Pere Aragonès ha vuelto al Senado para expresar la posición de su Govern respecto a la ley de amnistía, pero el president ha aprovechado el viaje para insistir ante las Cortes de la necesidad de una votación sobre la independencia. “Igual que la amnistía es inevitable, el referéndum es inevitable”, ha vaticinado. “La amnistía dejó de ser inconstitucional de un día para otro; lo mismo pasará con el referéndum”.
El republicano anunció que acudía al Senado a “trolear” al PP y, aunque ha recibido críticas por ello, este lunes el president ha cumplido, al menos en parte, con un discurso centrado en cargar contra los populares, que controlan la Cámara Alta. El debate de nuevo versaba sobre la ley de amnistía y, en concreto, sobre si esta norma invade competencias autonómicas, una fórmula imaginativa para tratar de dilatar al máximo la entrada en vigor el olvido penal.
“Al Estado, quien mejor ha entendido de qué va la amnistía es Aznar”, ha asegurado Aragonès con ánimo provocador, para desplegar la idea de que, como asegura el expresidente español, ningún independentista debería enfrentarse a cargos penales por su actividad política una vez la ley entre en vigor.
Los argumentos del president sobre la ley de olvido penal no se han salido del terreno conocido y que ya esgrimió la última vez que acudió al Senado, en octubre pasado. “La amnistía es una enmienda a la totalidad a una sentencia injusta”, ha dicho en relación al fallo del Supremo en el juicio a los políticos del procés, y además es “necesaria” para “poner fin a la represión que se destacó contra los independentistas” a partir del 1 de octubre de 2017, ha continuado.
Como en octubre pasado, el jefe del Govern ha asegurado que la ley de amnistía no es un punto final, sino lo contrario, el inicio de una nueva etapa. “La amnistía es un paso necesario pero no el último. Una vez quede atrás la represión iniciamos una etapa de negociación para resolver el conflicto”, ha dicho.
Aragonès ha mencionado el compromiso de negociar una solución política al conflicto catalán, pero también se ha referido a su propuesta de financiación “singular” para Catalunya, es decir, un modelo similar al del cupo vasco y navarro. “Ninguno de ustedes aceptaría aportar a fondo perdido 22.000 millones de euros anuales”, ha dicho Aragonès mirando al resto de representantes autonómicos.
También ha aprovechado el president el tiempo en el Senado para poner en valor otra de sus cartas electorales, en este caso el informe jurídico de un organismo de la Generalitat, que acaba de dictaminar que una consulta pactada tiene cabida constitucional. “La voluntad de hacer un referéndum es lo que nos ha llevado aquí, un referéndum legal y posible que solo depende de la voluntad de llegar a un acuerdo entre las partes”, ha zanjado.