Pere Aragonès estaba invitado, por reglamento, al debate sobre la amnistía en el Senado, pero nadie esperaba que acudiese. Sin embargo, tras sorprender con su anuncio el pasado martes, este jueves se ha subido al atril de la Cámara Alta para defender no solo la ley de olvido penal que los independentistas negocian con el PSOE y Sumar, sino también que esa medida sea “un punto de partida” hacia un referéndum sobre la independencia de Catalunya.
“Catalunya votará su futuro en un referéndum, estoy convencido de ello”, ha prometido Aragonès ante un Senado en el que hay mayoría del PP y al que además este jueves acudían los líderes autonómicos conservadores. “He venido a defender la amnistía y el referéndum de autodeterminación como la culminación del conflicto político y he venido a defender la Catalunya de todos”, les ha advertido de entrada.
Una amnistía que, para Aragonès, no debe ser “un punto y final” sino “el punto de partida de un camino que tiene un destino: que la ciudadanía de Catalunya vote, en un referéndum, sobre su futuro político y que vote sobre la independencia”, ha dicho.
“Queremos hacerlo de forma acordada y con participación de todos. Donde todas las opciones sean posibles si la ciudadanía le apoya de forma mayoritaria”, ha incidido, para defender a continuación su propuesta sobre un referéndum “a la escocesa”.
El líder catalán, que ha abierto la sesión ante la ausencia de Íñigo Urkullu, ha utilizado sus diez minutos de intervención para cargar duramente contra el PP, de quién ha dicho que “no le importa Catalunya”. “Soy plenamente consciente de que la razón de esta comisión es utilizar Catalunya para arañar cuatro votos. El grupo del PP no le importa lo que piensa Catalunya, las aspiraciones ni los anhelos de los catalanes”, ha dicho.
En su discurso, Aragonès también ha tenido tiempo para hablar de algunas de las cuestiones que su partido trata de remarcar en la negociación para la investidura de Pedro Sánchez, como son las Rodalies (el servicio de cercanías de Renfe), el llamado “déficit fiscal”, es decir, la financiación autonómica, o la plena oficialidad del catalán en instituciones como la justicia.
El president de la Generalitat ha intervenido ante el Senado con motivo de la celebración de la comisión de las Comunidades Autónomas, a la que todos los presidentes autonómicos estaban invitados. Sin embargo, al considerar que era una sesión forzada por la mayoría del PP para hacer oposición al Gobierno en funciones a cuenta de la amnistía, los presidentes socialistas declinaron la invitación, al igual que el lehendakari Urkullu. Tras su intervención, que ha pronunciado en catalán, Aragonès ha abandonado la Cámara sin escuchar al resto de presidentes.