El Govern ha puesto sobre la mesa este martes el modelo de financiación singular para Catalunya que aspira a negociar con el Gobierno central y con el que el president Pere Aragonès acudirá a las elecciones del próximo 12 de mayo. El Ejecutivo catalán ha presentado un informe con el que defiende recaudar y gestionar el 100% de los impuestos generados en la comunidad autónoma, un sistema similar al foral vasco, y negociar un cupo con el Estado y un fondo de reequilibrio territorial.
La consellera de Economía, Natàlia Mas Guix, ha argumentado que esta propuesta pondría fin al déficit fiscal y permitiría a la Generalitat duplicar sus ingresos en materia tributaria, hasta los 52.000 millones de euros anuales. “Es un planteamiento justo, razonable e imprescindible”, ha proclamado, y ha añadido que darán traslado del documento a los grupos parlamentarios catalanes, a los agentes económicos sociales y al Gobierno central.
La propuesta de un nuevo modelo de financiación forma parte del pacto de investidura de Pedro Sánchez que cerraron ERC y el PSOE. Además de la condonación de parte de la deuda del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), en el plano económico el acuerdo incluía la constitución durante el primer trimestre de 2024 de una comisión bilateral entre Generalitat y Gobierno para abordar una “financiación adecuada que garantice la suficiencia financiera de los servicios públicos en Catalunya”.
El Gobierno descarta un abordaje solo con Catalunya
Sin embargo, desde el Gobierno no han tardado en enfriar las perspectivas de Aragonès. Antes de que el president presente el miércoles la propuesta en Madrid, la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, ha respondido que el debate debe abordarse junto con las demás administraciones autonómica.
“Vienen propuestas por parte Catalunya pero hemos recibido también otras comunidades”, ha expresado. En contra de lo acordado con ERC sobre una negociación bilateral, la voluntad del Estado, ha añadido la portavoz, es llegar a un acuerdo con “el conjunto” de las comunidades.
En la misma línea el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha señalado que la reforma del sistema de financiación autonómica se debe llevar a cabo en el marco del grupo que dirige la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en el que están presentes los consejeros de Hacienda de las comunidades autónomas. Asimismo ha remarcado que es una medida que tiene “complicaciones” y por eso lleva “más de una década pendiente”
Abiertos a una reforma del Estatut
La Generalitat ha analizado el encaje jurídico del modelo singular y ha concluido que para aprobarlo habría que modificar la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas (LOFCA), aunque ha descartado participar en una negociación multilateral con otras comunidades, tal como ha dejado entrever el Gobierno de Pedro Sánchez.
En el apartado jurídico, el documento esconde además la predisposición del Govern a reformar el Estatut de Autonomía si hiciera falta. “Si se llegara a la conclusión de que algunos preceptos estatutarios no son compatibles con un régimen de financiación como el pretendido, su implantación podría exigir la reforma del Estatut”, se lee en el texto. “Habrá que tener en cuenta por lo tanto la regulación estatutaria en materia de financiación para analizar su compatibilidad con el régimen singular”.
Del 9% al 100% de los tributos
La financiación singular catalana que ha esbozado Mas Guix supondría que Catalunya gestione y recaude impuestos como el IRPF, el IVA o el de Sociedades, de modo que pasaría de asumir el 9% de los tributos al 100%. Según ha justificado la consellera, este modelo les acercaría a otros de países federales como Estados Unidos, Alemania, Suiza o Canadá.
Actualmente, según los cifras de la Generalitat, los catalanes pagan en impuestos unos 52.000 millones de euros, de los cuales el gobierno catalán gestiona aproximadamente la mitad, 25.000. De todo el montante, los recaudados directamente por la Administración catalana son unos 5.000.
Mas Guix ha denunciado que desde hace cuatro décadas Catalunya aporta a la caja común recursos por encima de la media estatal, y recibe “sistemáticamente” por debajo del promedio, un déficit que estiman del 8% del PIB catalán. “Ha habido gobiernos del Estado de todo tipo, con sistemas de financiación distintos, pero con un resultado de insuficiencia financiera crónico”.
Sin concretar el fondo de solidaridad
Con todo, el documento presentado por la Generalitat solo esboza y no desarrolla dos piezas fundamentales del sistema de financiación. Por un lado, las transferencias al Estado por sus servicios prestados en Catalunya, como los de Acción Exterior, Defensa o Justicia, que se deberán calcular realizando una serie de ajustes vinculados a los impuestos indirectos. El otro es el fondo de reequilibrio territorial para garantizar la cobertura de los servicios públicos en las comunidades con menos capacidad fiscal.
Preguntada por ese porcentaje que Catalunya debería destinar a la solidaridad entre territorios, y que el documento no concreta, Mas Guix se ha limitado a afirmar que se debería abordar en el futuro, de forma “transparente”: “Lo que no haremos es condicionar con cifras que puedan contaminar y condicionar una negociación que debe ser honesta y rigurosa”. Ha añadido la consellera que en cualquier caso las transferencias a otros territorios superarían las que contempla el modelo vasco, que según ha alegado “casi no existen”.