La esperada “foto fija” que el Ayuntamiento prometió presentar cuando decretó la moratoria de alojamientos turísticos a principios de julio ha llegado este viernes. Y ha dejado un sabor agridulce por el vecindario que más sufre las consecuencias del turismo masivo: si bien la moratoria ha frenado 30 hoteles, otros 45 no se verán afectados por la medida.
Además de los 30 hoteles, tres albergues y dos residencias están afectados por la suspensión de licencias turísticas. Todos estos proyectos están concentrados en los distritos del Eixample y Ciutat Vella, los que presentan a día de hoy más concentración de alojamientos turísticos. La suspensión, en cambio, no afecta 45 hoteles, cinco albergues y una residencia, situados en el Eixample, Ciutat Vella, y el Poblenou.
Por partes: de los 51 establecimientos que prosperarán, 36 son proyectos turísticos que ya obtuvieron la licencia (muchos ya estaban en obras antes de la moratoria); 9 salen adelante por silencio administrativo antes de que Barcelona en Comú llegara al Ayuntamiento, es decir, durante el mandato de Xavier Trias. Los seis restantes tenían certificado de aprovechamiento urbanístico y licencia otorgado antes de la suspensión.
“Sabemos que como ciudad vamos tarde, pero que estamos a tiempo de regular la foto”, dijo la cuarta teniente de alcaldesa Janet Sanz, que ha recordado que los nuevos responsables del Ayuntamiento se han encontrado con una situación de crecimiento sin control del uso hotelero. Además, hay tres casos con certificado de aprovechamiento urbanístico otorgado antes de la suspensión y licencia obtenida después de la suspensión.
De entre los afectados por la suspensión, hay proyectos en el paseo Colón, en la calle de la Princesa, en la calle Jonqueres, en la calle Girona, en la calle Provença, en la Gran Via, en el pasaje de la Concepció o el hotel previsto ante del Mercado de Santa Caterina.
El hotel de la Henkel, adelante
Uno de los hoteles que saldrá adelante es el de la isla de la Henkel, ya que se aprobó por silencio administrativo. Sanz ha dicho que quiere empezar un diálogo con el promotor y los vecinos para que el proyecto “impacte lo menos posible” al vecindario del barrio y no haga aumentar la sensación de que los hoteles son una “amenaza” para la ciudad. El hotel había levantado el rechazo del movimiento vecinal del barrio de la Sagrada Familia, que había exigido al nuevo gobierno de Ada Colau que paralizara el expediente. Otro de los hoteles que se harán a corto plazo en Barcelona será el del histórico edifico Banesto de la Plaza Catalunya que impulsa Amancio Ortega y que fue sede del PSUC durante la Guerra Civil.
En el caso del hotel de la Torre Agbar, que también había provocado suspicacias en el Poblenou, Sanz ha explicado que tiene certificado de aprovechamiento urbanístico pedido previo a la suspensión, pero que a día de hoy no ha entrado ninguna solicitud de licencia (aunque puede hacerlo). La obtención del certificado de aprovechamiento urbanístico (el documento que delimita los usos permitidos de un suelo) no garantiza automáticamente poder hacer un hotel u otro tipo de alojamiento turístico, pero una vez ya se ha solicitado la licencia es difícil que cualquier ayuntamiento la rechace, siempre que se ajuste a la ley.
Foto completa y Plan Especial
Sanz ha detallado que en Barcelona hay 785 licencias hoteleras, 9.480 viviendas turísticas, 100 albergues y 70 residencias de estudiantes, concentrados en buena medida en el Eixample y Ciutat Vella. Una vez hecha la foto fija de los alojamientos turísticos en la ciudad, el siguiente paso es elaborar un Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos (PEUAT).
El objetivo municipal es que el plan sea el marco normativo que regule los criterios para una gestión global de los alojamientos y del turismo que permita preservar la calidad de Barcelona como destino turístico, y, al mismo tiempo, reducir al máximo las fuentes de conflicto que el turismo genera con el vecindario de la ciudad.
El calendario del plan pasa por iniciar un proceso participativo del PEUAT con el vecindario de la ciudad entre octubre y diciembre. En noviembre, se quiere “conocer y profundizar” nos los posicionamientos de los agentes implicados, es decir, vecinos, promotores y empresarios turísticos, sindicatos, comerciantes y entidades sociales y ambientales, a fin de crear con todos ellos los criterios del futuro Plan Especial urbanístico en el marco del Consejo de Turismo y Ciudad. En enero y febrero de 2016 se validarán los criterios en unas jornadas abiertas a la ciudadanía.
Por otra parte, Sanz ha explicado que el Ayuntamiento ha recibido la notificación de 16 recursos de promotores de proyectos turísticos ante el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), además de 21 alegaciones. El TSJC dijo que habían recibido 26 recursos.