“Una reunión ordinaria en un contexto excepcional”. Con estas palabras ha definido la portavoz de la Generalitat, Patricia Plaja, el encuentro semanal del Ejecutivo catalán celebrado este martes. El Govern pende de un hilo y el president, Pere Aragonès, y los consellers aguardan la decisión que tomarán el viernes los militantes de Junts. La particular campaña electoral interna de los posconvergentes ya ha empezado y no ha hecho sino constatar la división en el partido entre partidarios y detractores de salir del Ejecutivo.
El pistoletazo de salida a la campaña lo ha dado por todo lo alto a primera hora de la mañana la presidenta de Junts, Laura Borràs, en TV3. Aunque ha evitado explicitar si votará sí o no, a Borràs se le ha entendido todo. Ha tildado al Govern –del que Junts sigue todavía formando parte a día de hoy– de “fraudulento” y “de colisión en vez de coalición”. La líder de Junts ha llegado a rechazar que un Ejecutivo de ERC en solitario tenga “legitimidad democrática”, palabras nunca vistas en la crisis entre socios.
“Nada que decir”, ha indicado Plaja a la prensa cuando le han preguntado sobre qué pensaba el Govern de las palabras de Borràs. El Ejecutivo sigue la máxima de esperar a que el viernes Junts decida sobre su continuidad en el Govern sin avivar un debate interno ya de por sí revuelto.
En caso de ruptura, la intención de Aragonès es actuar con celeridad para nombrar a nuevos consellers para capear un escenario de debilidad parlamentaria. Pero este martes durante el Consell Executiu, según ha verbalizado la portavoz, el president ha trasladado a los consellers de Junts que quiere mantener el actual Govern de coalición y ha abogado por agotar la legislatura hasta 2025, tal y como Aragonès viene reiterando en los últimos días.
“En caso de que se rompa el Govern, no está sobre la mesa la convocatoria de elecciones. El Govern continuará”, ha aseverado la portavoz, que ha avanzado que el viernes, una vez conocido el resultado de la votación de Junts, Aragonès tomará las decisiones “de la manera más breve, rápida, ágil y diligente posible, y con todo el rigor”.
Más allá de la eventual salida de los consellers de Junts, la crisis en el Ejecutivo catalán tiene otra derivada igual de importante. En el trasfondo de la consulta a la militancia, sea cual sea su resultado, subyace el peligro de fractura en el seno de Junts. Un escenario que el secretario general de Junts, Jordi Turull, quiere evitar a toda costa y descartó por completo este lunes, al tiempo que normalizaba las discrepancias: “Somos gente plural, no somos una secta ni tenemos vocación de serlo”.
Turull no ha explicado todavía a la militancia qué votará. Sí lo ha hecho su antecesor, Jordi Sànchez, uno de los abanderados de permanecer en el Govern. “La mejor manera de continuar sirviendo a Catalunya es continuar en las instituciones”, ha defendido en TV3. Comparten la opción de seguir en el Govern todos los consellers, capitaneados por el titular de Economía, Jaume Giró, y la de Exteriores, Victòria Alsina, y el grueso de los altos cargos.
En la tarde de este martes, durante una intervención en el pleno del Parlament, Giró se ha pronunciado públicamente en favor de la permanencia de Junts en el Govern y ha apostado por la “estabilidad” y la “lealtad” para aprobar las cuentas. A renglón seguido, ha llamado a los dos socios a “estar a la altura”. “Cabeza y corazón sí, pero cintura también”, ha zanjado.
Entre los partidarios de salir del Ejecutivo ya ha arrancado una campaña en la redes sociales, con un manifiesto que han compartido diputadas como Aurora Madaula, del núcleo de confianza de Borràs. Las cuentas internas ya han empezado y será clave el posicionamiento de los alcaldes, depositarios del poder territorial de Junts y con la mente ya puesta en las municipales del año que viene.
El Govern presenta la eléctrica pública
El Govern no quiere hurgar en la herida interna de Junts y ha hecho este martes uno de los anuncios más “relevantes”, en palabras de Plaja, de la legislatura, aunque quedará inevitablemente en segundo plano por la crisis entre ERC y Junts. Se trata de la creación de la empresa pública de energía de Catalunya, que se llamará 'L'Energètica'.
La sociedad generará energía renovable por medio del autoconsumo en edificios e infraestructuras públicas y por ahora no está pensada para la población general al descartarse competir con el resto de operadoras. La energía solo se suministrará a la Generalitat ya los organismos que dependen de ella, abaratando la factura en un momento de inflación disparada.