Los antidisturbios de los Mossos d'Esquadra llevarán un código de identificación a la espalda

Los agentes del cuerpo de antidisturbios de los Mossos d'Esquadra deberán lucir, a partir de la semana que viene, un número de operativo policial (NOP) en sus espaldas, personal e intransferible, que los identifique. Se trata de una combinación de números y letras de nueve dígitos, pegada al chaleco protector con un velcro y que los agentes estarán obligados a llevar cuando actúen en situaciones de desorden público. Sin embargo, este código alfanumérico será distinto al de la tarjeta identificatoria policial (TIP), el llamado número de placa, que deberían llevar a la vista todos los Mossos d'Esquadra según un decreto de la Generalitat aprobado por el último tripartito, pero que hasta ahora los antidisturbios escondían debajo del chaleco antitrauma.

La medida llega tras años de presiones por parte de colectivos y movimientos sociales, cansados de no poder denunciar a los agentes de la Brigada Móvil (Brimo), responsables de polémicas actuaciones como el desalojo de la plaza de Catalunya de Barcelona durante el 15-M o el operativo de la pasada huelga general, que terminó con la pérdida de un ojo, el de Esther Quintana, todo apunta a que por culpa de una bala de goma.

En la presentación de las nuevas identificaciones, el conseller de Interior, Ramon Espadaler, no ha querido desvelar a qué responde la combinación de dos letras y siete números, y ha asegurado que si lo colocan en la espalda, y no en el pecho, es porque así es como lo hacen la mayoría de policias europeas, y porque de otro modo quedaría tapado por el escudo. También ha explicado por qué han inventado un número nuevo, en vez de usar simplemente el TIP, como marca un decreto de la Generalitat desde 2008: el departamento quiere que se pueda asociar un código a un agente durante el operativo, pero no durante toda su carrera policial. “Así logramos un equilibrio entre los derechos de los ciudadanos a identificar a los Mossos y el derecho a la seguridad y a la proteccion de los agentes”, ha manifestado Espadaler.

Ante la pregunta de por qué usaban un número tan largo para una brigada que solo cuenta con 495 efectivos, el conseller ha respondido que esto son cuestiones internas y menores, siempre y cuando se pueda identificar al agente. Espadaler tampoco ha sido claro al explicar cómo deberá actuar un agente cuando sea preguntado por su número enmedio de un operativo, ya que en situaciones de tensión los ciudadanos no lo tendrán sencillo para situarse detrás del policía y memorizarlo.

“No sé a qué esperaban para cumplir una ley que ellos mismos aprobaron”

La presentación de los nuevos códigos numéricos de los antidisturbios ha coincidido este jueves con el arranque de una campaña en contra de la impunidad policial, impulsada entre otros colectivos por Rereguarda, plataforma ciudadana contra la represión policial que ha centralizado buena parte de las denuncias por abusos durante los operativos de los antidisturbios. Además de pedir que los Mossos d'Esquadra detengan las identificaciones arbitrarias durante las manifestaciones o que dejen de multar a movimientos sociales con fines disuasorios, la campaña, denominada No nos identificamos, pedía precisamente la identificación de los antidisturbios durante sus actuaciones. “No sé a qué esperaban para cumplir una ley que ellos mismos aprobaron”, ha expresado Rolando d'Alessandro, de la plataforma Rereguarda, en alusión al decreto que aprobó el tripartito en 2008.

D'Alessandro ha valorado que esta medida supone “pequeña victoria de toda la gente que lleva años luchando”, aunque no se ha querido mostrar del todo satisfecho, ya que asegura que “hay trampas”, como el hecho de que el número esté a la espalda, cuando “los antidisturbios tienen técnicas para no dar nunca la espalda a nadie”.