El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha mostrado sus cartas en cuanto a la política presupuestaria. El Gobierno catalán mantendrá en 2013 la prórroga presupuestaria. Para el 2014 sí que habrá presupuestos y para cuadrarlos confía arrancar del gobierno central incrementos de ingresos adicionales, dado que Madrid ha decretado que el déficit para las autonomías quedará en un máximo del 1%.
En su intervención, Mas a repetido muchas veces la idea de que no se pueden hacer recortes adicionales, porque la sociedad catalana está bajo mínimos: “hemos tocado fondo, si fuéramos adelante tocaríamos el hueso” aseguró.
La idea que se desprende de la intervención de Artur Mas tiene dos ejes. El primero, el compromiso firme de que no se harán en 2014 más recortes adicionales a los aplicados hasta ahora por la Generalitat. El segundo es que de cara al próximo año la reducción del déficit debe proceder de un aumento de los ingresos por varias vías: que el Estado pague lo que debe, que se mejore la financiación autonómica y al mismo tiempo incrementando la recaudación impositiva.
A pesar de la formalidad del planteamiento la posición de la Generalitat se mantiene dura respecto al gobierno del PP. De entrada, Mas ha recordado que el Ejecutivo que preside condicionó la aprobación de un presupuesto para el 2013 a un nivel de déficit público aceptable para Cataluña. En este sentido ha citado que a principios de este año el déficit que otorgó el gobierno de Madrid era del 0,7% del PIB. Fruto de la guerra de nervios mantenida ha sido la cifra de déficit otorgada sea por último, del 1,58%, lo que ha servido, para Mas, para evitar recortes que se habrían hecho si se hubiera aceptado de entrada el primer nivel de déficit.
A pesar de la mejora real lograda, la Generalitat no hará presupuestos para 2013 fruto de una posición decidida respecto al Gobierno central. “Les dijimos de que no aceptaríamos una cifra menor de un 1,8%. Como no ha sido posible, no hay presupuesto de 2013” manifestó. Abundando en ello ha dicho que no se puede amenazar y luego no cumplir. Acto seguido se ha autocorregirse pidiendo retirar la palabra amenazar.
La batalla de fondo se planteará para el presupuesto de 2014. En este año hay un límite de déficit de sólo el 1%. Para compensarlo la Generalitat prevé incrementar ingresos. En primer lugar el gobierno catalán confía en que el dinero procedente del Estado subiran, porque el año próximo se ha de pactar una nueva financiación autonómica, que debería suponer una mejora respecto de la actual. En segundo lugar reclamará a Madrid que pague las deudas pendientes. Un ejemplo de ello es la reclamación de una partida comprometida ya en 2011 por el gobierno socialista, que suma 759 millones, dijo. Una tercera fuente de incremento presupuestario será reclamar en Madrid el importe de algunos impuestos aprobados en Cataluña, como el de aplicación a las entidades bancarias que, supondría una cifra de 300 a 400 millones, el impuesto se aprobó antes en Catalunya y luego el Estado hizo su norma. A algunas autonomías se les ha compensado per dicha jugada. A Catalunya no. Estas deudas anotarán en los presupuestos como medida de presión.
Mas reconoce también, pero con la boca pequeña, que una parte de los ingresos adicionales procederán de los nuevos impuestos pactados con ERC, pero no ha dado a esta vía un gran peso. Según dijo hay pocas para subir impuestos porque hay una capacidad limitada de hacerlo y también porque cuando se ha hecho ha interrumpido esta vía desde el gobierno central. Además, ha recordado que filosóficamente no está de acuerdo con las subidas de impuestos. Por eso, cuando la situación económica se bajarán los impuestos ahora subidos, según el acuerdo firmado en su día con ERC.
En la línea de mantener la espada en alto, Mas puesto en duda que el reparto del déficit público decidido en la última reunión del consejo de Política Fiscal y Financiera sea el adoptado. Por eso ha anunciado un recurso contencioso administrativo contra la medida. La argumentación se basa en la ley de estabilidad presupuestaria que en su texto indica que el reparto del déficit será proporcional, lo que no se habría respetado porque el Estado se ha reservado la mayor parte del déficit concedido por Bruselas.
La intervención de Artur Mas se ha visto trufada por críticas colaterales al gobierno central. Así, ha revelado que desde Hacienda se ha comunicado el adelanto que se hará a Cataluña como anticipo a los ingresos previstos por impuestos, una práctica habitual. Bueno, según el presidente catalán, los fondos que enviará el gobierno central serán menores que los de 2013, “lo que contradice la propaganda oficial cuando nos dicen que la situación económica mejora. Si esto fuera verdad debería recaudar más, o no? ” Se preguntaba retóricamente.