado la ampliación y han convocado una manifestación de protesta para el próximo 19 de septiembre. En declaracions a la ACN, Jaume Grau, portavoz de Ecologistas en Acción, ha criticado la obra por suponer “una gravísima irresponsabilidad” debido a su impacto medioambiental“.