En la manifestación en Barcelona de la jornada internacional contra la Troika no han podido faltar las reivindicaciones locales. “Estamos en una campaña para detener los presupuestos, aunque ello nos cueste parar el Parlamento”, decían desde el micrófono al final de la marcha, que ha ido de la plaza Universitat a la sede en Barcelona de la Comisión Europea, y ha reunido más de 3.000 personas, según la Guardia Urbana. Durante el recorrido, el grito de “Yo también estaba en el Parlament” –repetido desde el 27 de junio de 2011, cuando desde las plazas se convocó el bloqueo de la aprobación de los presupuestos– se ha convertido en “Yo también iré el Parlament”. En la manifestación, esta vez, había algunos diputados, tanto de ICV como de la CUP.
El 2011 no queda tan lejos en las reivindicaciones. Ante la sede de CiU, el micrófono ha recaído en manos de los colectivos en defensa de la sanidad, que han recordado que el partido del Govern “ha sido pionero con el recorte y la mercantilización de la sanidad pública”. El debate presupuestario, decía el manifiesto, trata del “conflicto de intereses entre las necesidades de la mayoría social y los privilegios de unos pocos. Su deuda contra nuestros derechos, sus beneficios contra nuestra sanidad, educación, cultura o pensiones”.
La plataforma Juntes Podem, creada por la manifestación del pasado 23 de febrero y formada por varias plataformas sectoriales, partidos, sindicatos y entidades, sigue así con la campaña “Paremos los presupuestos”, presentada a mediados del mes pasado, y convocan a la población a movilizarse en el Parlamento cuando se tengan que votar los “presupuestos antisociales que se están anunciando” y a rechazar “el chantaje que nos están haciendo a su alrededor”.
“Sabemos que los presupuestos no son simplemente cifras inalcanzables, sino que son nuestras condiciones de vida, son nuestra salud, nuestra educación, nuestra cultura”, decían los miembros de la Marea Roja, en defensa de la cultura, encargados de leer el manifiesto. Ante el discurso fatalista que dice que no hay alternativas, aseguran que “y tanto que hay dinero, lo que falta es la voluntad política de ir a buscarlo allí donde está”. No han faltado tampoco referencias a cómo gestionan el dinero los gobiernos catalán y español: “Mientras recortan 4.400 millones de euros en nuestros derechos, el Gobierno español se gastará este 2013 más de 3 millones de euros en material de antidisturbios, como el que utilizaron para vaciar un ojo a Ester Quintana el pasado 14 de noviembre”.
“El sistema capitalista, representado por la UE, por el Gobierno español o por la Generalitat de Catalunya, nos quiere hacer pagar su deuda”, sentencia el manifiesto. Por eso la protesta pasó por la Delegación del Gobierno y por la sede de CiU para terminar, finalmente, en la sede de la Comisión Europea, ante la Pedrera. Allí, tras la lectura del manifiesto, se han quemado banderas de la Unión Europea y la manifestación se ha dispersado al sonido de L'Estaca de Lluís Llach. Los convocantes lo tienen claro: “Esto es muy largo, esto es muy lento, pero juntas podemos”.