El president de la Generalitat, Pere Aragonès, ha trasladado al presidente francés, Emmanuel Macron, que Catalunya quiere ser un “socio europeo”, y ha instado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a ofrecer una “respuesta democrática” al conflicto político ya que, a su juicio, el procés no ha terminado.
Aragonès ha participado en la recepción de Macron a las puertas del Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC), pero tras el saludo protocolario previo al inicio de la cumbre hispano–francesa ha abandonado inmediatamente la zona y se ha trasladado al Palau de la Generalitat, desde donde ha pronunciado una declaración institucional sin atender a preguntas de la prensa.
La cumbre entre Sánchez y Macron ha arrancado ya tras una protesta independentista que se ha desarrollado sin incidentes y con presencia –y abucheos– de la plana mayor de ERC, mientras Aragonès acudía a recibir al presidente francés. Una contradicción que el president rechaza, ya que desde la Generalitat se aboga por ocupar todos los espacios institucionales posibles, en contraposición con el Govern anterior de Quim Torra.
Según Aragonès, durante su breve encuentro ha trasladado al presidente del República la “buena relación” de la Generalitat con las autoridades francesas, además de su intención de “construir una Europa más fuerte”. Una Europa de la que, ha recalcado Aragonès, “Catalunya debe formar parte”.
“Defendemos la participación con plenitud en las instituciones europeas como un estado más”, ha abundado Aragonès, que ha reiterado su intención independentista: “Queremos compartir la soberanía en igualdad de condiciones con el resto de estados”.
Sobre el resultado de la cumbre, Aragonès ha solicitado que la Generalitat esté presente en las futuras mesas de trabajo entre España y Francia que abordarán la tubería de hidrógeno verde, el impulso de la región mediterránea, infraestructuras como el corredor mediterráneo, el uso del catalán en las instituciones europeas o la apertura de algunos pasos fronterizos.
Más duro ha sido Aragonès con Sánchez, a quien ha acusado de forma velada de querer utilizar la cumbre “para intentar imponer una percepción de que el conflicto político se ha acabado”. “Pero la realidad es tozuda –ha aseverado Aragonès– y en Catalunya sigue existiendo una mayoría sólida y transversal que quiere decidir libremente su futuro”.
El president ha pedido al Estado “no ignorar la realidad” y ha sostenido que en una democracia “la voluntad de la mayoría no se puede frenar”, por lo que ha instado a Sánchez a ofrecer “una respuesta democrática”, en línea con la vía canadiense y pactada para la autodeterminación que Aragonès viene reclamando desde el inicio del curso político sin obtener más que rechazos por parte del Ejecutivo central.