El Centro Penitenciario de Hombres de Barcelona, conocido como la cárcel Modelo, dejará por fin el barrio de la Esquerra de l'Eixample y se trasladará a la Zona Franca. Un acuerdo firmado este martes entre el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat permitirá hacer efectiva una reivindicación histórica del movimiento vecinal: el cierre de la Modelo y la reordenación del sistema penitenciario de Barcelona.
“Queda trabajo, tendremos que terminar este año, pero cuando lo hacemos querrá decir que en 2018 estará todo listo para que la Generalitat pueda construir los nuevos centros y organizar el traslado”, ha dicho la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, acompañada del vicepresident de la Generalitat, Oriol Junqueres.
Según han anunciado ambas administraciones, está previsto que antes de finalizar este 2017 se terminen los trámites para que la Generalitat pueda empezar las obras de los centros de régimen abierto y de régimen ordinario que sustituirán a los actuales centro de preventivos de la Modelo y el de régimen abierto de la Trinitat Vella.
Para que se materialice la operación de traslado, el Ayuntamiento cederá gratuitamente dos solares en la Zona Franca para que la Generalitat construya las dos prisiones, hasta ahora en el Eixample y en Trinitat Vella. Además, los terrenos de la Trinitat Vella, donde hasta ahora había una de las cárceles, serán adquiridos por el Ayuntamiento de Barcelona por 5,5 millones, tal y como han anunciado fuentes municipales. Estos terrenos se dedicarán a la construcción de 265 viviendas sociales, 110 de los cuales destinados a realojos.
Por el contrario, en el espacio donde hasta ahora había la Modelo sigue la duda sobre qué se hará. Ada Colau ha recordado ante la prisión que ya se había realizado un proceso participativo con los vecinos pero que “debe actualizarse”. En un principio había proyectado para el espacio un centro de jóvenes, una zona verde o espacio memorial, entre otros. La alcaldesa sólo se ha atrevido a vaticinar con seguridad que el sitio estará dedicado a equipamientos para el barrio y dejó entrever que se respetará el espacio de memoria de las víctimas de la represión franquista que estuvieron encarceladas en la Modelo.
El Ayuntamiento de Barcelona ha anunciado que los solares situados en la Zona Franca, que suman cerca de 26.000 metros cuadrados, quedan a disposición del departamento de Justicia de la Generalitat para la construcción de los dos nuevos equipamientos penitenciarios. El Ayuntamiento tramitará una Modificación del Plan General Metropolitano para adecuar urbanísticamente los solares y permitir que se puedan desarrollar los nuevos centros.
Ambas administraciones también han informado este martes que las instalaciones del centro abierto del solar de la calle 1 tienen capacidad para 800 personas y que reunirán los internos en tercer grado que hoy están distribuidos en tres edificios: la Modelo (Centro Abierto 1) , Trinidad (centro Abierto 2) y Wad-Ras (centro Abierto 3). Según la Generalitat, el nuevo centro abierto tendrá un coste estimado de 35 millones de euros. En el otro solar, en la calle E, el convenio prevé la construcción del segundo centro penitenciario, con un coste aproximado de 75 millones de euros. En total la inversión se elevaría a unos 110 millones de euros.
Reivindicación vecinal histórica
“Salimos ganando el Ayuntamiento, la Generalitat pero, sobre todo, los vecinos de Barcelona, especialmente los de los barrios cercanos a la Modelo”. Así ha recordado Ada Colau a las puertas de la cárcel la reivindicación vecinal histórica que pedía la revisión de la situación de la Modelo.
Convertir la antigua cárcel Modelo en un espacio verde y hacer de la parcela del Eixample un culto al patrimonio y a la memoria colectiva de la resistencia antifranquista han sido los objetivos de los colectivos sociales y vecinales que han convivido durante décadas con la centenaria cárcel de hombres de Barcelona.
Las idas y venidas del Ayuntamiento de Barcelona y Generalitat han retrasado la decisión sobre cuándo cerrar la prisión y qué hacer con el espacio hasta hoy día. Dos años atrás, el alcalde de Barcelona, Xavier Trias, y el presidente de la Generalitat, Artur Mas, firmaron el Palau de la Generalitat un convenio en el que anunciaban que se haría efectivo el cierre definitivo de la cárcel en 2017.
Pero hay que remontarse a finales de los años noventa para encontrar las primeras reivindicaciones, como respuesta a la voluntad especulativa de la Generalidad con los terrenos de la Modelo, paradójicamente con Mas de consejero de Economía y Trias de Presidencia. En 1999 la Generalitat, entonces propietaria de los terrenos del edificio, especulaba con recalificar el solar de dos manzanas del Eixample. Ya entonces la Asociación de Vecinos de la Esquerra de l'Eixample convocaba un lunes de cada mes una concentración ante la prisión.
En el año 2002, aunque con los mismos protagonistas, se recogieron 11.200 firmas contra la especulación en la Modelo, que en 2005 anunciaría su traslado a la Zona Franca de cara en 2008, después prorrogado en 2012. Finalmente la operación se retrasó de nuevo hasta 2017, tras la firma de Trias y Mas.