La Universidad de Barcelona (UB) afronta este miércoles un Consejo de Gobierno para aprobar sus cuentas para el 2013. Oficialmente no deben acarrear despidos de trabajadores, aunque hace días se supo que contemplan la no renovación de los contratos de decenas de profesores lectores y de un elevado número de docentes asociados -los que no acrediten dos de los últimos cuatro años de empleo fuera de la universidad.
En un clima universitario de máxima tensión en Catalunya, con la UPC sublevada contra su rector y protestas en la mayoría de facultades, la UB pretende sacar adelante sus presupuestos pese a que la Generalitat todavía no ha detallado cual va a ser su aportación a los campus. Las cuentas, por lo tanto, podrían no ser definitivas, aunque desde la UB aseguran que sí lo son. El anteproyecto de presupuestos que esta mañana se somete a votación prevé una reducción de la aportación del Govern de 7,5 millones de euros respecto al 2012, un 3,4% menos de lo que el departamento de Economia y Conocimiento inyectó el curso pasado.
Este recorte debería solventarse, entre otros, mediante la subida de las tasas aplicada este curso a los estudiantes, de alrededor de un 67%. Lo que faltará por esclarecer es en qué se traduce el ajuste en el gasto de personal, que según el anteproyecto será de un 0,9% respecto al anterior curso: en total, 2,4 millones de euros menos para el capítulo de la plantilla. Desde la universidad mantienen que no habrá despidos, aunque el Vicerrector de Profesorado ya comunicó a la junta de personal de PDI las no renovaciones de algunos contratos.
Estos despidos encubiertos, según los califican desde el comité de empresa, afectarán a decenas de profesores lectores. Pese a los 60 que acaban contrato este curso, solo hay 25 plazas para profesor titular o agregado -el peldaño siguiente al de lector-, el resto se quedarán sin empleo, si la universidad no les ofrece una alternativa. Y a los asociados que no acrediten dos de los últimos cuatro años con vínculos de trabajo fuera de los campus tampoco se les renovará. Sobre el papel, ninguno debería tener problemas para acreditarlo -la categoria de asociado es para los profesores que alternan las clases con un empleo remunerado fuera de la universidad-, pero a la práctica muchos de ellos se emplean a jornada completa en sus facultades debido a los recortes.
Con todo, fuentes sindicales denuncian que la universidad actúe “con secretismo” y no desvele cuales van a ser las consecuencias reales de la reducción del gasto de personal y quienes van a ser los afectados. “Hace meses que circulan muchos rumores que entorpecen la vida de la universidad”, cuentan fuentes de la junta de personal. No en vano al otro lado de la avenida de la Diagonal de Barcelona, en la UPC, se acaban de aprobar unos presupuestos que dejarán sin empleo a más de 300 personas. Aunque menor, el déficit de la UB sigue siendo elevado: 65 millones a falta de cerrar las cuentas de 2012.
Ante la situación de deterioro que afronta la universidad más emblemática de Catalunya, el rector emitió el lunes un comunicado en el que advertía a la Generalitat de que no toleraría más recortes que incidieran en la calidad educativa de sus facultades, porque considera que la UB ya ha hecho los deberes en cuanto a ajustes. Pero estudiantes y profesores consideran esta declaración un gesto de cara a la galería, y desde la Plataforma Unitària en Defensa de la Universitat Pública (PUDUP) han convocado una concentración este miércoles frente a la sede central de la universidad, en paralelo al transcurso del Consejo de Gobierno.
Un programa para “acompañar” a los despedidos
Un programa para “acompañar” a los despedidosDías antes a que se lleve el presupuesto a votación, desde las altas instancias de la Universitat de Barcelona se ha trabajado en un documento, a cuyo borrador ha tenido acceso eldiario.es, para paliar el efecto de posibles despidos: el Programa de Acompañamiento Profesional y Transición Laboral (JOBSUPORT UB).
Este borrador, transmitido desde la universidad a algunos representantes de trabajadores, pretende ofrecer a un servicio de “acompañamiento” y de “coaching”, es decir, de orientación, para los empleados de la universidad “en situaciones de pérdida de lugar de trabajo”. El objetivo del programa, según detalla el documento, es que los trabajadores cuya posición “se coloque en riesgo” puedan situarse “de la forma más eficaz posible en el mercado de trabajo para búsqueda de nuevo empleo”. Un proceso que la universidad bautiza como “transición profesional”.
“El servicio atenderá también a colectivos de PDI -el personal docente- y PAS -el administrativo- de la UB que, en función de la grave crisi económica y de la reducción presupuestaria de la Administración [...], pueda generar en un futuro necesidades de recolocación de búsqueda de nuevo empleo”, reza el borrador. La universidad, añade el texto, considera que va acorde con sus “valores éticos y sociales” el hecho de acompañar gratuitamente a los afectados por posibles despidos.
Antonio Madrid, presidente de la Junta de PDI, tacha el documento de “inaceptable” por parte de la comunidad docente, más aún cuando planea sobre la universidad la sombra de decenas de despidos. Pese a las “presuntas buenas intenciones” de la universidad con su programa de acompañamiento, para Madrid sólo son una prueba más de que efectivamente estos presupuestos dejarán a profesores sin su puesto de trabajo.
Borrador del Programa d'Acompanyament Professional i Transició Laboral (Universitat de Barcelona)